La Batalla de los Treinta y Dos (libro 3 y Final)

Capítulo 66

-¡No tardarán en seguirnos, puedes estar segura! - advirtió Crishcas, - ¿Qué tengo que hacer?, ¡dímelo rápido! ¡Kháli, sé que estar viva después de todo puede ser abrumador, pero despabila!

Kháli no podía evitarlo. Ya no pensaba en el milagro de estar viva, sino que estaba hipnotizada por la belleza del árbol blanco. Era la primera vez en su vida que lo veía. El panorama era muy similar al que rodeaba el árbol Negro, solo que este brillaba aún más y parecía estar hecho de diamantes.

-¡Kháli, dime qué tengo que hacer!

Ella parpadeó y dijo lentamente. - No puedes hacer nada.

-¿Qué?

-Tienes razón, los del Imperio Negro no tardarán en venir, tienes que ser tú quien los detenga. Mientras yo destruyo el Árbol, - dijo con remordimiento en su voz.

-Yo soy el Alfil, lo haré yo.

Ella lo miró, sin decir nada extrajo su propia ánima de la frente. Con asombro, Crishcas vio que esta brillaba más de color negro que claro. Kháli la colocó en medio del tronco del árbol que parecía renuente a aceptar un ánima tan oscura, pero ella la presionó hasta que obligó a las demás a moverse para hacer espacio para su nueva compañera.

-Tengo que ser yo, - repitió y esta vez Crishcas aceptó.

Del otro lado del universo, estaba Alexandria y Reff colocándose en posición.

-Estamos en desventaja aquí, Reff, - dijo Alexandria acercándose al árbol Negro para ver de frente al ánima de Rita.

-Estoy consciente de ello, - dijo él, alerta por cualquier movimiento que no perteneciera al lugar pero sintiendo una presión en su cuerpo que le decía que él era algo que no debía estar ahí en primer lugar.

-Vieja amiga, - murmuró la Alfil hablándole a la única ánima con tonos claros del árbol. - Logramos llegar hasta aquí… ahora bríndame tu ayuda una vez más.

El Rey del Imperio Blanco miraba todo a través de los ojos de sus Guerreros. Al ver a Kháli y Alexandria en la misma posición frente a los respectivos árboles, les indicó: - ¡Ahora!

-¡”Kamisanem”! - exclamaron ambas al mismo tiempo. Tres círculos emergieron de sus manos y envolvieron a los árboles desde la copa hasta el suelo. Electricidad emergió de las dos ánimas que no pertenecían en el tronco y comenzó a afectar a las demás.

En ese momento llegaron los Guerreros Negros. Nadia y Dereck descendieron frente a Crishcas. Ambos Peones parecían de personalidades similares en que ninguno dijo una palabra. Lo que debían hacer era detener a Kháli. Crischas era su primer objetivo. Ni siquiera se molestaron en inquirir el por qué de las acciones del Imperio Blanco.

-Es nuestro propio árbol, - dijo Crishcas al verlos acercarse, - ¿No es conveniente para ustedes que lo destruyamos?

Sin decir nada, atacaron.

-Es la Reina, - anunció Reff al verla descender.

La Reina ignoró por completo a Reff y se abalanzó contra Alexandria. Reff lanzó un ataque, que ella desvió sin dejar de dirigirse al Alfil.

Alexandria continuó con su ataque al árbol. - “Na’nob’” - dijo para bloquear el ataque de la Reina, esta arremetió de nuevo y quedaron brazo contra brazo. Ambas sin continuar utilizando la Ayuda o la Techno.

La Reina sonrió, pero había furia en su rostro. - Sea lo que tengan planeado, no funcionará. No los dejaré continuar.

-Te recuerdo que no eres la primera Reina a la que me enfrento.

La Reina rió, - ella estaba acabada, su Imperio arruinado. Cualquiera pudo haberla derrotado sola.

-No estoy sola ahora.

-”Taasik” - Reff las separó con su poder, lo que le permitió a Alexandria continuar con lo que hacía.

-¡Quítate de mi camino, Peón! - advirtió.

Reff no se dejó intimidar: - “Nuchuuch” - exclamó.

-Reff, - comenzó a decir Alexandria.

Él la interrumpió: - Lo sé, - dijo antes de correr hacia la Reina que esperaba otro ataque a la distancia y no que el Peón llegara hasta ella. - ¡”Ajsik”! - exclamó obligándolos a ambos a salir del escaque y dejando sola a Alexandria.

Cai vio a Reff descender junto con la Reina. Esta, iracunda, lanzó un ataque en pleno aire que los separó e hizo que Reff cayera más rápido. Cai corrió hacia ellos, pero no llegaría a tiempo. Gertrude fue quien detuvo la caída de Reff, colocándolo ileso sobre el suelo.

Cai supo que debían mantener a la Reina ahí así que se lanzó al ataque.

Poco después también descendían Crishcas y ambos Peones Negros que habían ido en su persecusión. Cai respiró más tranquilo, pues sabía que Kháli y Alexandria habían quedado solas para terminar con lo que debían hacer.

Poco imaginaba él el gran trabajo que esto requería, pues a pesar de solo quedar ellas, las ánimas rebotaban el ataque así que parecía que estuvieran batallando con otra fuente de poder. Kháli sentía que estaba siendo repelida por un poderoso viento que amenazaba con lanzarla volando. Debía concentrarse para no sucumbir ante aquella presión que ansiaba con obligarla a retroceder. Además, las miles de ánimas que conformaban el árbol, estaban atacando a la suya, golpeándola para obligarla a salir y que dejara de amenazarlas. Por si eso fuera poco, las Guerreras también escuchaban las voces del pasado, insultándolas y haciéndolas de menos con palabras ofensivas.




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