La Beta Del Alpha

CAPÍTULO 19

No sé ni cuánto tiempo llevo corriendo lo que, si se es que ya estoy pisando carretera, cualquiera que me vea pensara que soy un espectro o alguna niña huyendo del peligro, más bien estoy escapando de él.

El estar trasformada me da más fuerzas para correr y me da agilidad para correr grandes metros sin cansarme, así que corro, corro sí. Importarme lo demás, estoy dejando toda mi vida atrás, me estoy convirtiendo en una Roger y dejando todos mis putos cargos en un segundo, dejando a mi familia y amigos, dejando todo porque así lo quise, quise escapar del amor por una vida sola y me duele tener que dejar el cargo de beta reina que fue por lo que tanto soñé.

Al parecer entre en el pueblo así que avanzó más lento y me dé tengo a colocarme unas sandalias que empaque, respiro más tranquila y camino por las calles, no sé qué hora es, estoy muy desubicada, por suerte este pueblo tiene un reloj digital gigante que marca la hora, lo miro sorprendida dándome cuenta que son las once de la noche, no tengo idea de donde ir, las calles están solas y no hay refugio, miro un callejón y no se me da mejor idea que dormir ahí.

Entro y por suerte no hay peligro, el piso está seco así que llego a un contenedor de basura grande y me recuesto al lado en la parte que me cubre el cuerpo de la entrada del callejón.

No tengo frio y eso es ventaja de ya estar trasformada, recuesto mi cabeza en el contenedor mi cierro mis ojos esperando a lo que deparará el día de mañana.
 

******

Despierto y tengo el bolso abrazado así que lo suelto para bostezar entendiendo mis manos. Parpadeo un par de veces aclarando mi vista y se me espanta lo adormilada cuando escucho una puerta abrirse.

Me levanto alerta y cuando sale una figura masculina que nunca había visto en mi vida me relajo un poco, además que es joven y guapo, puede tener como mi edad.

—¿Otro vagabundo? —dice y yo frunzo el entre cejo.

—¿Vagabundo? —pregunto cómo idiota, me fijo bien y lleva una bolsa de basura en su hombro.

—No tenemos comida para ti esta vez, mi jefe ya me regañó y advirtió que no podía regalar más papas, ni hamburguesas. No perderé mi empleo por ti niña.

Iba a protestar, pero mis tripas se hacen notar con la melodía llamada hambre.

—Tengo dinero —le digo para luego sacar el fajo gigante que tengo.

—Pues ese dinero no te va a servir aquí —lo vi olfatear y luego entrecerró los ojos —, si eres mujer lobo, no te pude oler bien ya que llevo una bolsa de cebollas dañadas. Ese dinero — señala mi fajo de billetes —, no te sirve en ninguna parte del mundo humano.

Lo miré extrañada y luego di un paso hacia adelante alejándome de la basura, olí a su dirección y el olor a hombre lobo llegó a mi nariz.

—¿Hombre lobo? —le pregunté cómo una idiota y él asintió —, ¿dónde estamos?

—Bueno, voy a fingir que vienes de la manada más cercana que es la del Alpha rey, pero para llegar a ella tuviste que cruzar como mínimo tres pueblos, corriste, caminaste o en lo que sea que te hayas venido bastante. ¿Y por qué estás huyendo?

—Soy la beta reina —suelto para dejarlo impresionado y él abren los ojos casi como para salirse de su cara y se termina de acercar a mi dejando la bolsa de basura en el contenedor.

—¿Tienes hambre? ¿Quieres pasar? Yo invito —la verdad es que me pensaba negar y ir a otra manada y gastar el dinero, pero de verdad tenía hambre.

—Si.


 

Horas atrás

Dalton

Ya ha pasado unas buenas horas desde que Elizabeth se fue y ya me estoy estresando, creo que fue un error dejarla ir sola a sabiendas de que todavía no se ha trasformado y es muy peligroso dejarla por ahí, me llevo las manos a la cara, a veces me pasó de imbécil.

Voy directo a la salida para dar aviso a los guarda espaldas, fue mal idea dejarla sola con un tipo qué tal vez me miente, ¿cómo me pudo engañar en su momento no tengo idea? Pero espero que no sea mentira lo de su hija y mujer muerta sino lo mando a que lo desmiembren para te por parte, al salir me topo con una cara conocida.

—Dalton, hola —me dice aquella chica acercándose a mí con una sonrisa coqueta.

¿Ahora está como porque estará aquí?

—Tenemos que hablar tú y... —no termina de hablar porque la jaloneo hasta un pasillo de la planta baja de la mansión —, sigues siendo igual de fuerte y brusco —la suelto y la escaneo.

—¿Qué quieres? —le digo y ella se cruza de brazos.

—Te extraño, se te a olvidado todo lo que éramos juntos y pareciera que no te importara mi existencia, ¿te acuerdas? Te llame y te dije que, si tenía tiempo para mí que me llamarás, quede esperando tu llamada y en vista que no respondiste vine yo misma hasta aquí. Te necesito, extraño todo lo de antes.

Había dicho que era una antigua compañera de cama, bueno digamos que esta compañera de cama era la más especial porque era a la que me follaba una y otra vez y no dejaba tirada como las demás, tiene un buen cuerpo y en su momento solo por ser buena en lo que hacía repetía... que mierda pienso tengo mate por la diosa, me hace falta su presencia y esa loca anda aquí queriendo quien sabe qué.

—Lárgate, tengo mate y la amo, no te quiero aquí —le digo sigo directo y rápido para que se marche.

—¿Quien? ¿Elizabeth? —se ríe sin gracia —, siempre la odiaste y es una burla que ahora la defiendas o la tomes como tú "mate"

—Te pido que te largues.

—¿O sino que? —suelto aire en grandes cantidades por mis fosas nasales y la agarro del brazo sin tanta fuerza para no maltratarla.

Ella es Alpha, tiene sangre de Alpha y pronto se ocupará de su manada, es fuerte así que no importa cualquier tipo de agarre que yo tome contra ella, ella sabe golpear duro, es más tendía a ser masoquista y que la tratara con brusquedad.

—Lárgate ya si no quieres que haga que tu cabeza termine rodando por ahí y puedes ser muy conocida mía, pero me lo voy a estar pasando por el culo y lo sabes —Ella bufa cansada y luego muestra sus dientes en una sonrisa.




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