Asi pasaron dos meses de una total paz, me senti el hombre mas feliz del mundo junto a Emma y su madre, cada tarde iba a la pasteleria a charlar con ella, de vez en cuando saliamos en mis dias libre, Marco ya habia vuelto y estube ese tiempo regañando a Baia cuando se entero de que se escapaba de los guardia, yo no entendia cual era si preocupacion si se conocia la fuerza de esa mujer, era capaz de cuidarse sola.
Ese cierto dia mi patrullaje, pude ver a la distancia a varios niños jugando en unas ruinas de una iglesia, me recordo tanto a mi aldea que casi se me salen las lagrimas, esos niños se veian tan felices y a mi solo me traia tristeza y que el corazon se me arrugara, como si la vida se me fuese entre manos. Derepente una espeza niebla comenzo a cubrir el lugar, los niños corrieron por miedo a los truenos que se empezaron a escuchar, pero uno de esos nios se callo, fui a buscarlo pero no lo encontre, cuando la niebla se disperso no habia rastros ni del niño ni de las gallina y obejas que por alli se encontraban, eso me recordo al dia en que Baia fue secuestrada por ese psicopata, pero esto era diferente, se sentia pesado el aire y cada vez se hacia mas dificil respirar.
-Baia, necesito que evacuen la ciudad y vayan todos a las catacumbas, ya alarme a mis hombre y estan cargando probiciones.- Baia me miro ojiplatica, con una pisca de terror en el rostro.
-Pero...pero que pasa Liam, por que tan derepente.
-Ha aparecido una niebla similar a la de ese dia y he visto desaparecer a un niño y unos cuantos animales, no es para nada seguro arriba hasta que sepamos que es nadie deberia salir.
-Esta bien, ponder en marcha a la armada y pondre al tanto a Marco, asi podremos evacuar lo mas rapido posible.
Era organizado pero a su vez un tanto caotico debido a las personas que se negaban a bajar, al igual de las personas preocupadas por sus animales, se les explico que se tenia un lugar para guardar a los animales y que al terminar todo se les entregaria, solo que debian permanecer abajo como minimo una semana hasta que se resolviera todo.
Aparecio Baia con la apariencia digna de una valquiria, pero no una cualquiera si no, la mas hermosa que te pudieces imaginar.
-Liam, ya estan todos dentro, he revisado dos veces y no falta nadie, y no hay rastro de la neblina.
-Esta bien, hay que mantenernos en guardia, y Marco?- Con una amarga expresion me respondio.
-Nadie lo ha visto Liam, ni sus propios hombres saben algo de el, estoy realmente preocupada.- Coloque mi mano en su hombro, en un intento de consuelo.
-No te preocupes el es muy capaz, estoy seguro de que estara bien, ya es mi turno de patrullar, revisare a todos antes de irme, y si se algo de el hare todo lo posible por traerlo de vuelta.- Sus ojos llenos de esperanza me dieron fuerzas para seguir, estube a punto de llorar.
Al pasar revisando la condicion de las personas de la ciudad escuche mi nombre de parte de una voz femenina, era Emma, con aquella mirada electrizante que tanto me gustaba, fui rapido a alcanzarla.
-Emma, esta bien?, como esta tu madre?
-Estamos bien no te preocupes lo que queria saber era como estabas tu con toda esta conmocion, te vi un poco decaido antes.
-Si, todo me tiene un poco agitado pero estoy bien, lo principal son los ciudadanos del reino, luego nosotros, hasta Baia dejo su trauma de lado para vigilar.
-Que bueno, me imagino que ya debes irte.- Un beso dulce y suabe fue pantado en mis labios con tal gracia que casi quedo sin aliento, en ese momento senti que todo se desvanecia, fue asombroso.
-Te deseo suerte mi querio Liam.- Dijo mientras se separaba de mi, con aquella sonrisa que tanto deslumbraba.
-Volvere pronto mi querida Emma