La boda de mi mejor amiga

Capítulo 20

Una despedida de soltera es una fiesta expresamente para divertirse y siendo Rose la promotora de la misma, no podía ser menos entretenida. Arthur, que aún no ha aparecido por el pueblo en los últimos 5 días, nos ha dado permiso para celebrarla en el bar, por lo que ahora, Penny, Rose y yo estamos decorándolo con cadenetas de corazones, y globos de color rosa, el favorito de April.


 

Las ideas de Rose para la fiesta son tan buenas que estoy pensando en contratarla para que me ayude a realizar las bodas. Hizo hasta una piñata y no se anima a decirme lo que guarda dentro de ella, solo sé que dulces no son.


 

Las camisetas personalizadas están listas y apiladas en la entrada; de las golosinas y de las bebidas se encargara Keith, que se marchará del local una vez que esté todo preparado. Hoy también es la despedida de soltero de Peter, así que tengo esperanzas de que Arthur regrese de Londres de una vez por todas. Ayer hablamos por teléfono, y me dijo con total seguridad que lo tenía todo listo. «¿Listo para qué?» es lo que me sigo preguntando una y otra vez.


 

—Keith, cariño ¿Puedes ayudarme a recoger esto? —Penny llama al cocinero, y este la ayuda a cargar las cajas de botellas de licor antes de depositar un apasionado beso en sus labios.


 

Rose y yo nos miramos la una a la otra tratando de entender la situación.


 

—¿Qué me perdí? —Me pregunta mirando a los tortolitos.


 

—Lo mismo que yo. No tenía ni idea de que ya estaban juntos. —Le aseguro, y esperamos a que Keith se aleje para indagar en la relación de ambos.


 

—Hum... ¿Algo nuevo que contar? —Rose le da unos golpecitos con el codo a Penny en el costado y la mira con picardía.


 

—Somos novios. —Se sonroja al decirlo, y todas soltamos un gritito de chica emocionada.


 

—¿Y ya sabes por qué huía de ti? —Tengo que preguntar. Necesito saber.


 

—Una ruptura anterior complicada. —Se limita a decir y aunque quiero conocer todos los detalles, no pretendo presionarla.


 

—Me alegro que al final estén juntos. Hacen muy linda pareja. —Le confieso, y yo me acerco a ella para así regalarle un cálido abrazo.


 

—Al final si serás la única soltera de la boda. —Se dirige a Rose, y esta le dedica una sonrisa traviesa.


 

—Ahora que lo pienso, esta es una fiesta de solteras. Por lo tanto las solteras deberían ser libres de elegir lo que quieren hacer. —Rose se rasca la barbilla imitando las poses de los pensadores, y casi puedo leer sus pensamientos. —Si es así, puedo llamar a los stripers.


 

—Ni se te ocurra. —La señalo con el dedo, pero no puedo evitar reír.


 

—Debíamos haberles preguntado a las hermanas de Peter si querían stripers. Estoy segura de que no se hubieran negado. —Hace un puchero y se cruza de brazos fingiendo enojo.


 

—No te preocupes, ya las sorprenderás con el show. —Penny le guiña el ojo a Rose y esconden de mí la temática del espectáculo.


 

—Exijo que me digan de que se trata. Como Wedding Planner tengo que estar al pendiente de todo lo correspondiente con la boda y la despedida de soltera lo es. —Le ordeno entre risas y es imposible que me tomen en serio.


 

—Ya lo verás. —Rose vuelve a su tarea de acomodar las serpentinas para los juegos.


 

Dos horas más tarde salimos del bar con el objetivo de prepararnos para la gran noche. Después de una mañana ajetreada, y sin descanso, una ducha caliente y una buena merienda no le vienen mal a nadie. Una vez que nos vestimos y nos maquillamos acordes a la celebración, salimos de casa acompañadas de mi cuñada Hellen y mi madre que también están invitadas. Tengo la sensación de que olvido algo, pero no logro recordar el qué. Nos detenemos frente a la casa de los Wheeler's, y nos disfrazamos con caretas de conejitos antes de secuestrar a April.


 

La encontramos en su habitación leyendo una revista de novia, y se ríe a carcajadas cuando intentamos echarla fuera de la casa.


 

—¿Pero qué hacen? —Viste un pijamas de dos piezas con camisa y pantalón, y lleva unos rolos en el cabello. Martha, su madre, que también lo sabía todo se une a nosotros en la celebración.


 

—¿No se supone que debes estar asustada? —pregunta Penny apuntándole con una secadora de pelo, lo único parecido a un arma que encontramos en casa.


 

—Dios, ¿quien escogió las máscaras? —Sigue burlándose, y por primera vez me fijo en lo tiernas que son las caritas de conejo que llevamos.


 

—La otra opción eran koalas. —responde Rose encogiéndose de hombros.


 

—¡El antifaz! —chillo y me llevo las manos a la cabeza. Sabía que había olvidado algo.


 

—Lo tengo aquí. —Hellen me salva de arruinar la sorpresa y me lo lanza para así colocárselo a la novia.


 

—¿A dónde me llevan? —pregunta con una sonrisa radiante.


 

—Ya lo verás.


 

Caminamos todas las chicas por el sendero tratando de evitar que April caiga al suelo y de no parecer chifladas cuando la gente nos ve pasar con nuestras máscaras. Justo en la entrada de Bar Bells nos esperan las hermanas de Peter, Melanie que aparenta tener unos 30 años y Penelope que de seguro que es más pequeña pero no por mucho. Una vez dentro le permitimos a la novia ver la decoración del lugar y gritar a todo pulmón. —¡Sorpresa!


 

Es la hora de divertirse y Rose lo tiene bien claro. Nos obliga a ponernos unas camisetas rosadas que tienen en letras doradas la palabra "solteras" y a April una blanca que indica que es la novia. El primero de los juegos resulta ser mortal, consiste en practicar con un velo la escena de atrapar el ramo y más de una, para no decir que todas, terminamos en el suelo.




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