Prólogo

En la cuarta era del mundo de los hombres, la raza de lobos Alicante recuerda el momento de su exilio. Hace una era, los Alicantes vivían en una dimensión paralela a este mundo en donde ellos, hombres y mujeres lobo dominaban como especie al resto de los seres existentes. Los alicantes se distinguían por su gentileza, sabiduría y fuerza física. Estas habilidades los hizo ser aceptados como los lideres naturales en su mundo. Ellos son los reyes de estas tierras y la palabra de su alfa es ley en todo el mundo.

La tragedia llego un día. La bruja y consejera Silca se enamoró del alfa, pero Valán, ya enamorado, rechazo el corazón de Nara. Los celos de la bruja fueron entonces la perdición de alfa y de su pueblo. La bruja Silca ofreció en sacrificio todas las hijas mayores del pueblo de hechiceros a cambio del poder de separar al Alfa de su luna y no conforme con esto expulsó a los hombres y mujeres lobos Alicantes de su mundo. Ya han pasado mil años. El alfa y su luna reencarnan una y otra vez sin encontrarse, su pueblo despierta con cada reencarnación y espera su encuentro porque solo con la unión del Alfa y su luna el hechizo será roto. Solo su unión hará que todos regresen a casa.