La apuesta perfecta

Capítulo 49

—Okey compañeros, es noche de ponerse mal, mal, mal, muy mal, de divertirse, de ligar y  besar a cualquiera que se vea la oportunidad, y recuerden el que no se divierte no disfruta, disfruten ya que muy pronto terminamos la preparatoria y nos iremos de esta ciudad —Termina Ed su discurso, lo empezó a decir hace dos meses, lo dice siempre que salimos a un lugar.

Lo más gracioso de todo esto, es que Ed no se irá de la ciudad, muy poco de nosotros lo hará, pero él no será el afortunado y eso lo tengo muy claro.

Leire me ve raro.

—Tranquila, siempre lo dice —Ella se encoge de hombros.

Terminamos el trabajo antes de lo esperado, y esperé a que se cambiara, tengo que aceptar que me gusta como se ve sin su vestuario de siempre, pantalones y sudaderas. Me gusta como se ve ahorita. Aunque ya me estoy acostumbrado a verla de la otra manera.

Bajamos del auto.

—Me veo muy puta — Susurra Leire, cerca de mi—. Y la chica que esta con Eduardo no deja de verme.

—Te ves bien, no te ves puta, tu nunca te verías así —Volteo a ver a la chica que está con Eduardo, ella me ve y después a Leire—. Ella es la prima de Eduardo... Y se nos queda viendo porque... Porque... Por el simple hecho de que...

—Deja adivinar, te enrollaste con ella —Suspira, parece algo divertida ante esta situación, muy raro por cierto —. ¿O me equivoco?

—Bueno, enrollar, enrollar no exactamente, normalmente nos vemos en fiestas, y cuando vamos a bares... Y nos terminamos besando siempre, pero ella está desde el inicio conmigo, por eso se te queda viendo feo —Creo que fui muy sincero de mi parte, pero se me ocurrió algo.

Estará bueno esto. Tengo una idea que no se que tan tonta lo sea, pero algo en mi presiente que dará resultados.

—¡Oh!, que bueno que solo es eso —Creo que lo que dijo fue un poco sarcástico—. Yo que pensaba que me miraba feo ya que imaginé que realmente me veía bien como tú dices y me tiene celos. Pero veo que no es eso.

La abrazo por detrás. Ella se retuerce un poco, y le susurro.

—Te tiene celos, de que estés conmigo, y si te ves bien —Después me separo de ella, y paso mi brazo al rededor de sus hombros—. Siempre te ves bien. Vamos ellos ya entraron.

Ella asiente.

Entramos en el bar, que por cierto hay mucha gente el día de hoy, bueno yo creo que es porque es viernes, si eso es lo mas seguro, de hecho es lo más lógico.

—¿Quieres algo de tomar? —Le pregunto y ella me ve mal—. ¡Hey no me mires así! No me refería a algo con alcohol, ya sabes refresco, agua mineral, yo que se. Pero, ¿Quieres algo?

—No gracias —Me tiene que gritar para que la escuche, la música está muy fuerte, pero es lógico estamos en un bar —. Así estoy bien. Tal vez más al rato que tenga sed.

Me encojo de hombros.

—Esta bien, pero yo si quiero algo de tomar, voy por una cerveza, ¿Me acompañas o te quedas con Ed y su prima? —Sabía cuál iba a ser su respuesta.

—Vamos, definitivamente no quiero estar cerca de ella —La ve de reojo—. Me da miedo, de por si apenas puedo con Dafne, no quiero aguantar a una celopata dos.

Río un poco.

Caminamos a la barra.
Y pido una cerveza.
Cuando salgo a bares no me gusta tomar vodka o tequila, solo en las fiestas. Supongo que es costumbre.

Nos sentamos junto a la barra.
Y nos ponemos a observar. Me gusta venir a este tipo de lugares, pero se que a Leire no, y le incomoda lo puedo notar.

—¿Todo bien? —Me atrevo a preguntarle.

Se muy bien que nada está bien. Pero ya que estamos aquí puedo llevar a cabo un plan que nunca he hecho con nadie más. Porque jamás lo necesité, pero ahora si.

—Si, es solo que... Hace tiempo que no entraba a un bar —Me imagino desde hace cuanto que no.

—Mmm... Solo estas algo incomoda, ¿Por qué no hablas con alguien más que no sea yo? Así podrás aclimatarte a esto. —Es una estupidez lo que acabo de decir, pienso tarde—. Y tipo así.

—¿Piensas que es tan fácil? Llegar con alguien y decir: ¡Hey hola, seamos amigos de bar! ¿Qué dices? —Niega con la cabeza—. Obviamente no es tan fácil Valerio.

—Para mi lo es —Le digo mientras termino mi cerveza.

—Porque eres hombre, y para ustedes es más fácil, yo ni tengo tema de conversación en cambio tú puedes decir cualquier cosa que se te venga a la mente y ya conquistas a cualquiera —Vuelve a negar su cabeza—. Para una chica es más complicado porque si dices algo incoherente todo se va por la borda.

Tal vez, de hecho es lo más común hacer.

—No a cualquiera le puedes decir cualquier cosa para que se enamore fácil —Le reclamo—. Solo a las fáciles, y no se trata de que vayas a conquistar a alguien, si no de conversar con alguien que no sea yo. Mira. Acompáñame.

Ella no dice nada, regresamos a la barra y pido otra cerveza.

—¿Vez al chico que esta a lado de mi? —Le pregunto discretamente, aunque la música tapa todo nuestro tema de conversación. Ella asiente y me volteo hacia con él—, ¡Hey hermano! ¿Conoces a Leire?

Él me ve extraño, y después niega con la cabeza.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.