La Beta Del Alpha

CAPÍTULO 3

Elizabeth

Es extremadamente temprano ¿quien dijo que tenía que ser tan temprano todo esto? Si claro como olvidarlo fue Dalton. Inventando que quería ser alpha lo más pronto posible. Ahora estoy despierta desde las 04:00 am ya que tengo que arreglarme para la ocasión, pero estoy completamente segura que todo esto lo quiere hacer a las 06:00 am nada más para fastidiarme.

Mi mirada iba decayendo cada vez más ya que el sueño amenazaba con vencerme a tal punto que mis ojos se cerraron, pero los abro en sorpresa al sentir un pellizco en mi brazo.

—¡Si estoy despierta! —digo abriendo mis ojos.

—Hija otra vez volviste a dormir y tu hermana por quinta vez te volvió a pellizcar —miro hacia mi derecha, mi hermana con una sonrisa torcida.

—Tranquila madre, yo estaré feliz de despertarla cada vez que cierre sus ojos —dijo con claro tono de burla.

—No es gracioso Mily —dice mamá y mi hermana levanta las manos en rendimiento.

—Dalton es un estupido engreído que no piensa en los demás —comentó bostezando.

Mi madre seguía ondulando las puntas de mi pelo completamente liso.

—Ya está —dice mamá —, quedaste perfecta hija.

Besa mi frente y mira su reloj de muñeca.

—Son las 05:20 creo que ya es hora de que vayas cambiándote de ropa —mi madre fija la mirada en mi hermana —. Vamos Mily que te tengo que peinar.

Mi hermana y madre salen de la habitación y quedo completamente sola.

Creo que si duermo un poco unos cinco minutos no afectará en nada, ¿verdad? Miro mi cama y el vestido que esta sobre esta una y otra vez pensando en qué haré...

Dormiré un rato, cinco minutos no hacen daño a nadie, sonreí con malicia y me lance de nuevo a la cama bostezando y cerrando mis ojos.

Olvidándome de ser Beta reina, de la coronación, de Dalton y de todo a mi alrededor solo éramos la cama y yo.


 

                                      ****

—¡Mierda! Hija despierta —sentí unas sacudidas en mis hombros.

Fui abriendo los ojos lentamente para ver la desesperación en los ojos de mi madre.

—¡Son las 06:00! —terminó de despertar y sacudí un poco la cabeza intentando de reaccionar —. ¡cámbiate pero a la de ya!

Sale del cuarto mi madre enojada y tal vez mi padre estará igual o peor.

Me levanto de la cama y tomo el vestido blanco para colocármelo, es un vestido de  mangas largas, escote cuadrado que hace que mis pechos luzcan su grandeza y no es que tenga los pechos más grandes pero tengo lo promedio, él vestido era largo y tenía una cola.

No se porque mierda tengo que ir vestido de blanco, parezco una puta novia a punto de casarse.

Deslizó el vestido por mi cuerpo hasta entrar por completo en el, tomo mis zapatos de tacón con altura promedio y me los coloco.

Al estar lista bajo las escaleras de la casa bostezando. Mi padre me mira furioso pero intento evitar pelear tan temprano.

—¡Acaso no te das cuenta de la magnitud de los problemas en los que estamos! ¡Danton está furioso y su hijo exaltado!

—Entonces vámonos ya —digo desganada y con sueño todavía impregnado en mi interior.

Mi padre respira y suelta el aire para a luego asentir, salimos de la casa y entramos a el auto, el viaje la pasé intentado no dormirme en el camino. Nunca había madrugado tanto, solíamos ir a el instituto a las 08:00 así que no se que es estar despierta desde las 04:00 am.

Llegamos hasta el lugar de celebración que es un tipo de iglesia dedicada sólo para las coronaciones, se dice que antes la utilizaban para darles ofrendas de sacrificio a la diosa luna, pero no con hombres lobo sino con lobos comunes. Ya esas son tradiciones ancestrales que no se practican desde hace muchos años atrás.

Salgo del auto casi cayendo del sueño pero solo fue un pequeño desequilibrio.

—¿Estas bien hija? —pregunta mi padre, asiento sonriendo en medio de mi cansancio pero a la vez con los ojos abiertos.

Al pisar el lugar de coronación todo estaba compuesto como una vieja iglesia con bancas a cada lado la diferencia era que no había ninguna cruz ni nada por el estilo, todo era adornado por candelabros de cristal y por donde pisaba era una alfombra roja elegante y lisa.

Dejo de mirar el piso y alzo la mirada para encontrarla con Dalton el cual me mira de una manera extraña, eso me hace fruncir el ceño sin entender que le pasa, desde ayer me esta mirando así. Voy entrando y todos los presentes son alphas y lunas de cada manada cercana y hasta lejana acompañados algunos de sus hijos.

Mi madre a mi lado me pega un codazo.

—Sonríe —susurra.

Y comienzo a extender mis labios cerrados en una sonrisa adormitada.

Llegó hasta donde se encuentra Dalton y en la primera fila está Max y Oli sonriendo aunque este primero lo hace con burla.

—Te ves...poco desagradable —dice Dalton captando mi atención.

Giro a verlo y tiene una sonrisa limpia y con limpia me refiero que no hay maldad o burla detrás de sus palabras.

—Gracias —le di una sonrisa falsa.

—¿Estas grosera esta mañana? —¿bueno y a este que?

Lo miro mal.

—No te interesa —lo veo sonreír más y acercarse hasta colocar su mano en mi cadera.

Me remuevo de inmediato evitando su toque y lo veo sonreír más.

—Ok. No te alteres —dice.

Mi tío se pone en medio de los dos al lado de mi padre para empezar con la ceremonia.

—Buenos días —dice mi padre —, delante de los ojos de la diosa luna presento hoy a mi hija como beta reina de todas las manadas del mundo —extiende su mano haciendo una seña para que me arrodille y lo hago —, posición que la hace ser fuerte, respetada y exaltada por cualquier hombre lobo que pise la faz de esta tierra —mamá le entrega a mi padre una copa de oro con diamantes junto a una daga de Oro con diamantes también —, extiende tu mano y toma tu posición de beta reina.




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