Llegué a mi casa ahora calmada de las preguntas sobre mi misma que me bombardeaban y que no no podía contestar, por esa misma razón, las preguntas eran sobre misma y no tengo ni idea de quien soy.
Eso me esta afectando de una manera terrible.
Azote la puerta de mi habitación y volví a mirar con disgusto mi al rededor, siento un vació, una disconformidad, en realidad no se bien lo que siento pero lo que sí se, es que estoy muy triste.
Lagrimas comenzaron a caer silenciosamente de mis ojos; Sin pensarlo mas, fui directamente a mi cama e intente acallar mis jadeos, que se sintieron llenos de angustias retumbando en toda mi habitación, atrapándolos poniendo mi rostro sobre una almohada, sentí a mi pulso yendo a mil pero no era lo único descontrolado, mi respiración se encontraba demasiado agitada como para sentir un nudo enorme en mi pecho dejándome sin aire.
Pero todo paro, al cabo de unos cuantos minutos, dolorosos e insufrible, todo había cesado, mi respiración volvió a la normalidad junto a mi pulso y ya no sentía las cataratas de agua mojando todo mi rostro, todo se volvió calmo, todo estaba en silencio.
Solté una pequeña sonrisa de lado al aire y me alenté a mi misma, me dije "¡Arriba! Vas a poder!" porque eso es lo que mas me aterra, no poder soportar aquella escuela y que aquel poder que vieron en mi solo sea una simple confusión o un error.
Elimine todos los pensamientos y decidí dejar mi mente en blanco porque ahora lo que necesito es dormir, deslice la suave tela sobre mis hombros, solté un ultimo suspiro haciendo relajar todo mi cuerpo y cerré lo ojos para adentrarme a un sueño profundo
Un sonido grabe, como si fuera madera siendo golpeada, me despertó, mis párpados aletearon suavemente, luegos una luz me cego por unos segundos hasta que pude aclarar mi vista y clavarla en mi puerta, donde mi el rostro de mi madre se asoma junto a una mirada cansada
—¿Vas a desayunar?- pregunta con la voz un tanto ronca y con desdén, nadie esta de buen humor en las mañana
Asiento sin hablarle, luego de sentir que se fue, me destapo y hago crujir todos mis huesos, para despabilarme completamente
Bajo mis pies siento el suelo bien frío, un escalofrío recorrió mi cuerpo pero que lo ignoro, con cansancio llego al baño y me mojo mi rostro como suelo hacer, luego me encuentro con mi reflejo
Mis cabellos rubios llevan las ondas desordenadas haciendo mis pelos un desastre aunque ahora me importa poco acomodarlo así que río y me encojo de hombros por la imagen graciosa, mis ojos parecen mas opacos pero depende mi estado de animo se vuelven un verde mas claro o mas oscuro, muy raro, demasiado raro.
Pero lo que mas llamaba la atención de mi rostro y no era que lo dijera yo, sino que todo el mundo me lo recalca, son el grosor de mis labios, los describen como "rosados y carnosos" aunque para mi son mas que normales.
Ahora mas despierta que nunca, bajo a desayunar, obviamente sin importarme que llevo la ropa de anoche y que ni siquiera me puse el pijama para dormir
Vi a todos ya con una taza en la mano y alguna que otra cosa para comer, sin saludar me senté junto a mi hermano
—¿Café, jugo, te?- me nombra mi mamá para que eligiera algo para tomar
No lo pensé mucho y respondí con cautela esperando que mi mamá se haya levantado de buena manera
—Café con leche.- ella asintió y fue directamente a la cocina
—¿Abby, anoche fuiste de Amy?- pregunta mi padre, sin dejar de ver el televisor que estaban dando noticias de fútbol
—Así es.- contesté sin dar mucha explicación, esperando que me preste atención
Pero él volvió preguntar de la misma manera monótona y sin darme una mirada con alguna reacción
—¿Le dijiste?
—Si.- contesté de igual manera
—¿Como se lo tomó?- siguió igual
Solté el aire exasperada, mi hermano que esta juntó a mi rió suavemente burlandose de la situación y espere unos segundos más para contestar
—Bien, también fue reclutada.- al terminar de decir eso, mi papá clavó sus ojos en mi y sonrió
—Me lo esperaba.- dice él, para nada sorprendido
Mis ojos se abren como platos, justo llega mi madre y puedo mirarlos a los dos de manera fulminante
—¿Sabían que los Wytte viene de una familia que puede sanar a la gente?- pregunté escéptica, si me lo decían tal vez estaba mas calmada y podía haber deducido que Amy también pudo haber sido reclutada
—Hem.. Bueno, si.. pero no sabíamos que iban a ser reclutadas al mismo tiempo.- admite mi madre, dejando mi taza frente a mi
Manteniendo la calma, tomo la taza de cafe para poder empezar con mi desayuno
—Claro, como no sabías, también pensamos que no fue reclutada.- mi papá frunce el ceño y me dice con sinceridad
Enfurecida, lo miro a los ojos que ahora no me contenta que sean iguales y pienso todas las cosas que quiero gritarle
—¡Me lo hubieran dicho!- al gritar eso, siento como mi mano se quema, asustada miro la taza y veo que el café está hirviendo