CAP 4

ABRIL JOHNSON

El día era lluvioso, estaba sentada junto a la ventana viendo las gotas de lluvia caer, mis lágrimas son idénticas a la lluvia, su estructura, su transparencia me hacen sentir paz son exquisitamente perfectas.

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En un suspiro melancólico volvió la mirada a su libro, el libro que tanto le ha hecho pensar. Lo miraba con nostalgia y fricción.

-Estás bien? -Preguntó la sardina a su lado.

Abril la miro con tristeza y luego cerro el libro con enfado.

-Si te pone de mal leer, es mejor que no lo hagas.- Enfatizo con un tono delicado

Abril bufó y salió de la habitación dirigiéndose al patio. Al llegar allí se acostó en la hamaca mirando el cielo, un cielo oscuro y nublado. Paso varios minutos ahí hasta que le empezó a dar frio, estaba segura que tendría un resfriado al exponerse a la lluvia.

-Qué haces ahí, te mojaras.-Dijo el muchacho al otro lado del patio.

Abril lo miró burlona y soltó una risita exagerada, meciéndose cada vez más rápido en la hamaca. 

-No me había dado de cuenta, vaaaaa tonto. -Dijo la chica entre risas.

Este se sentó en un escalón que tenia la valla y se quedo viendo a la chica. No entendía el porque de la extraña actitud, aunque pensándolo bien ella siempre había sido asi, ruda, misteriosa e incomprendible. Siempre había querido descifrarla y saber que pensaba pero ella nunca quería interactuar.

-Querido Landon, te mojaras- Dijo la chica con sarcasmo, para luego meterse en la casa.

Y si, lo había dejado solo. Nadie dejaba solo a Landon, ella era la única, la única que el quería. Se había enamorado perdidamente de ella y ni el mismo sabia como había ocurrido, pero de lo que si estaba seguro, era que no la podía sacar de su mente, podría estar jugando futbol o comiendo y siempre estaba Abril allí, gruñona y con la mala cara que siempre traía.

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ABRIL JOHNSON

Sinceramente no me apetece hablar, así asimilo mejor la situación, así analizo cada movimiento y cabe decir que las palabras siempre terminan destrozando a las personas y se vuelve difícil volver a ser lo que se era antes. Como por ejemplo a mi, todavía no me he podido reconstruir.