Participantes

Participantes.

 Los vengadores imperiales

 El ejército del Gran Duque estaba compuesto de soldados enojados, sus hogares habían sido masacrados y sus familiares vagaban por el mundo como refugiados. No podían hacer nada para salvarlos, ni siquiera tenían la seguridad de si iban a verlos otra vez, muchas historias de amantes separados, padres preocupados e hijos huérfanos se escuchaban por todo el ejército humano.

 No contaban con ningún mago dentro de sus filas, la única persona capaz de hacer magia falleció semanas antes víctima de una larga enfermedad, era un anciano que realizaba pociones de amor para ganarse la vida, nada sorprendente, solo un individuo dotado con un don que jamás pudo desarrollar por falta de oportunidades. Por otro lado, los caballeros imperiales y la Orden del Brillo acudieron a la llamada de Lord Gustavo sin rechistar, la caballería pesada jugaba un papel importante en todos los ejércitos del Imperio Cross, prescindir de ella era un error que terminaba costando graves derrotas.

 La parte más numerosa del ejército eran milicianos armados con lo que tuviesen a la mano, había de todo, desde lanceros ligeros hasta sujetos con garrotes repletos de clavos oxidados. Un arma poco elegante y carente de técnica, pero capaz de matar como la mejor de las espadas.

 Y finalmente, marchaban unos cuantos mercenarios contratados en las tabernas locales, hombres estúpidos cuyo único objetivo en esta vida era ganar dinero. No eran individuos confiables ni grandes peleadores, pero en tiempos de necesidad hacían falta hombres como ellos para rellenar las filas.

 En total, el ejército del Imperio Cross estaba compuesto de la siguiente manera.

 Líderes y héroes: Lord Gustavo (General), Sargento Claudio, Sir Lucas (Gran Maestro de la Orden del Brillo), Sir Godric (Caballero Imperial)

 300 Lanceros imperiales

 200 Alabarderos imperiales

 200 Espadachines

 100 Ballesteros imperiales

 500 Arqueros imperiales

 400 Mercenarios armados de manera irregular

 900 Milicianos armados de manera irregular

 100 Unidades de infantería pesada imperial (espadachines pesados, hachas a dos manos y garrotes enormes)

 3 catapultas.

 2 Trabuquetes

 140 Caballeros imperiales

 60 Caballeros pertenecientes a la Orden del Brillo

 Los invasores celestiales marchaban sin orden ni cohesión, los monstruos corrían salvajemente por los senderos negros y de vez en cuando se mataban entre ellos. En aquella hueste no había traidores ni adoradores del ángel blanco, era una mesnada compuesta totalmente de monstruos inhumanos.

 La visión de estos engendros en el campo de batalla era un duro golpe a la moral de las tropas imperiales, sus apariencias variaban tanto como los cabellos humanos, había mil ojos, desgarradores, gárgolas voladoras y otras abominaciones que parecían sacadas de una pesadilla.

 El ejército celestial tenía las siguientes huestes:

 Monstruos: (Números desconocidos)

 “Los asesinos negros”, un regimiento entero de 70 jinetes Dullahan.

 100 Dullahan a pie, armados con alabardas y espadas a dos manos.

 El bosque muerto haría honor a su nombre muy pronto, Lord Gustavo condujo a sus fuerzas directamente hacia la retaguardia del ejército celestial, su plan consistía en apresar a las fuerzas dentro del bosque muerto y luego rematarlos por detrás con la fuerza de sus caballeros. Teóricamente su plan no estaba equivocado, en el pasado, muchos conflictos se resolvieron con una carga brutal por detrás, sobre todo, si el enemigo intentaba huir para tomar una posición ventajosa.

 Por desgracia, las fuerzas celestiales contaban con una moral inhumana, ni siquiera el panorama más desalentador sería capaz de afectarlos.

 —Ya no tenemos más alternativa —susurró Lord Gustavo, el orgulloso Gran Duque respiró profundamente y luego se colocó el yelmo de la armadura. Su coraza blanca con incrustaciones doradas en el peto lo hacía ver realmente majestuoso. Ya cargaba con algunos años en sus espaldas, con 38 años el noble no podía llamarse a sí mismo un joven nunca más.