Elizabeth
Estoy en la cama con mis hijos, he estado al pendiente de si encuentro ese lobo marrón y cuando escucho un ruido extraño abro los ojos poco a poco todavía es de noche, veo a aquel lobo marrón que dicen mis hijos que ven, me quedo quieta porque sé que si me muevo de dará cuenta de que estoy despierta, espero unos segundos y pienso en que hacer y en como atacarlo pero no tengo más solución que levantarme y atraparlo.
Espero un momento hasta que se guita y aprovecho para levantarme de rapidez, cuando nota que me he levantado corre hacia el balcón y se tira, intento correr hacia ese lobo, pero lo único que logro es sobar su cola y caer al piso.
—¡Mierda! —gritó por el golpe que me doy.
—¿Mami, no lo atrapaste? —dice Magnus bostezando.
—No cariño, no lo atrapé —me di la vuelta y quedé boca arriba.
De repente la puerta de mi cuarto comienza a ser golpeada de una manera abrupta terminando de despertar a mis hijos para después ser abierta.
—Elizabeth —llama Damon desde la puerta cuando me mira en el piso frunce el entrecejo, pero se apura a decir —, es Olivia —coloco mis codos en el piso y me sostengo —, le está dando un ataque —siento que se me baja la presión y me levanto de inmediato del piso.
—Mami no me siento bien —dice Daston desde la cama y lo miro extrañada.
—Yo tampoco me siento bien —dice Magnus.
Los dos sostienen sus barriguitas para luego vomitar en la cama.
¿Qué más? Diosa que más, joder, me levanto del piso y voy hacia mis hijos y reviso sus pupilas.
—Damon cárgalos iremos donde Tara ella sabrá que tienen —Le digo a Damon y él los carga sin importar que estén vomitados.
Corremos hasta la habitación de Olivia donde encontramos a Tarantina tocando su frente mientras pronuncia unas palabras en latín, Olivia suda mientras grita y de su boca bota espuma, al lado de la cama esta Dalton asustado con los ojos rojos y una Lucero temblando de miedo ¿y Max? Max está furioso aterrorizado y desesperado desde la otra esquina de la habitación, joder esto es muy traumático para que lo vea los niños.
Salgo y veo a Damon a punto de entrar.
—Quédate ahí —le digo y el asiente.
Entró a la habitación y me acerco hacia Dalton, cuando me ve su cara de preocupación cambia a una confundida y Lucero me mira con rabia, me miro y me doy cuenta que estoy solo en bragas y una blusa de pijamas.
—No tuve tiempo de cambiarme, ok —les digo y miro atenta a Olivia.
La mano de Tarantina comienza a bajar desde su frente a su estómago y cuando está ahí aparta la mano como si se hubiera quemado.
—¿Qué pasa? —le pregunta Dalton y Tarantina se muerde el labio aguantando el dolor de su mano.
—Esto no me va a ganar —dice y vuelve a colocar la mano en su barriga para luego ascenderla hasta su boca.
En el proceso Olivia no paraba de gritar, gritos que desgarraban su garganta, cuando la mano de Tarantina llegó hasta su boca la aparto y de la nada comenzó a vomitar un liquido negro con algo brillante, Tarantina agarro una pieza y.... es Plata.
—Alguien le aplicó magia negra junto a un veneno de Plata —dice y me llevo las manos a la boca.
Olivia cae de nuevo en la cama cansada y Max se acerca a ella para sobar su cabello, mi estómago se revuelve y caigo al piso ¿Qué me está pasando? Comienzo a sudar frío, mis manos tiemblan, escucho el grito de mis hijos y no tengo la fuerza como para ponerme de pie.
—¡Mierda Elizabeth! —dice Tarantina para acercarse a mí y me tumbo en el piso del cansancio.
Veo completamente borroso y mis oídos no captan bien lo que dice Tarantina y tampoco veo bien como los demás me miran con preocupación, Tarantina comienza hacerme lo mismo que le hizo a Olivia y cuando llega hacia mi boca una ola de vomito me invade.
Es tan asqueroso y sabe terrible, mis ojos no se aclaran y sudo frio, mis fuerzas se agotan y siento un calambre recorrer todo mi cuerpo, no me puedo mover estoy agotada, solo aprovecho para decir:
—Mis hijos... —susurro, pero Tarantina me escucha —, ellos... —cierro los ojos y me quedo en silencio sin poder decir más nada, los llantos de mis hijos se hacen presente siento como a mi lado un cuerpo coloca mi cabeza en sus piernas mientras acaricia mi cabello.
Al abrir mis ojos veo a Dalton acariciando mi cara, no tengo fuerzas para quitarlo, miro a Damon y el está tan ocupado con mis hijos que no se percata de mi junto a Dalton.
Mi vista comienza a aclararse y giro para ver como mis hijos están vomitando negro y mis ojos se llenan de lágrimas.
—Mami... —dicen mis hijos.
Miro hacia el vómito que solté y veo fragmentos de Plata pero no son tantos como los que expulso Olivia, que cuando la miro vuelve a vomitar.
Cuando agarro un poco de más fuerza me incorporo y miro a mis hijos que están recostados en los brazos de Damon.
—La magia negra quema y destruye —comienza a hablar Tarantina —, consumieron un tipo de Plata que gracias a la magia se volvió polvo, pero cuando entra a su sistema digestivo se pega en el estomago y va matando por dentro, alguien les está haciendo daño y yo la vi.
La miro preocupada con los ojos húmedos a la espera de que diga quién es.
—No sé exactamente dónde está ya que la ubicación la difumina con magia negra pero el problema es que no la veo con claridad, sé que es una bruja pero no se quien le ordeno que provocara su envenenamiento —suelta un suspiro —, no se preocupen todos estarán bien, Elizabeth, Damon y Magnus no tenían tanta Plata pero Olivia si tenía mucha así que por ahora seguirá vomitando un poco más pero se pondrá mejor.
—Gracias —le dice Dalton.
Recuerdo lo que me dijo Mia cuando estábamos en la piscina así que me levanto del suelo y me plato frente a ella, Lucero.
—Tu provocaste esto —la inculpó y ella me mira horrorizada.