Capítulo 2| Silueta

—¡No puedes hacer eso!—La chillona voz de Giselle penetra mis oídos de manera tortuosa, haciéndome cubrirlos con las palmas de mis manos de manera insconsciente.

La fulmino con la mirada tomando una papa del plato, la cual no tardo en disgustar. Esther se deja caer en el sofá delante de nosotras, acomodándose en el lugar como si de su casa se tratara, y esque hemos pasado por tanto que se podría decir que prácticamente somos uña y mugre, bueno, somos tres.

—Deja de ver esos programas—Esther toma el control remoto del esquinero al lado del sofá donde se encuentra, apagando la televisión para desgracia de Giselle—. No aprendes nada de ellos.

—¿No?, aprendo a diferenciar potenciales idiotas de primera—Se cruza de brazos evitando la mirada de Esther cual niña pequeña haciendo berrinches.

—La protagonista es una masoquista, es eso—habla Esther escueta, pasando un mechón de su cabello detrás de su oreja—. Debería alejarse de ese chico, pero no, le gustan los problemas.

—Bueno, tal vez tú nunca sentiste atracción hacia el peligro—Se encoge de hombros Gisselle, haciendo girar los ojos a Esther.

Esther abre la boca para refutar, sin embargo la miro mal a lo que cierra la boca, después le doy un codazo a Gisselle lo que hace que ambas me miren con total curiosidad.

—Chicas, no las traje para hablar de telenovelas—refunfuño restándole importancia a su extraña conversación.

Esther suspira asintiendo, cambiando su semblante a uno que asimila ser serio—Es verdad, querías contarnos algo.

—¿Qué era?—Gisselle toma su cola de caballo, pasando sus dedos por ella desenrredandola un poco.

—Bueno, ayer pasó algo—vacilo un poco, pero respiro y les cuento todo—. Le conté algo a Esther ayer pero muy por encima, ayer que salí del departamento para dirigirme a la cafetería me sentí observada, comencé a escuchar pasos detrás de mí y entonces caí en cuenta de que alguien me seguía muy de cerca. Por lo que vi fue la silueta de un hombre.

»Para mi suerte no faltaba mucho para llegar, así que corrí como nunca antes y logre entrar, pero cuando acabó mi turno pasé por el mismo lugar que de costumbre y vi a un chico con una sudadera negra, no vi muy bien su rostro, solamente sus ojos y no me sentí segura.

Ambas se miraron extrañadas y totalmente interesadas en mi relato, Esther mantenía su ceño hundido mientras que Gisselle se observaba pensativa.

—Pues deberías tener cuidado, últimamente han estado ocurriendo bastantes asesinatos y como siempre robos—opina Gisselle con un tono de preocupación, cuando volteo a ver a Esther ella se encuentra asintiendo levemente.

En las noticias lo primero que se hace saber es sobre los múltiples asesinatos que han estado ocurriendo en RedVille, normalmente la población se preocupa por la situación actual que acontece pues así nadie sabe si está seguro al salir de su casa, bueno, incluso en su mismísimo hogar.

_El chico era extraño, me mantuvo la mirada—digo en un murmullo pensativa—. Además cuando avancé aún sentía su mirada sobre mí.

Siento las cálidas manos de Gisselle envolver las mías, cuando volteo a verla me regala una mirada tranquilizante.

—Tranquila, ya pasó todo—Escucho la armoniosa voz de Esther, la verdad ese tema sí me afectó un poco, pero me siento más tranquila al contarles todo.

—No es todo.

—¿No?—cuestionan al unísono ladeando la cabeza a la par, de una manera casi idéntica que por unos instantes me asusta.

—No—Hago una leve pausa—Hace unas horas fuí para hacer las compras, pero regresé rápido pues sentí que alguien me observaba, entonces cuando gire la cabeza para mirar por encima de mis hombros enfoqué una silueta a lo lejos.

Esther dio un respingo, estaba casi por comerse las uñas seguramente por lo que le conté mientras que Gisselle me miraba con preocupación.

—Deberías llamar a la policía—sugiere Gisselle en un tono de voz bajo.

—Tal vez solo me estoy haciendo ideas, además después siguió su rumbo—Suspire acomodando mi cabello detrás de mis hombros—. Solo que lo de ayer no me deja tranquila, tendré más cuidado.

Esther parece pensarlo un poco pero termina asintiendo levemente, el silencio nos inunda pero para evitar aquello Esther presiona un botón del control remoto encendiendo la televisión.

Se transmiten las noticias sobre el tema que ahora mismo queríamos dejar de lado, la reportera se encuentra en una carretera que no reconozco, detrás de ella las cintas amarillas junto con algunas patrullas y expertos revisando la escena, también se observa a algunas personas alrededor intentando ver lo que sucedió, sin embargo algunos oficiales los apartan.

No dejo de detallar la escena hasta que la reportera pelinegra comienza a hablar.

—El cuerpo fue encontrado por una pareja de jóvenes que pasaba por el lugar para dirigirse al bachillerato, se cree que es una víctima más de los múltiples asesinatos que han estado arrasando en RedVille, no es casualidad que se crea que el culpable sea un asesino serial pese a que no hay ningún lazo u órden en los asesinatos.

»Una posibilidad es que los asesinatos sean cometidos por varias personas, aunque la búsqueda es difícil pues todo se realizó con sumo cuidado y no se han encontrado muestras de ADN o algún indicio que logre sacar a relucir a los culpables de estas atroces muertes las cuales han dejado aterrada a toda la población.

»Como es de esperarse han salido a la luz varias teorías por parte de los televidentes, pero como no se ha encontrado algún órden en los asesinatos los oficiales no dan una respuesta clara, así que lo que se aconseja es no recorrer lugares desolados y mucho menos salir solos de sus hogares por las noches.

Gisselle le arrebata el control remoto a Esther para sorpresa de ambas, baja el volumen y voltea a vernos con nerviosismo en su voz.

—Tranquila—Me acerco a abrazarla al igual que Esther. Parece que le ha afectado—. Todo estará bien, las autoridades se harán cargo.