La Bella y su Mafioso.

Capitulo 25.

Bella.

Media hora más tarde estaba en la pista bailando, pero no la música del club, no. Había encontrado unos auriculares en el bolsillo de mi pantalón, seguramente olvidados durante semanas allí. Los conecté a mi celular y puse música de mi agrado y entonces fui a bailar solitariamente. Las personas junto a mi me veían como si estuviera loca, pero no podía culparlos; debía serlo para ir a un club a bailar y terminar haciéndolo con unos audífonos a todo volumen. Además, la locura corría por mis venas así que en cualquier caso podía alegar demencia. De repente sentí como alguien me tomaba de la cintura y se movía el compás qué yo lo hacía, acompañando cada movimiento con certeza. Supuse que se trataba de Andrew por la delicadeza con la que me sujetaba, pero aún así debía comprobarlo. Traté de zafarme de su agarre, pero él no me dejó; lo intente nuevamente, pero mi fuerza era nula comparada con la suya. Aunque sí logré quitarme los audífonos con los hombros.

-¿¡Quién demonios eres!?

-Lo siento, pero te vi bailando en solitario y quise acompañarte.

Reconocí la voz. Era el tipo de antes, el que me culpo por su despido. Cuando sus labios rozaron el lóbulo de mi oreja sentí un escalofrío y las náuseas se hicieron presentes al sentir su aliento sobre mi piel.

-No seas así, vamos a divertirnos.

-Quiero que me sueltes ahora.

-¿¡A caso estás sordo!? ¡Te pidió que la sueltes!

Erick estaba junto a nosotros en un abrir y cerrar de ojos. Kassy tomo mi brazo y me llevo con ella cuando el tipo me soltó y Erick le propinó una piña en la cara. El tipo se tambaleó, pero entonces miro a Erick a los ojos y sonrió como si estuviera disfrutando la situación.

-¡Debemos irnos!

Le grité a Erick y Kassy asintió en aprobación a mi propuesta, pero el idiota tomo a Erick del cuello de su camiseta y lo golpeó. Ambos repartieron golpes el uno al otro, pero Erick estaba perdiendo; Luca, como se había identificado antes, parecía un boxeador profesional o al menos un matón.

Erick estaba en el suelo y Luca estaba a punto de propinarle una patada en la boca del estómago, pero se detuvo.

-Ora colpisci i bambini indifesi? Perché non scherzare con qualcuno che sa come colpire? ⁵

Andrew le lanzó una sonrisa poco amistosa y en sus ojos vi el fuego que ardía con el deseo de sangre. Sus puños estaban cerrados y tan apretados que ni diez hombres podrían abrirlos, su presencia en el lugar ocupaba el espacio de tres cuerpos y las personas a su alrededor palparon el peligro vibrando en el aire y se alejaron de él. Luca, trago con fuerza y en sus ojos distinguí el miedo, fue fugaz, pero allí estuvo. Al igual que el hecho de que esos dos se conocían.

-¿Y qué me dices?

Preguntó Andrew y comenzó a caminar lentamente en dirección al idiota que ahora estaba quieto como si el miedo lo hubiera paralizado allí.

-Non oseresti fare nulla davanti a così tante persone e ancor meno – Luca hizo una pausa y me miró al tiempo que sonreía y volvía la vista a Andrew - davanti alla tua Bella. Verità? ⁶

-¿Me pones a prueba? Porque ya perdiste.

Andrew alcanzó a Luca y colocó sus labios cerca de su oído y le susurro algo. No sé que fue, pero lo que le haya dicho logró que el tipo casi mojara sus pantalones. En un rápido movimiento Andrew lo tomo del cuello de su camisa y le dio una piña que rompió su perfecta nariz, un segundo golpe le siguió dejándolo casi inconsciente mientras Andrew se lo llevaba a rastras hacía afuera. Quería seguirlo, pero tenía que revisar a Erick primero.

⁵¿Ahora golpeas a niños indefensos? ¿Por qué mejor no te metes con alguien que si sabe cómo golpear?
⁶No te atreverías a hacer nada frente a tantas personas y menos frente a tu Bella. ¿Verdad?




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