La Batalla de los Treinta y Dos (libro 3 y Final)

Capítulo 56

El cielo del Imperio Blanco estaba extremadamente nublado, algo inusual en ese lugar. Como si las mismas nubes supieran lo que se acercaba y querían llorar con los Guerreros.

Una horrible sensación inundaba el pecho de Cai. Algo terrible estaba por suceder. No deseaba compartir sus preocupaciones con nadie, pero la desesperación amenazaba con ahogarlo.

Ansiaba regresar en el tiempo y abrazar nuevamente a...

-Suficiente - dijo una voz suave tomándolo de las manos. Era Alexandria. Cai jamás la había visto tan triste y su expresión hizo que su pecho y hombros se sintieran más pesados aún. - Ya es suficiente, Cai. Deja de atormentarte.




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