Salí de mi casa y fui caminando directo a su casa, no pedí que me llevaran ya que no hace falta, su casa esta a tan solo unas cuantas cuadras
A pesar de el calor del verano, a la noche subía un poco la temperatura por eso el abrigo, me escondí mas en él para buscar calor y apresure el paso
La noche se ve preciosa con la estrellas bien brillantes y el silencio tan reconfortante que hasta podía escuchar el ruido que hace mis zapatillas al dar cada paso
Quince minutos después me encontré con la fachada de la casa de Amy, mire las rejas negras y me acerqué a el buzón donde a la vez se encuentra el timbre de su casa
—¿Hola?- escucho en el pequeño portavoz a mi amiga
—Soy Abby.- le contesto suavemente, luego el sonido de las rejas abriéndose interrumpió la conversación
Rápidamente empuje la puerta y me acerqué a la entrada principal pero antes de llegar ya tenía la puerta abierta con Amy allí
Su pelo corto azabache se ve medio despeinado, lleva una gran frazada de lana en sus hombros y sus pálidas manos la toman envolviendo su cuerpo
Reí por su imagen, más porque no lleva sus lentes puestos y eso hacía que sus ojos se vuelvan mas pequeño, por forzar la vista
—¡No te rías!- dice un tanto enojada aunque sonríe, luego se da la vuelta y se va
Entro a su casa y cierro la puerta con suavidad para no despertar a sus padres
Luego me dirigí donde mi mejor amiga se encontraba, como siempre solía estar, sentada en el sillón con algún libro en mano o simplemente echada
Ella se colocó los lentes y me miró expectante, algo mal pasaba, no me estaba bombardeando con su voz fuerte preguntándome miles de cosas o contándome lo que le sucedió en el día, porque lo que menos es Amy es ser una chica callada
Fruncí el ceño y la miré con una sonrisa incómoda, no sabía si contarle o preguntarle que sucedía
Al cabo de unos minutos que estuvimos en silencio, cada una fundida en sus pensamientos, Amy habló luego de soltar un triste suspiro
—Debo contarte algo...- sorprendida la miré a la cara, sus ojos negros miraban hacia otro lugar y su voz se había escuchado mas despacio
Asentí aunque no me viera totalmente y espere a que prosiguiera
—No sé como decirlo así que sólo lo diré, me mudare a Rumania.- dijo rápido y luego levantó su rostro para mirarme a los ojos aunque parecía que con miedo
Al escucharla y caer en lo que significaban sus palabras no pude evitar sonreír amplia mente
—¿Qué? ¿No estas triste o algo? Honestamente creí que mi ausencia le dolería a mi mejor amiga.- habla confundida y totalmente desconcertada hasta que estalle de risa
Ella se puso peor porque la verdad el nerviosismo y el miedo se fueron, tenía que demostrarlo de alguna manera hasta que pudiera encontrar mis palabras
—¡Bromeas! Te iba a decir lo mismo, tengo que ir a Rumania.- no me aguante más y la abracé con fuerza porque después de todo no tenía que separarme de mi mejor amiga
Sus ojos se abrieron como platos, su boca se entre abrió pero luego su risa estruendosa se escuchó por toda la casa, las dos estábamos felices aunque caían un par de lágrimas de nuestros ojos
—Creí que iba a morirme de depresión cuando te lo iba a contar.- me dice ella dándome un suave empujón pero rápidamente callamos cuando escuchamos a los padres de mi amiga acercarse
—¡Dios chicas! ¿Que sucede? ¿Porque tanto ruido?- pregunta la madre de Amy adormilada
—Abby también se mudara a Rumania.- dice ella apuntándome y sonriendo aunque todavía le caía unas cuantas lágrimas
Ellos me miran sorprendidos por la coincidencia, eso me hizo ponerme un poco nerviosa
—¿También la E.S.B te reclutó, Abigail?- preguntó su padre, frunciendo el ceño como si fuera algo imposible lo que estaba sucediendo
Por esa pregunta quedamos los cuatro en silencio, ellos me clavaban la mirada expectante y yo por mi lado, intenté regularizar mi pulso que estaba como loco
—Si, dicen que tengo algún poder especial pero yo eso no lo sé...- dije en un susurro mientras estrujaba mis dedos, incómoda de la situación
Sus padres me miraron raro, hasta que la madre de Amy hablando su semblante y acarició mi cabello
—Debes tenerlo aunque no lo sepas, por algo te recortaron.- me dice y su esposo asiente estando de acuerdo
Luego de eso vuelven a su habitación para seguir durmiendo y dejándonos a solas con mi amiga
—¡Dios Abby! Es perfecto, juntas iremos a la E.S.B y seremos poderosas.- dice mientras mueve sus brazos como si tuviera músculos, haciendo que ambas riéramos por la exageración que acaba de decir
—¿Entonces... cual es tu poder especial, querida Amy Wytte?- dije mientras palpaba su espalda y la miraba como si quisiera descifrarla
—Puedo sanar a la gente, bueno no creo que tanto como el cáncer o devolver a la vida a alguien ¡Pero puedo hacer que sanen en minutos o tal vez segundos!- me dice con emoción en su voz mientras me mira a los ojos