TE ENCONTRÉ.
Es la única frase que dice la nota.
Me sentí muy feliz, Leander ya sabe en donde estoy, será cuestión de esperar a que venga por mí, tengo que agradecerle a Dina por avisarle, pero, espera un momento, ¿Cómo estoy segura de que es de Leander? ¡¿Qué tal si es de Evan y quiere vengarse?! ¿Pero él no puede saber en dónde estoy? ¿Y qué tal si Dina le dijo sin saber que ahora el me odia? ¡¿Y si Evan trata de matarme mientras duermo?!
No puede, ni él ni Leander pueden salir del bosque durante la noche, ¿Y por qué no habría de venir durante el día? Mi mente se convirtió en un campo de batalla, me siento muy confundida.
Si es de Leander será mejor planear como escapar, ¿Pero cuándo vendrá por mí? Solo me queda esperar a ver quién viene y que pasa, pero me pone de nervios el solo pensar en las posibilidades, por ahora voy a romper esta nota para que nadie la vea.
La rompí en tantos pedazos como me fue posible, luego la puse en el inodoro y deje que se fuera por el drenaje, ahora solo me queda esperar.
—¡Aileen ven a ayudarme con la comida!— me grito Miranda desde el primer piso.
—¡Si, ahora bajo!— desde que llegue aquí solo me limitan a hacer labores domésticos, como cocinar o limpiar, ya que no me permiten salir me tienen como su sirvienta prácticamente, bueno realmente Miranda hace la mayor parte del trabajo, pero no me gusta estar con ella mucho tiempo, aun no me siento cómoda.
Al terminar de preparar la comida, nos sentamos a la mesa para comer, papá no está, hoy es uno de esos días en los que trabajaba hasta tarde, cuando termine de comer me dispuse a subir a mi habitación de nuevo pero antes de irme Miranda me detuvo.
—Aileen necesito que lleves a Sara a jugar al parque un rato, y así tú también puedes salir un momento a distraerte y relajarte—dijo amablemente.
No me gusta salir con Sara porque a veces es demasiado molesta, pero ahora soy capaz de soportar eso con tal de salir un rato, me siento como en prisión.
—Si claro, vámonos Sara— le dije a esa pequeña niña, está sentada en la mesa con un libro para colorear, tiene sus dos colitas con listones en su cabeza, ella volteo a verme y sonrió.
—Sí, pero antes tengo que ir por mis juguetes— dijo mientras se levanta de su silla.
—Pero Sara no los necesitas en el parque hay muchos juegos que puedes usar, como los columpios, las...
—¡Yo quiero llevar mis juguetes!—grito molesta y arrojo sus colores al piso como protesta, aun no nos vamos y ya empezó,
—Sara compórtate, está bien ve por tus juguetes y quiero que obedezcas a Aileen, ¿Entendido?— intervino Miranda, ella sabe que Sara y yo no somos muy unidas.
—Si mami—lo dijo como si lo fuera a hacer, luego subió las escaleras hacia su habitación, yo solo guarde mi teléfono en el bolsillo de mi pantalón, me pare en la puerta para esperar a Sara, el parque no está muy lejos de aquí, basta con caminar algunos 10 minutos, solo he ido una vez a ese parque desde que llegue aquí, es muy grande, tiene árboles de flores moradas, algunas estatuas, y un par de fuentes de agua muy hermosas.
—Ya estoy lista— dijo Sara bajando las escaleras con 3 muñecas, una pelota, y 2 muñecos de peluche.
—¿Piensas llevar todo eso? No podrás con todo, apenas puedes bajar las escaleras— le dije con la esperanza de que deje algunos, porque sé que al final yo terminare cargándolos.
—Pues entonces ayúdame—dijo molesta
Sentí rabia por dentro pero no dije nada, tome los peluches las muñecas y ellas sólo tomo la pelota.
—Bien ya vámonos— le dije mientras salía por la puerta.
—Tengan cuidado, y regresen pronto—se despidió Miranda.
—Si mami—respondió Sara y camino delante de mí.
Mientras caminamos pensaba en Dina, en si sería capaz de ir a buscar a Leander, si mal no recuerdo ella no lo había visto desde que éramos niños, al único que vio fue a Evan, ¡¿Y si no pudo encontrar a Lenader y se lo dijo a Evan?! Ya no sé ni que pensar.
—Aileen ya me canse de caminar— me dijo Sara fastidiada
—Aun ni siquiera hemos llegado a medio camino, no seas exagerada—dije algo molesta
—Quiero que me cargues estoy cansada— se paró frente a mi impidiendo que avanzara y además me mira muy molesta.
—A ver Sara, o te cargo a ti, o cargo todos tus juguetes, no puedo cargar todo, por eso te dije que no debías traer tantas cosas—trate de decírselo sin gritar ni sonar tan enojada