Callados observando el resplandor de luna, el ambiente pacífico; él se recuesta en mi hombro y yo en su cabeza, siento mi alma conectándose con la de él, color naranja como el sol, se fusiona con el mío, mis manos tiemblan y mi cuerpo se siente más fuerte.
-Shinigami-sama, ¿siente eso?
-sí, se siente muy bien.
El duerme mientras yo vigilo, su cabello negro con líneas blancas lo hacen ver varonil; se dormía recargado sobre mi así lo muevo un poco y se va despidiéndose de mí, me quedo en el balcón mirando el cielo oscuro, no siento sueño hasta llegar el amanecer, me dirijo a mi habitación y finjo estar dormida, alguien me ven dormir pero no interrumpe ni hace ruido, ahora solo estamos juntos en la tarde conviviendo, antes que el duerma.
-ya sé cómo te puedes llamar.
-¿como Shinigami-sama?
-si eres como la luna te puedes llamar Kaguya, si te gusta.
-es un lindo nombre, gracias Shinigami-sama.
-no hay de qué.
-ahora me doy cuenta del Porque estoy aquí con usted.
-¿ah sí?
-si llego a morir por algo, quiero que sea a su servicio.
-¡Shinigami-chop!
-¡DUELE!
-No digas eso, tú debes preocupare de ti, no de los demás.
-no tengo nada que ganar y solo perder su amistad.
Se levanta del sillón de la sala y se va enojado sin decirme nada, paso por el despacho de Eibon-sama para ir a la biblioteca y escucho que hablan de mí; no soy una bruja. Los descubrimientos son causa de curiosidad o accidentes, si los demonios son causa de comer almas humanas ¿que seré al comer el alma de un demonio? platico con ambos chicos sobe la propuesta y ellos me ven preocupados pero aceptan conmigo como conejillo de indias; el primero conste en comer 3 tipos de almas, el de un humano, un demonio y una bruja. El alma humana al tenerlo en mi boca siento gritos y últimos momentos de dolor resonando mi mente, escupo con mucho miedo.
-es horrible.
Shinigami-sama anota, el demonio no siento nada raro, solo tiene un sabor exquisito; los dos hombres están preocupados sobre mi disfrute.
-sé que no es buena idea pero es lo más rico que eh comido.
-no te creo, escúpelo.
Lo paso por mi garganta disfrutando el sabor, el de bruja es el peor sabe a un metal, lo escupo y vomito al mismo tiempo, Shinigami-sama me da algo para el asco, me cuida mucho; hay días en que salimos a defender a las personas, mi poder provine la fuerza vital de mi alma así que hacemos pruebas de ataque, defensa y contra ataque llevándolo a campo, aprendo defensa personal en el caso de separación o cubrir espaldas, siento que bailamos una danza macabra.
Incluso transformaciones rápidas, entrena con ataques al aire y lanzarme para yo atacar al enemigo, protejo su espalda; meditamos encontrando la longitud de onda de almas, una experiencia hermosa llena de energía, mi alma resuena por mas.
Un demonio ataca cerca de la mansión de Eibon-sama, Shinigami-sama y yo corremos directo a él, a unos metros le tomo la mano transformándome en una guadaña, el monstruo levanta un puño queriendo golpearnos a lo que él hace un corte a su mano, Shinigami-sama salta a una barda y con equilibrio camina llegando detrás del demonio, girándome sobre el eje de su mano y dando un corte perfecto partiendo a la mitad a la criatura, se volvió un alma roja que devore, mi alma numero 20, ahora vamos hacia Death City.
-es tiempo de tener paz en este mundo.
-Death, el consejero que tenias ahora es un demonio.
-no es problema para nosotros.