Capítulo 32 - Entrenamiento

Warren se dirigía hacia el campo de entrenamiento, era hora de preparar a los magos para la batalla. Al llegar, se percató de que Gifford lo estaba esperando en la entrada.

—Dejé algunos materiales en la habitación de Evoleth —dijo Warren—. Ella se encargará de crear las pócimas.

—Ella es increíble.

—Sí, Milord. Le pedí que las creara. Necesitamos elixires de curación y protección. Si hieren a un mago, nada más necesitaría beber una y sanaría su herida.

—Excelente.

—Estaremos más que preparados —afirmó Warren.

Gifford asintió.

—¿Estamos listos para iniciar el entrenamiento? —preguntó Warren.

—Por supuesto —abrió las puertas que llevaban al exterior del palacio—. Los muchachos están a la espera de nuestra orden.

—Entonces no perdamos tiempo.

El campo de prácticas era un lugar inmenso y su superficie era plana en su totalidad. A lo lejos, unas jaulas con grandes cantidades de demonios que fueron capturados para el entrenamiento. Había en sus alrededores más de cien magos que al ver la llegada de su líder se irguieron solemnemente. Warren también se giró hacia Gifford.

—¿Crees que sean necesarios los demonios?

—Simularemos que son espectros —respondió—. Es la única manera que tenemos para prepararnos contra ellos.

—Comprendo.

—Además, si alguno es herido durante el entrenamiento usaremos una pócima de curación para sanarlo —añadió—. Comprobaremos también si cumple su función —miró a Warren—. Adelante, están esperando a que hables.

—¿Yo?

—Sí, estarás al mando del ataque.

Warren observó a los magos que se encontraban en el campo.

—Estamos aquí para que inicien su entrenamiento —dijo Warren en voz alta, dirigiéndose a ellos. En silencio, escuchaban con atención sus palabras—. Ya Lord Gifford les informó sobre el ataque a Meredith. Por desgracia, existen miles de espectros defendiéndola de cualquier posible amenaza. No son demasiado fuertes, en realidad pueden ser derrotados con gran facilidad, pero no se confíen. Si nos atacan en grandes cantidades podríamos ser un blanco fácil —paseó su mirada por los rostros de los magos—. Lord Gifford me comentó que muchos de ustedes son novatos, por ese motivo estamos hoy aquí, para entrenarlos y que mejoren el control sobre su poder —sus manos se incendiaron—. El control depende de la concentración. Cuando aprendan a utilizarlo podrán hacer con él lo que ustedes quieran.

Surgió una gran motivación en el interior de los magos al haber escuchado las palabras de Warren.

—¡No perdamos tiempo! —exclamó Gifford—. ¡Iniciemos con el entrenamiento!