La Beta Del Alpha

CAPÍTULO 29

Elizabeth

—¡Buenos días mami! —grita una pequeña vocecita que reconozco como la de Daston.

Siento unas sacudidas en el brazo y cuando abro los ojos, noto que mis dos pequeñas bolas diabólicas y digo diabólicas porque sé que van a hacer estragos, siempre lo hacen cuando están en lugares desconocidos, de repente recuerdo que al lado está don cara de culo o mejor dicho Dalton o bueno, ayer se fue y no regreso no sé si está en su habitación.

¡Mierda! No he bebido la pócima, comienzo a olfatear y no siento su olor cerca, pero si está en esta casa.

—¿Se encontraron al Alpha rey? —les pregunto a mis hijos agarrando sus mejillas con mis manos.

—Si, saliendo de su habitación, fue muy grosero —dijo Magnus —, le dijimos buenos días gruñón y nos gruñó —ocultó la sonrisa que intenta brotar de mi cara porque me da gracia que la situación y como se quejan mis hijos.

—Si mami, luego se fue y dijo "ni se les ocurra entrar a mi oficina porque los castigaré mocosos —dijo Daston —, le saque la lengua y luego entramos aquí.

—No se le acerquen mucho —acaricio sus cabezas —, él es... malo a veces y no quiero que les pase algo ¿ok?

—Si —dijeron los dos al mismo tiempo.

—¿Podemos jugar en la piscina? Con tía Olivia, ¿papá y tú? —dijo Daston, arrugue el entrecejo al escucharlo decirle tía a Oli.

—¿Tía Olivia? —le pregunto y ellos asienten.

—Desayunamos junto a papá, Max y ella, nos dijo que le dijéramos tía Olivia —yo les sonrió y me levanto de la cama.

Ellos repiten mi acción y me acerco al bolso donde está la posición y bebo un trago.

—¿Se bebieron su medicamento? —les pregunte.

—Si —dicen los dos.

Sus cachetes están más rojitos, están mejorando y eso me pone feliz.

—Díganle a papá que los cambie para la piscina que mamá irá luego —ellos asienten sonriendo y salen corriendo y gritando como en carreras —, ¡No corran! —no me escucharon solo salieron casi volados del cuarto.

Me doy un baño y me cambio con un bikini color blanco, me miro al espejo y veo mi cuerpo más evolucionado y da gracia decirlo así pero parece que me hubiera operado, el parir a mis hijos no me afectó para nada, tenía miedo ya que eran dos pero todo salió bien y no me quedo ni una sola marca, los hombres lobos tienen a quedar sin cicatrices a menos de que sea provocada por un Alpha rey, en mi caso por ser beta reina ya la marca que me había dejado Dalton a desaparecido por completo.

Siento que el culo me ha crecido más y los pechos firmes con tamaño promedio; ni muy pequeñas ni muy grandes, tomo unas gafas de sol negras y las acomido arriba en mi cabeza, tomo mi teléfono de la mesa de noche y voy directo a la cocina.

Al llegar me encuentro a María con unas empleadas más, le digo a María lo que quiero desayunar y ella asiente para luego seguir con su labor, salgo de la cocina y me dirijo al patio trasero, pero a mitad de camino me topo con la mirada de Dalton.

Una mezcla de excitación descarada con rabia, sus ojos azules no dejan de escanear mi cuerpo y yo solo lo miro seria, comienzo a incomodarme así que ya estoy lista para decirle algo ofensivo o para que aparte su mirada, pero desde la entrada del patio trasero está Damon con el entrecejo fruncido esperándome.

—¿Elizabeth, vienes? —me dice Damon y yo miro a Dalton que está apretando la mandíbula.

¡Maldición! Joder, mierda, mierda y todas las groserías del mundo, de tanto ajetreo no me paré a pensar que me cogí a Dalton estando con Damon.

—¿Elizabeth? —me llama otra vez Damon y reaccionó de mi trance.

—Ya voy —le digo y reanudo mi paso.

—No quiero a ese mugriento aquí —dice Dalton cuando pase por su lado en susurro.

Ignore lo que me dijo y me acerqué a Damon que apenas me llegue a su lado coloco su mano en mi cintura y me atrajo a él.

—¡Mami! —dice Daston al darse cuenta que he llegado.

Le sonrió y me acerco a ellos, en las tumbonas se encuentra Olivia sonriendo y viendo como los niños juegan adentro del agua, saben nadar, pero aun así tienen flotadores ¿de dónde rayos sacaron esos flotadores?

Me acerque a Olivia y esta me sonrió animada.

—Me puedo estar muriendo, pero ver a esas dos joyitas me anima el día —dice sonriendo.

Tiene un sombrero playero en la cabeza y un vestido de baño de una sola pieza, su sonrisa reluce sus ojos brillantes pero sus labios agrietados y secos me dan pánico, pero aun así le sonrió y me acerco para besar su mejilla.

—¿De dónde sacaron esos flotadores? —le pregunte levantando una ceja.

—Los mande a pedir con unos guardias los trajeron rápido, se levantaron muy temprano.

Desvío mi mirada hacia la piscina y veo a Ami corriendo con flotadores en sus brazos directo a la piscina.

—¡Si! —grita tirándose y me mantengo alerta ya que no tengo conocimiento si sabe nadar o no.

Ella comienza a flotar con libertad y me relajo, aunque tengan flotadores y mis hijos sepan nadar me da pánico que se ahoguen así que enciendo mis alertas.

—¡Buenos días, estrellas del día! —grita Cole entrando a la casa junto a Theo y Mia, los dos primeros tienen las manos entrelazadas a las de Mia que sonríe hacia nuestra dirección.

Mi sonrisa desaparece cuando Cole escanea a Damon como un feto raro, nunca le dije nada, me llevo una mano a la frente dispuesta a esperar su sermón cuando se entere de todo así que cuando llegan suelto todo rápido desde la butaca donde estoy sentada.

—Ok... él es Damon mi novio, en la piscina están nuestros hijos y al lado esa tierna niña es mía la adopte —Damon frunce el entrecejo sin entender la parte de "la adopte" cosa que tendré que explicarle y espero que no se enoje.

Cole enmudece, se paraliza y me mira sin entender, lleva su mirada hacia la piscina y luego mira a Damon, me vuelve a ver a mí y luego de nuevo a los niños, después a Damon y eso lo hace como tres veces.




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