La asesina de hilo y la aguja

Corte imperio

 

Habían pasado tres meses desde la muerte de su madre, era otoño y Katherine ocupó su tiempo haciendo vestidos de alta costura sentía que seguir con los pasos de su madre era estar en una zona de confort, pero tampoco estaba de ánimos para ir a fiestas con sus amigos, no sabía que hacer.

Mientras paseaba por el parque de su casa llegó a sentarse en una banca dónde podía ver la mayoría de la ciudad, de pronto enfocó su vista en un enorme espectacular de Kins al parecer todavía hacían la competencia anual para trabajar ahí, pensó en no entrar sabía que era muy difícil pero tampoco tenía nada que perder dejo su currículum vitae y envío algunos de sus mejores diseños.

Fue una gran sorpresa cuando respondieron su correo con una aceptación, le enviaron una dirección y los requerimientos de la competencia, entre las reglas destacaba que no podían llevar celulares no podían recrear o vender ningún diseño que pudieran encontrar o ver en las instalaciones de lo contrario la empresa emprendería acciones legales.

Llegó hasta un enorme edificio con fachada de ladrillos negros y ventanas blancas, cuando entró una recepcionista le pidió su pase que solo recibían los aceptados y le dió un gafete, le indico el lugar donde sería la competencia en el tercer piso, subió al ascensor y cuando las puertas se abrieron un enorme salón lleno de distintas telas y máquinas de coser se sorprendió al ver al rededor de cincuenta personas considerando que muchos querían entrar,se sintió muy afortunada.

Una mujer de lentes paso lista y cuando terminó finalmente apareció Cassandra Kane llevaba el cabello recogido y un vestido blanco marfil tacones negros y un reloj simple, sus facciones eran muy femeninas de naríz perfecta labios pequeños aunque tenía pocas arrugas para tener solo cincuenta se notaba que aunque tuviera un saco de papas puesto la haría ver bien, 

— Unos pocos de ustedes se quedarán aquí los que sean descartados se llevarán consigo mucho más de lo que saben acerca de confección, espero que ninguno me decepcione—, camino entre ellos y dijo viendo su reloj — Quiero un vestido corte imperio, son las cinco con diez minutos tienen hasta las diez de la noche—, comenzó con algo bastante sencillo pensó Katherine, Cassandra subió por unas escaleras hasta su oficina donde los observaria y de inmediato todos corrieron por tela, tomó lo necesario y con las medidas del maniquí hizo los patrones, a pesar de que era competencia se sentía muy feliz y relajada.

Cuando terminó el tiempo nuevamente bajo Cassandra detrás de ella estaba la mujer que paso lista, — Mi asistente les tomo el tiempo a cada uno, en cada acción que han realizado, los mejores se quedarán y los otros pues —, no termino de decirlo y observó con detalle a todos comenzó con un vestido que fue diseñado por una mujer de todos, Katherine observó de lejos y rápidamente idéntico que no era un vestido de corte imperio.

Ese vestido no era solamente corte imperio cualquiera podría confundirlo pero aún así intervino haciendo la aclaración, — es un vestido de cóctel—, su asistente abrió los ojos como si lo que hubiera dicho fuese imperdonable en cierto sentido lo era, nunca nadie se había atrevido a cuestionar a Cassandra.

La habitación se quedó en silencio y sólo se escucho el sonido de los tacones de Cassandra caminó hasta Katherine y se detuvo observó su vestido y luego los diseños paso varias veces las páginas después regresó con el otro diseñador y dijó, — Katherine yo tengo veintiséis años de experiencia puedo distinguir perfectamente cada corte—, Katherine se sintió apenada pues ya había notado que no podía subestimar a alguien con más experiencia.

Cassandra observó con detenimiento cada vestido confeccionando y luego los reunió a todos, la asistente de Cassandra mencionó algunos nombres pero Katherine solo quería escuchar el suyo, cuando no mencionaron su nombre se sintió decepcionada hasta que dijo,— Muchas gracias pero ustedes han sido descartados, los demás regresen mañana a las cinco—, sonrió emocionada mientras festejaba se percató que la mujer que hizo el vestido de cóctel se quedó entre los seleccionados.

— Felicidades no conseguiste sacarme—, le dijo la mujer — no trataba de hacer eso, es solo que Cassandra aclaró que debía ser un vestido de corte imperio pero tú no lo hiciste—, sonrió despreocupada pero lo que contestó la mujer la asustó mucho, — soy Charlotte Kane—, se fue sin decir más y Katherine sintió que había hecho algo mal,se  acercó la asistente de Cassandra y le dijo en voz baja

— No te preocupes Charlotte es muy competitiva, pero no te aseguro que llegue a la final—, 

— Es una Kane, obviamente llegará a la final pero me asusta que trate de deshacerse de mí en especial por lo que hice—, Katherine decidió alejar esos pensamientos de su cabeza y trató de ser  optimista, — ¿Cómo te llamas?—, preguntó a la asistente, — Mi nombre es Oveth, y te aconsejo que te vallas ahora casi son las once y el último autobús está por pasar—, Katherine salió corriendo como si su vida dependiera de ello tomó sus cosas y para cuando llego a la parada el autobús apenas había arrancado , corrió por unos metros hasta que el conductor freno y pudo subir.

Durante el trayecto pensó sobre lo afortunada que era por haber pasado la segunda prueba no sólo porque trabajaría en Kins sino porque el mundo de la moda finalmente le habría las puertas.

Paso la noche haciendo el vestido de alta costura para la futura novia que había pagado por adelantado para que fuera una entrega rápida, aunque estaba compitiendo para un trabajo de ensueño no recibía ni un centavo por parte de Kins.

Tomo tantas tazas de café que se terminaron las limpias y uso un vaso en su lugar cuando finalmente unió cada parte del vestido, lo empacó para enviarlo a la tintorería, después solo pensó en dormir pero con tan solo cerrar sus ojos cayó dormida en el sillón.

Cuando su alarma sonó lo dejo pasar y luego pensó en dormir cinco minutos más que se convirtieron en media hora, se retorció para no sentir el frío de la madrugada pero una aguja en el sillón le pinchó una pierna; pegó un brinco y de pronto recordó dónde se suponía debía estar, se fue al baño; vió su reflejo en el espejo estaba despeinada, demacrada, con ojeras y labios secos de beber tanto café.



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En el texto hay: venganza, mentiras dolor, modelo diseadora

Editado: 14.07.2021

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