Era claro que el Rey había entrado en combate. Kháli estaba exhausta. Sabía que tenía que seguir las instrucciones del Rey. Sentía que algo tiraba de ella, pero el cansancio le impedía moverse.
Algo enorme iba en dirección a ella. Vio una masa oscura y roja acercarse desde el cielo; iba con la velocidad de un meteorito. En lugar que la adrenalina estuviera de nuevo de su lado, sus piernas parecieron debilitarse aún más y Khali se encontró helada en su lugar.
La masa estrelló, pero en vez de dar con el cuerpo de ella, dio con uno más fuerte que la protegió en el instante indicado.
-Gertrude! - exclamó Khali.
La Peon sonrió en un gesto automático mientras se apartaba de encima.
-¿Estás bien?! - Khali examinó la espalda de su compañera. Suspiró de alivio al ver que estaba ilesa. El rostro de Gertrude también lo estaba a excepción de un corte en la barbilla y un pequeño moretón en su frente. Eran sus manos las que estaban más dañadas, rojas en carne viva. -Gracias, - dijo Khali cuando Gertrude la ayudó a ponerse de pie.
Gertrude asintió una vez y señaló con su gordo dedo. Al seguir la dirección en la que apuntaba, Khali vio a Cai y Jim a lo lejos. Sin vacilar, corrió hacia ellos seguida de su compañera.
El viento azotaba como nunca. Los Maeistas oscuros volaban con rapidez atacando a todo quien estuviera cerca. Los seres de diferentes mundos intentaban defenderse lo mejor que podían. Pudo ver a más Guerreros cerca: Reff y Rochelle estaban a un lado batallando, tratando de quitarse a Maeistas de encima.
No hubo tiempo de saludos. Cuando Kháli y Gertrude llegaron, fueron a dar directamente con un Maiestas particularmente grande.
Kháli sentía que le faltaba el aliento. - ¡¿Dónde está la Reina?! - le preguntó a Cai cuando estuvo cerca y ambos se vieron libres por un segundo. La Reina era la única a la que Kháli no había visto en un largo tiempo.
Cai apartó el cuerpo de un Maiestas. - Está batallando contra las dos Torres. Cai tenía el ceño fruncido, casi todo su uniforme se encontraba roto por lo que tenía sus brazos y piernas expuestas, estas últimas estaban de un color gris.
Kháli reprimió un estremecimiento y se enfocó en la batalla. - ¿Ese es el Rey Mathán?. - Tenían que gritar para hacerse escuchar.
Cai asintió.
El Rey Matán parecía estar envuelto en un remolino del Caos. En su centro, él gritaba órdenes, miraba la creación de un mundo muerto y asesinaba a los seres que se atrevían a acercarse a él.
-No veo forma de acabar con esto, - dijo Cai, su tono denotaba gran cansancio. Kháli se dio cuenta que los demás Guerreros debían sentirse igual que ella. Los que aún estaban conscientes, apenas tenían fuerzas para permanecer de pie.
-¡Ya no puedo más! - exclamaba Rochelle mientras se acercaba. Tan desaliñada y tambaleándose al igual que Jim y Reff.
-Ya no escucho las órdenes del Rey, - comunicó Jim. Su espada estaba dañada en varias partes.
Gertrude negó con su cabeza.
Rochelle bajó de su montura. Se tenía que sostener con su espada como si fuera esta un bastón. - Todos estamos agotados y algunos muy malheridos. ¿Cuándo acabará?
Reff contemplaba a Mathán. - No acaba hasta que eliminemos al Rey.
-¿No puedes verlo? ¡Nada se puede acercar a él! ¡Cualquiera parece desintegrarse con tan solo acercarse!
-No es necesario que lo eliminemos cuerpo a cuerpo.
Todos lo miraron confundidos. Kháli era la única que comprendía lo que Reff quería decir. - Hablas de eliminar su ánima.
Reff la miró y asintió. - Así como lo hicieron tú y Alexandria con los árboles. Estoy seguro de que yo podría también.
Los demás parecían escépticos.
Kháli estuvo de acuerdo con el Peón. - Lo hice también con Quilúa en el Mercado Blanco antes de venir aquí, - esto sorprendió a todos. - Reff está en lo cierto, no es necesario tocar al Rey para eliminarlo.
-Aunque digan la verdad, no podemos acercarnos, - continuó quejándose Rochelle.
-Ella tiene razón, - dijo Cai apoyando a Rochelle, - Tan solo mírenlo, parece estar rodeado de una fortaleza invisible. ¿Cómo podremos atravesar sus defensas?
Kháli se removió incómoda y dijo lo que nadie parecía captar: - No es necesario que lleguemos todos…
Se hizo un silencio que nadie se atrevió a romper.
Kháli miró a Cai. Él negaba con la cabeza. - Cai, no…
-Sé lo que quieren decir, solo dame un minuto.
Cai se alejó unos pasos con el rostro entre sus manos mientras los demás se quedaron sumergidos en sus pensamientos, luciendo muy incómodos también. A nadie le gustaba la idea.
Reff anunció: -Kháli tiene razón. Podemos todos atacar, pero con que ella o yo logremos llegar puede ser suficiente para conectar con el ánima e intentar eliminar a Matán.
Rochelle sacudió bruscamente la cabeza. - ¡¿Están bromeando?! ¡Sólo mírense! ¡Apenas podemos estar en pie, ninguno de ustedes podrá llegar y mucho menos matar a un Rey!
Otro silencio. Jim le preguntó a Rochelle: - ¿Se te ocurre que hagamos otra cosa?