—Evan no puedo quedarme ahí, me dan unos terribles ataques de pánico en las noches no puedo mantenerme encerrada, me paso en mi casa cada noche—le explique lo que me ocurría en esos incidentes, eso será un problema
—Aileen eso te paso porque realmente estabas encerrada, pero ya no lo estas, vas a ver que eso ya no te va a pasar—dijo muy seguro
—¿Cómo lo sabes? ¿Cómo estas tan seguro?—insistí, ¿En serio era solo porque estaba encerrada en casa de mi papá?
—Te juro que es verdad, lo que pasa es que con esta maldición tus sentimientos y comportamiento están más sensibles, el entorno te afecta demasiado, es por eso que te daban esos ataques, es verdad que sientes un deseo fuerte por ir al bosque, en mi caso no puedo evitar ir porque me convierto y pierdo el control, pero tú y Leander si tienen la oportunidad de no ir, te sentirás ansiosa y quizá no duermas, pero podrás soportarlo ya que serás tu misma y ya no estarás encerrada—dijo muy convencido, yo solo espero que sea cierto.
Si es así no habrá problema, tampoco con su familia, en la casa de Evan no vive nadie más, él tiene un hermano mayor pero vive en otro lugar con su propia familia, y su padre murió cuando Evan era solo un bebé.
Despues de varios kilómetros de viaje llegamos a la estación de autobuses del pueblo, bajamos del autobús y caminamos hacia casa de Evan, ya que según dijo no está lejos de la estación, pasamos por algunas calles, un pequeño mercado con frutas, verduras, carne, flores, y más cosas que no alcance a ver, por ultimo dimos vuelta en la esquina de una heladería, y una cuadra más adelante nos detuvimos en una casa.
—Antes de entrar revisaré que en serio no este mi madre, espera aquí— Evan entro a su casa y cerró la puerta, no puedo creer que es la primera vez que vengo a casa de Evan, no puedo dejar de mirarla, es muy bonita, de color lila, con varias ventanas libres de barrotes, y un bonito jardín.
Al cabo de un par de minutos apareció Evan.
—Ya puedes pasar, no hay nadie—dijo desde la puerta
Entre a su casa, me sorprendió el orden, ya que su madre casi siempre está trabajando, es muy linda, con fotografías en las paredes, muebles de madera, y muchos accesorios de decoración.
—Ven, por aquí están las escaleras—lo seguí
Subimos hasta llegar a su habitación, abrió la puerta y me dejo pasar.
Nunca me había imaginado como seria la habitación de Evan, pero no es como yo esperaba, su cama estaba tendida, sus cosas ordenadas, solo había una pila de ropa en una silla, pero bueno incluso yo tengo una.
—Wow Evan me sorprende tu habitación, a veces ni siquiera la mía esta así—dije como un alago
—Bueno la ordena mi mamá de vez en cuando, yo trato de hacerlo pero si no fuera por ella no se vería así, pero bueno, siéntate que aún tenemos que hablar—volvió al tema principal
Me senté en su cama y el arrojo la ropa al suelo y se sentó en esa silla.
—Si de hecho tengo que preguntar, ¿Por qué me trajiste hoy? Creí que acabábamos de hablar y que habías dicho que mañana—pregunte
—Qué bueno que lo mencionas, solo lo dije para confundir a tu madrastra
—¿Miranda?
—Sí, ella estaba escuchando nuestra conversación, no escucho todo solo algunas cosas, como la parte de que mañana iría por ti, la escucho perfectamente y por eso mejor te traje hoy, ya que mañana se lo esperaba
—¿Cómo lo sabes?
—Por qué ahora tengo un gran oído, pude escuchar algunas reacciones de ella mientras hablábamos, como cuando te dije que Leander estaba en el hospital, escuche que ella dijo “¿Quién será? Seguramente aquel que estaba con ella en el bosque”, por eso no te dije lo que paso a detalle para que no escuchara, solo te dije que seguramente ya tenías una idea y trate de no mencionar mucho el asunto por eso, y cuando dije que mañana vendría por ti ella dijo: “Ya veremos”
—No puedo creer que Miranda haya escuchado, pero ahora que sabe que me iría seguramente vendrán a buscarme en cuanto se den cuenta de que no estoy
—Lo sé, esa es otra razón para traerte a mi casa, ellos no saben en donde vivo, y seguramente irán a buscarte primero al bosque y al ver que no estas no tendrán más opción que esperar a que regreses, eso te dará la libertad de estar en el bosque sin preocuparte una vez que vean que no estás ahí
—Que gran idea—es muy astuto