La Bella y el Hombre

Ella es Hermione

En la  pequeña clínica odontológica de la calle Magnolia Swens se encontraba una muchacha ordenando unos informes, la chica llevaba un traje de color verde musgo y con un bordado de minie en el bolsillo , esta  se encontraba de espaldas archivando todos los informes para las atenciones del día.

-¿estás lista , Hermione? - le pregunto su mejor amiga del lugar, Ginny Weasly;  una chica pelirroja de unos veintitrés años la cual llevaba el mismo uniforme que la otra muchacha, pero su bordado era de la pata Daysie .

-me falta solo un poco, termino de archivar estos expedientes y luego yo cierro. Si quieres vete a casa , yo termino con esto -le dijo la muchacha, esta se volteo a ver a su amiga y la miro con sus hermosos ojos color café con leche y una sonrisa de cansada en el rostro.

-si quieres yo lo hago Hermione , ya tienes bastante con tu con las tareas que te mandan de la universidad -le dijo la pelirroja mientras tomaba algunos expedientes que se encontraban en la mesa y terminaba de ayudar a su amiga , Hermione la miro agradecida.

-gracias Ginny, ere la mejor amiga del mundo -le ella dijo mientras se sentaba en la silla más próxima.

-No te preocupes por eso, sabes que yo siempre te voy a ayudar . Ademas se muy bien todo el trabajo que haces de  estudiar durante la noche y trabajar en el día , a mi eso me tendría bastante cansada - le decía Ginny , mientras terminaba de ordenar, luego la miro- -¿Quedamos para mañana, verdad?-le pregunto la pelirroja observándola con carita de pena.

-casi se me había olvidado que me habías hecho una cita con tu hermano- le dijo la castaña a la pelirroja, esta solo sonrió .-Sabes que  iré, te lo prometí y yo siempre cumplo una promesa-le dijo Hermione y Ginny sonrió dando saltitos .

-gracias Hermione , mi hermano te va a encantar ya que él es un amor -le dijo tomándola del brazo cariñosa mente. Hermione solo podía sonreír y poner los ojos en blanco , la chica no estaba tan segura de conocer al hermano de su amiga . Pero esta le había insistido tanto que al fin cedió .

-entonces mañana a las siete  te pasare a buscar y espero que uses tu mejor atuendo -le dijo mientras se despedía de ella-cuídate nena, nos vemos mañana adiós -.

-adiós -le respondió Hermione con la mano para luego agarrar su bolso, Ginny es una buena amiga pensaba la chica  pero convertirme en su cuñada me pone la piel de gallina.   Había conocido a la pelirroja a los pocos días de entrar a trabajar para Severus Snape y desde que habían sido amigas , la chica había  tratado de emparejarla con su hermano mayor y la excusa que siempre ponía la pelirroja era que era la única mujer en una casa llena de hombres y necesitaba tener una hermana mujer . Con eso estuvo los  últimos cinco meses y no dejaba de decirle que los dos tenían muchas cosas en común y que serian la pareja perfecta , eso no hacia enojar  a la chica ya que Hermione pensaba que esta tenia razón. Hermione tenia veinticuatro años  y debido al tiempo que les ponía a su familia y a sus estudios no había podido tener novio formal desde hace bastante tiempo y no era porque fuera fea ni nada ; es mas era una chica delgada, media 1,64 cms, pelo castaños con rulos preciosas  y bonitos ojos cafés con leche  y ya con anterioridad había tenido pretendientes, pero siempre el lazo que la unía con su familia fue más fuerte . Hermione se acerco a su pequeño vehículo y abrió la puerta para entra mirarse en el espejo retrovisor y sacarse el tomate que tenia. El trabajar como asistente de medio tiempo de un dentista la estaba matando, sobre todo cuando Severus Snape la tenia de arriba para abajo mandando recados o en la búsqueda de algún informe .

-cuando obtenga mi título no voy a tener que verle la cara al estúpido de Snape o Dolores, no saben cómo tratar a las personas. Hay gente que se cree dueña del mundo y eso no es cierto -se dijo mientras se arreglaba su cabello y dejaba que sus rizos cayeran libres por sus hombros. - Cada vez queda menos para dejar de trabajar a que me manden y poder ayudar mejor a mi padre y a mi hermana -. La chica  se rió de su idea, mientras encendía  su vehículo y se fue rumbo a casa, sin  pensar que las cosas estaban por volverse color de hormiga.

 

 




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