Era de noche, mi cuerpo se recuesta sobre mi cama sintiendo la suave tela pero eso no hacia que sintiera ganas de dormir o que mis ojos pesaran
La ansiedad me carcomia, giré para todos lados, por esa estúpida razón sentía que ninguna posición era cómoda, cada tanto sentía calor o sentía frío, nada era cómodo ni nada me dejaba dormir
Hasta que todo se volvió raro, abrí mis ojos y ya era de día pero no estaba segura si de verdad había dormido
La alarma junto a mi suena estruendosamente pero que mis pocas ganas no me dejan apagarla, mi cuerpo se siente pesado, como si el día anterior hubiese corrido una maratón y ahora me pasara factura
La puerta de mi habitación se abre de una manera brusca, mi hermano entra sin remera, con el rostro dormido y los ojos chinos, él rápidamente apaga la alarma de mi celular
—¿A caso no vez que tenes que levantarte? ¿O estas sorda?- me dice enojado y luego se va
Gruño respondiendole aunque ya se haya ido e intento levantarme, al momento que pude moverme mi cuerpo crujio completamente
Tiempo después me había duchado y cambiado, guardé todo lo que quedó afuera y bajé todos mis bolsos
—¡Hola nena!- saluda mi mamá con un fuerte abrazo y un beso en mi frente
Ya se podía ver como sus ojos se cristalizaban, eso hizo que los mios también se volvieran brillosos de la amargura y la nostalgia
—Toma asiento, traeré tu desayuno.- ella me habla con todo el amor del mundo, creo que si me hubiese ido a la Universidad nada iba a cambiar
Pero esto parece más complicado que la mierda
Sintiendome cada vez mas triste, me senté lentamente sobre mi silla habitual pero que ya no iba a serlo y mire a mi familia
—Brujita, ¿Tenes todo preparado?- pregunta mi papá, el me habla orgulloso y feliz
—Si, creo que no me falta nada.- él revuelve mi cabello y asiente
—¿Ahora puedo quedarme con tu habitación?- pregunta mi hermano en forma de burla aunque sus ojos parecen brillar
—Ni se te ocurra.- lo fulmine y luego ambos reímos
El cuerpo de mi mamá junto a muchos platos sobre sus manos interrumpió las risas, ella colocó todo sobre la mesa y luego me dejo una taza frente a mis ojos
Rápidamente, con mi padre y mi hermano, comenzamos a deborar todo lo que ella había preparado, que resulta ser una variedad de delicias de cosas dulces
Pero el momento lleno de felicidad y dulzura terminó mucho antes de lo imaginado, habiamos subido todas la maletas al auto, luego emprendimos el viaje hacia el aeropuerto donde también nos encontraríamos con la familia de Amy
El ruido del maletero del auto interrumpió el silencio que nos abordaba, todos estamos abajo del auto frente a la enorme puerta de cristal del aeropuerto y con unas muecas que poco decían
Que en realidad, muestra terrible amargura
—¿Mary, puedes llevar esta maleta?- le entrega mi padre una de las maletas a mi mamá, ella asiente en silencio y la recibe con cuidado
—Yo puedo llevarlas, no hay problema...- digo en un susurro pero ellos niegan sin dejar que las tome
Juntos entramos al aeropuerto para ya esperar el vuelo y también para encontrarnos con los Wytte
—Te vamos a extrañar.- mi hermano me da un inesperado abrazo y eso hace que todos sonrieramos a pesar del ambiente triste
Luego de una larga caminata en el ruidoso pasillo y lleno de gente, llegamos donde se encuentra mi mejor amiga con sus padres
Sus oscuros ojos se ven un tanto hinchados y ojerosos, todos llevan un aspecto triste al igual que nosotros
Nos saludamos calidamente, eso hizo que el ambiente fuera mas alegre y llevadero para entablar una simple charla
—¿Daniel, como lo llevas?- escucho al padre de Amy hablarle al mio y presto atención, su relación es amistosa asi que no es raro que bromearan
—Me pone muy contento aunque diría que estoy por llorar.- el ríe pero me interrumpe una ronca voz a mi lado
—¿Como crees que será?- vuelvo a mirar a mi amiga, sus pelos despeinados le acarician el rostros de una manera graciosa pero que si en este momento me reiria ella me pegaría un buen puñetazo
—Supongo que un lugar gigante y gris, todo lo relacionado a cárcel lo comparo con la E.S.B- le respondo sincera pero exagerando con la idea de subirle el ánimo
Que parece haber funcionado, sus facción se relajan y suelta una suave risa pero que contagia
—Siempre tan positiva.- ella rueda los ojos y sonríe pero que de a poco se va borrando
Al verla tan desanimada mi estómago se retorcio, la mire de manera sincera como solía hacer cuando quería decirle que todo iba a estar bien y la abracé con fuerza, rodeando su cuerpo flacucho
—En realidad no puedo imaginarme ese lugar, solo espero que sea colorido y que podamos montar unicornios.- le susurro al oído de manera gruñona y por segunda vez, vuelvo a escucharla reír
Un toque en mi hombro hace que nos separemos, ese llamado decia que era hora de despedirnos porque ya tendríamos que abordar el avión
—¡Abrazo familiar!- mi mamá chilla y los cuatro nos pegamos en un enorme abrazo
Siempre me sentí protegida por ellos pero me criaron de una manera que yo conociera las herramientas para sobrevivir o eso espero que suceda cuando caiga que ya dejé de vivir con ellos