La Arepa Mágica

Capítulo 19: El Pastel Roto y El Cátering De Un Sueño

El primer paso en la planificación de su boda "imperfecta" fue el pastel. En lugar de buscar un pastelero famoso, Maru encontró una pequeña y modesta pastelería de barrio, de esas donde el pastel de cumpleaños sabe a nostalgia. La pastelera, Doña Carmen, una mujer con el cabello recogido y una sonrisa dulce, los recibió con los brazos abiertos.
"Entonces, mis amores, ¿cómo quieren su pastel?", preguntó Doña Carmen. "Puedo hacer uno de tres pisos, de chocolate, con un relleno de fresa y crema. Una belleza".
Nando y Maru se miraron. Esta era su oportunidad.
"Doña Carmen, queremos algo... diferente", dijo Maru, mostrando una foto de una arepa perfectamente redonda. "Imagine esto, pero con fondant. Y que se vea como si se hubiera partido por la mitad".
Doña Carmen frunció el ceño. "¿Partido? Pero, ¿por qué? Una torta de boda es un símbolo de unión, no de división".
Nando se inclinó hacia ella. "Es que nosotros somos un símbolo de imperfección, Doña Carmen. Queremos que el pastel represente nuestra historia. La arepa rota es lo que nos unió".
Doña Carmen lo pensó un momento, mirándolos a los dos. Vio el amor en los ojos de Nando cuando miraba a Maru. Vio la sonrisa genuina de Maru cuando le explicaba el concepto. Y en ese momento, comprendió que el pastel no se trataba de la perfección, sino de la historia.
"¿Saben qué?", dijo Doña Carmen, con una sonrisa. "Me gusta la idea. Es... valiente. Es el pastel de bodas más loco que me han pedido, pero lo haré. Un pastel de arepa rota, con un relleno de chocolate y arequipe".
Nando y Maru la abrazaron, emocionados. Habían encontrado a la persona correcta, alguien que entendía su visión.
Con el pastel en marcha, el siguiente paso fue el catering. La solución, por supuesto, estaba en su propio camión de comida. Decoraron el camión con luces de colores y letreros divertidos. El menú de la boda sería un desfile de las "arepas mágicas" de Nando, con los rellenos más creativos y deliciosos.
"Arepas con pernil, con pollo... y claro, las 'arepas deconstruidas'", dijo Maru, riéndose. "Y tendremos un buffet de ensaladas para que los que se sientan culpables, puedan irse de 'fit'".
El gran día llegó. La boda no fue en un salón de lujo, sino en un jardín al aire libre. La decoración era simple, pero hermosa. El pastel de bodas, la arepa rota, era la estrella de la noche. Y el camión de comida, "La Arepa Mágica", servía arepas calientes a los invitados.
La gente se reía, comía y tomaba fotos. Era una boda diferente, sin reglas, sin la presión de la perfección. Era la boda de Nando y Maru, una celebración de su amor, sus desastres y su increíble viaje.
En el medio de la fiesta, Nando y Maru se miraron, con una sonrisa. Se habían propuesto un reto casi imposible: una boda perfecta sin ser perfectos. Y, al final, habían triunfado. Su boda era imperfecta, pero estaba llena de magia.



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En el texto hay: humor, comida, romance y humor

Editado: 10.10.2025

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