La Batalla de los Treinta y Dos (libro 3 y Final)

Capítulo 22

Cai permanecía a un lado, mirándola, contemplando sobre todo la ropa que llevaba. Ni siquiera el shock de lo que había hecho pudo disminuir la vergüenza que Kháli sentía por primera vez de haber aceptado el uniforme gris.

Danna llegó poco después a atender a Daphni, pero todos sabían que no había nada que hacer.

-Jim, perdóname… lo lamento, yo… de verdad lo lamento… perdóname.

Si no la escuchaba o solo la ignoraba, ella no lo sabía. Él seguía llorando, su rostro sobre el lomo de su yegua.

-Intenté advertirte, - le dijo Danna, su tono leve pero furioso.

-¡No lograba escucharte!

Así que por eso Rubén intentaba evitar que Danna se acercara.

-¡¿Cómo no pudiste reconocerla?! - Danna la miró y Kháli vio en sus ojos su propio reflejo como el de un completo enemigo. - ¡La conociste y has estado con ella por cinco años! ¡¿Cómo pudiste montarla y no saber que era ella?!

-Yo… yo… - No sabía qué decir, ¿cómo excusarse? Danna tenía razón, ahora que lo pensaba, debió haber reconocido los relinchos, el pelaje, la velocidad, todo; incluso sin haber visto su cara… o quizás por eso no había querido quitarle el saco… ¿había sabido que era Daphni todo ese tiempo y solo quería negarlo? - … no tuve opción… - terminó de forma patética.

“Mata al caballo”... “mata a Daphni”.

Enterró el rostro en sus manos mientras escuchaba los sollozos de su mejor amigo.

Billmorthei ya no estaba a la vista. Danna, arrodillada frente a Daphni le daba palmadas a Jim en la espalda.

Después de unos momentos, Cai se acercó.

-¿Cómo… cómo pasó esto? - le preguntó Kháli.

-Jim y Danna tenían órdenes de encargarse de los exterminadores. Resultó ser una trampa; Rubén y dos Peones los estaban esperando. Pelearon por poco tiempo, parece que lo único que querían desde el principio era a Daphni.

-Y yo hice exactamente lo que querían… - comenzó a llorar también, de forma silenciosa.

-¿Por qué, Kháli? - le preguntó Danna sin moverse de donde estaba. - ¿Por qué les obedeces?

-¡No me dan opciones! ¡¿Crees que sí?! ¡Si no hubiera montado y forzado a Daphni, no hubiera llegado a tiempo y ambas hubiéramos muerto!

-Kháli, Rubén te indicó uno de los caminos más largos.

-...¿Qué?

-Recuerda. Hay al menos cuatro caminos diferentes para llegar hasta aquí. ¿Por qué tomaste el más largo y difícil? Es como si…

Jim dejó de llorar y Kháli sintió el pánico llenarla. No. Ella no había matado a Daphni a propósito, ella jamás le haría eso a él.

Después de un momento, Cai tocó el hombro de su amigo.

-Déjala ir, Jim.

-¡No!

Pero Cai la levantó lo más gentilmente que pudo y con paso lento se dirigió hacia donde estaban las arenas movedizas que aún creaban ese ruido infernal.

-¡Cai, no! - a pesar de que no veía, Jim sabía lo que sucedía. Imploraba desde su lugar. - Por favor.

Con una última mirada a su amigo, Cai depositó el cuerpo en la superficie y todos contemplaron cómo se sumergía lentamente.

-Conmovedor, ¿Te importaría hacer lo mismo con el mío?

Rubén apareció detrás de Kháli, su caballo, aún vivo, estaba a unos metros. La furia en Cai estalló al ver al Guerrero Negro.

-¡Tú!¡Todo esto es tu culpa! - exclamó avanzando.

-¡Cai, alto! - Danna se puso de pie.

Rápidamente, Rubén colocó su espada al cuello de Kháli quien aún en el suelo, no pudo hacer más que inclinarse para atrás. - Cuidado…

Cai apretó los puños y dientes -¿Crees que eso me detendrá?

Rubén sonrió, - Dios, espero que no.

Pero antes que Cai pudiera dar otro paso, el caballo de Danna se puso en frente. Jim permanecía de rodillas, ajeno a lo que estaba sucediendo y Kháli no apartaba su mirada de él. Al que había sido su mejor amigo desde su niñez no parecía importarle que tuviera una espada cortándole el cuello.

-Jim...

Rubén la miró. - Lo hiciste mejor de lo que esperaba. Arrivederchi.

La expulsó del escaque.

-¡No! - gritó Cai. Kháli se había ido sin protestar. Quería alejarse de ahí lo más pronto posible y le dio la bienvenida a la sensación de caer ante una oscuridad y silencio profundos. - ¡¿A dónde la mandaste ahora?! ¡Juro que te mataré!

-Yo me preocuparía por tu amigo en estos momentos.

Cai y Danna giraron para ver a Jim que inmóvil tenía los ojos puestos en el lugar por donde Daphni había desaparecido, su mirada vacía y su expresión ausente. Rubén aprovechó para montar y alejarse galopando.

-¡¿Por qué demonios me detuviste?! - preguntó Cai apartando bruscamente el caballo de Danna y dedicándole una mirada airosa.

Danna estaba igual de enojada. -Porque Kháli no es nuestra aliada.

Cai intentó recuperar la calma. - Daphni lo es.




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