La Bestia Y La Bella

CAPITULO 57

SORPRESAS.

El timbre del departamento sonó. Milly abrió los ojos aturdida, miró hacia el reloj en la mesita de noche, eran media noche, frunció el ceño ante la insistencia. Se levantó buscando la bata rosada y su zapatillas, levantó sus brazos aplacando los rizos de su cabello y fue hasta la puerta principal de su departamento. Encendió la luz y se asomó por la mirilla, en la puerta estaba 'Akil con una expresión furiosa y con una espesa barba que lo hacia parecer algo desaliñado.

Milly sintió que su corazón daba un vuelco, por instinto cubrió su vientre. ¡Oh Dios! ¡Max! Suspiró intentando tranquilizarse pero el repentino sonido del timbre la sobresaltó. Giró la llave y deslizó la cadena antes de abrir la puerta, mientras pensaba en lo que 'Akil estaba a punto de decirle; seria posible que...

'Akil la miró de arriba a abajo con desprecio en sus ojos oscuros.

- ¿Por qué lo has hecho? - Demandó mostrándole los papeles del divorcio.

Milly abrió los labios sin poder decir nada ante la sorpresa de su visita. Él paso al departamento sin ser invitado, Milly se sostuvo en la puerta por unos momentos antes de tomar fuerza para enfrentarse al amigo de su ex esposo.

- No creo que sea buen momento para una visita príncipe 'Akil - cerró la puerta y le miró cruzando los brazos sobre su pecho -, es medianoche y...

- ¡He hecho una pregunta y quiero la respuesta! - exigió arrogante.

- ¡Mi vida privada no es de su incumbencia majestad! - replicó indignada ante su actitud.

- Lo es, creeme - se acercó a ella mirándola molesto -, lo es si con esta acción lastimas a personas que les tengo gran estima.

La joven sintió gran sorpresa al escuchar esas palabras en boca de 'Akil, se irguio y curiosa levantó la mirada hacia él.

- Georgie vino a verme llorando por lo que encontró en la habitación de terapia intensiva - le dijo -, no podía creer que fueras capaz de hacer eso estando Max en coma.

- No hay nada que hacer - respondió Milly yendo hacia la cocina -, no está en manos de nadie las desiciones que Max y yo hayamos tomado en lo concerniente a nuestro matrimonio.

- ¡Demonios! - fue hasta ellos tomándola del brazo para enfrentarla -, ¡Max está en coma! ¿Cómo pudiste hacer eso si sabias que él no tenia ninguna oportunidad?

- ¿Qué quieres decir? - Demandó Milly retándolo con los ojos -, ¿Crees qué yo fui la que metió la demanda del divorcio? Estas equivocado príncipe 'Akil, Max lo hizo, yo sólo he aceptado su voluntad, él... - pasó saliva y se soltó de la mano morena -, quería su libertad y yo se la he dado, es lo menos que puedo hacer.

Sus ojos se llenaron de lágrimas y bajó la mirada ocultándola de él. Suspiró sintiéndose muy agotada.

- Él me lo pidió el mismo día en que fui secuestrada - le confió con voz ronca -, yo sólo estoy haciendo lo que él quería, es lo único que puedo hacer. Para mí es su ultima voluntad, para que cuando salga del coma al fin pueda hacer su vida. Volver a empezar.

- Aún así creo que esto deben arreglarlo cuando Max este en condiciones para poder firmar los papeles - arrojó los papeles a la encimera de la cocina -, se lo debes Lady Mildred.

Milly le dio la espalda recargándose en el fregadero mirando por la ventana

- Como ya le he dicho a mi padre y ahora a ti, Max tomó su decisión y yo debo de respetarla, se lo debo. Tiene derecho a ser feliz.

- ¿Y crees que esto lo va a lograr?

Milly se volvió mirándolo con algo de sorpresa. Bajó de inmediato la mirada moviendo la cabeza negando sus palabras.

- No lo sé príncipe 'Akil - aclaró su garganta -. Lo único que puedo asegurar es que él nunca podrá ser feliz a mi lado, y aunque Roberta ha muerto...

La miró sorprendido como si no entendiera lo que le decía.

- ¿Qué demonios tiene que ver Roberta en este asunto? - Demandó 'Akil molesto.

- Ella es la mujer que Max ama.

'Akil la miró buscando en su rostro ser víctima de una broma cruel por parte de ella, pero al verla serena y completamente segura de lo que decía pasó una mano por su cabello.

- ¿Roberta? - levantó la voz -, ¡Max nunca podría amar a una mujer como ella! Lo conozco demasiado bien para creer esa tontería.

- No es ninguna tontería príncipe 'Akil - replicó la joven -, yo..., los vi. Él... Me mostró que en realidad la mujer que él ama es ella, yo, yo no podría entrometerme entre ellos dos.

Milly miró al atractivo príncipe árabe sin ocultar el dolor que aquella escena todavía le seguía causando. Él bajó la mirada algo confuso por las palabras de Lady Mildred. Sus ojos se posaron en los papeles del divorcio, los movió un poco con los dedos pensando en lo que Max pudo haber hecho para que ella creyera tal locura.

Hubo un largo silencio entre los dos.

Milly se soltó de la orilla del fregadero y suspiró sintiéndose muy cansada.

- ¿Ese era el motivo de su visita majestad? - Inquirió aparentando una calma que no sentía -, si lo ha sido, espero que pueda decirle a Georgie que no fue mi intención todo esto. No hay nada que ella o yo pudiéramos hacer. Ella conoce mejor a su hijo que yo, así que es mejor que olvidemos todo este asunto.

- Esto no ha acabado Lady Mildred - sostuvo en la mano los papeles -, tengo que hacer algunas averiguaciones acerca de la más descabellada tontería que he escuchado sobre Max en los más de veinte años que tenemos de conocernos. No creo, ni creeré eso que acabas de decirme, Roberta no es la mujer que mi amigo ama, todavía no estoy seguro si alguna vez sintió algo así por nadie - la miró -, lo siento no es con la intención de hacer sentir a nadie mal por eso.

- No lo has hecho príncipe 'Akil - suspiró Milly bajando la cabeza -, lo sé, sin embargo estoy completamente segura que Max siente algo más que cariño por Roberta. Sé lo que vi.

'Akil caminó hacia la puerta inquieto. Milly fue tras él, de pronto él se detuvo girándose hacia ella.

- ¿Sabias que Roberta y Claude fueron los autores de tu secuestro?



#1649 en Novela romántica

En el texto hay: romance, amor, bella

Editado: 05.11.2019

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