El resto del día me perdí en mis pensamientos, solo observo al profesor mover los labios sin entender ni una palabra, en mi cabeza solo hay recuerdos. Al salir de la escuela fui a la casa de mi padre, pero al llegar no encontré a nadie, solo una nota de Miranda que dice que regresarían en la noche.
A mí me parece bien, la casa para mi sola.
—Hola panque— salude al pequeño perro y lo acaricie.
Entre a la cocina a comer algo, cereal con leche, no soy muy exigente en ese sentido, además me siento un poco decaída, tal vez sea la nostalgia, subí a mi habitación, deje mi mochila en la cama y me senté frente al computador, quiero buscar más sobre esa noticia del bosque, ya no es solo por la calificación, ahora se trata de que tal vez mi historia favorita es verdad. ¿A quién no le gustaría que su historia favorita fuera real?
Pero no puedo encontrar nada más, tal vez deba de olvidar este asunto y empezar a hacer mi tarea, aunque tengo todo el fin de semana es mejor empezar ahora, no quiero hacerlo para el último minuto, ya que normalmente siempre es así. Empecé a trabajar cuando sonó mi teléfono, es Dina.
—¿Qué pasa Dina?
—¿Adivina qué?
—¿Qué?
—Ya le dije a todos sobre tu fiesta
—¡¿Todos?! ¿Quiénes son todos?
—Los chicos de nuestra clase claro, y cuando invite a Alex me dijo que si podía invitar a su equipo de fútbol y le dije que sí, así que habrá mucha gente en tu cumpleaños
—Genial— le dije de forma sarcástica mientras me levanto de la silla y me acuesto en mi cama.
—Pero la mejor parte es la siguiente, cuando le dije a Alex me pregunto si habría pastel y le dije que sí pero que aún no lo compraba y me dijo que si podía acompañarme a comprarlo ¡lo puedes creer!
—Que bien por ti—dije sin mucho interés
—Por favor deja de ser tan amargada Aileen
—Enserio estoy feliz, solo que... nada, olvídalo creó que si estoy siendo amargada
—No te preocupes todo saldrá bien, por cierto, el jueves iremos a comprarte un vestido
—No, no, y no, yo decido que usar
— No, tú me dejaste organizar tu fiesta y todo debe ser perfecto, así que el jueves te llevare a comprar un vestido
—No tengo dinero— Si tengo, pero no quiero usar un vestido.
—Yo lo pago
—¿De verdad prefieres pagarlo tú con tal de que lo use?
—¡Claro!, ese será mi regalo
—¡Ahh!, solo lo usare unas horas y ya
—Hecho, bueno ya me tengo que ir, nos vemos el lunes
—Adiós
Después de hablar con Dina ya no me dieron ganas de hacer tarea, estando ahí recostada y mirando el techo me relajo.
—Lo hago mañana—Me levante, guarde mis cosas y fui a tomar un baño.
Después me puse a ver series en televisión hasta que me quede dormida.
El fin de semana se pasó muy rápido, me la pase en mi cuarto viendo películas y series, y apenas logre terminar mi tarea, la deje al final como siempre.
Y de nuevo ya es lunes, la misma monótona rutina de siempre, despertar, arreglarse, desayunar e irse a la escuela, cunado llegue a clase me senté al lado de Dina, ella me empezó a platicar sobre lo que hizo el fin de semana cuando inesperadamente mi teléfono sonó, es mi padre, no lo había visto desde el jueves así que conteste.
—Hola papá, ¿Qué pasa?
—¿Estas muy ocupada?
—Bueno aun no empieza la clase así que dime rápido lo que me tengas que decir
—Bueno Aileen seré directo, de eso quería hablarte el jueves...
—¿De qué?
—Que cuando cumplas 18 podrás decidir en donde te quedaras y quiero que te quedes con Miranda y conmigo
Me quede sin palabras, no pensé que me pediría eso, significa que me quiere con él, yo también lo quiero pero...
—Ya hable con tu madre y ella dice que tienes que quedarte con ella y yo no quiero eso, tienes que...
—Ahhh, ya entendí por qué me pides que me quede contigo, no por que quieras, sino porque no quieres que mi mamá gane— me puse muy furiosa, todos me miran muy raro, así que mejor salí del aula para hablar en el pasillo, a estas alturas ya no puedo contenerme, desde que recuerdo ellos pelean por quien se queda con la mejor parte, no están viendo por mí, están compitiendo de nuevo, y ya estoy harta de eso.
—No Aileen, no es eso...
—Sí, si es eso, ustedes siempre están peleando y no se dan cuenta de cómo me afecta a mí, y sabes que, yo no quiero quedarme con tu familia, así que no te molestes en decirme que me quede
Colgué el teléfono, no quiero seguir hablando de eso, me siento tensa, un gran nudo en la garganta, no puedo evitar apretar los puños, y un par de lágrimas bajan por mis mejillas, luego aparece Dina.
—Tranquila Aileen, todo estar bien—ellas sabe sobre este asunto, me ha apoyado cuando me siento mal—Vamos adentro, ya casi comienza la clase, debes distraerte un poco, hablaremos después