Ya hacía un tiempo desde que me he preguntado, ¿De verdad era necesario que todo esto sucediera de esta forma? Aún recuerdo todos aquellos pequeños momentos que pasé en el pasado junto a ti, pero por cuestiones de la vida terminé alejándome de ti, y… ahora… ya no puedo pensar en alguna forma de encontrarte.
Sólo recordar esos momentos en que jugábamos juntos cuando éramos niños, sabes, me hace sentir via nuevamente. Pero no puedo lograr perdonarme a mí, ni a mis papás tras haberme llevado lejos de ti y no poder despedirme, sólo recuerdo que ese ultimo día en que nos vimos sólo pude decirte que nos veríamos nuevamente el siguiente día, pero esa promesa nunca pude cumplirla.
No era mi intención el tener que engañarte de esa manera, pero en realidad fue algo que estaba más allá de todo lo que podía hacer en ese momento. Esto era debido a que, por cuestiones del trabajo de mi papá, debía de viajar y no podía mantenerme por mucho tiempo en un lugar, el hacer amigos era algo casi imposible ya que muy pronto los tendría que despedir. Es por esa razón que, incluso si quería enamorarme de alguien, no tenía ni siquiera tiempo como para poder suspirar por alguien más. Sólo podía esperar a que otra vez volviera a irme de este lugar, aunque pueda decir que conozco varios departamentos y municipios del país, no significaría que estaría feliz si es que no tengo un amigo o amiga a quien pudiera presumirle esto, así como poder contarle cada una de estas experiencias que había tenido alrededor de mis viajes, lo pintoresco que son cada uno de los lugares, como, por ejemplo, decir cómo era el calor en Champerico o decir que estuve en Antigua Guatemala, quizás de que pude haber tenido un vistazo desde lejos de aquellos grandes monumentos como es Tikal en Peten, pero en sí, no importara que conociera las diferencias de cada lugar ya que no tenía un lugar concreto en el cual regresar y llamarlo “hogar”.
Pero, quien diría… un día terminaría conociendo a un gran amigo. Teniendo apenas diez años, fue que te conocí. Quien diría que el lugar donde te encontraría sería justamente en Xela. Aunque parezca un poco difícil de asimilar que ese lugar se vea igual, tengo un vago recuerdo que en ese entonces te conocí justamente en los limites entre Xela y La Esperanza, entre los límites que se tenía entre estos dos municipios, me encontraba en esa área rural, bueno, así era en ese entonces. Me encontraba viendo como los campos vacíos estaban hasta que de pronto apareciste con una pelota.
No puedo creer que fueras tan tonto e ingenuo, pero a la vez alguien muy interesante, te acercaste a mí, mientras sostenías aquella pelota, y viéndome me invitaste a jugar. No sé el motivo por el cual lo hiciste, aún tengo un vago recuerdo de ese sentimiento, era como si todo hubiera cambiado en un instante y todo a mi alrededor empezara a verse más colorido.
Ahora que lo recuerdo, justamente hay un dicho que se hace de Xela y ese es “La cuna de la cultura” pero además de ello, también fue conocido como el Sexto Estado, el cual sucedió en aquella época en que trato de independizarte y volverse en un país más de Centroamérica. Esos datos fueron algo que me sorprendió mucho al escucharlo. Pero ahora creo que, si es un bello lugar en el cual el romance puede verse visto en su propio himno, las proezas que pudo hacer mientras trataban de avanzar, como fue el ferrocarril de los altos, demostraba que todo iba siendo el lugar donde nos conoceríamos.
Cuando acepté jugar contigo, ¿Cómo es posible que te veía como mi héroe en ese instante? No sé lo que sucedió en realidad, sólo puedo decir que en realidad no tuve nada más que diversión ese día. Pude hablar con otros niños y niñas que estaban en ese momento jugando. Ahora que lo pienso, era algo raro ver a las niñas jugar pelota en ese momento, pero quizás no era raro la forma en que convivían al final.
De esta manera empezó a pasar el tiempo mientras yo me iba sumergiendo y confiando en ti, cuando venía un chucho, aunque también tenias miedo, tratabas de defenderme. En los momentos en que me sentía sola y aburrida, aparecías con un sinfín de novedades. Los juegos que salían de ti eran muy divertidos, aunque debo de decir que tu imaginación era tan grande en ese momento ya que le ponías un montón de nombres raros a cada una de las cosas que hacías, y en otras ocasiones era algo normal. No te preocupabas mucho por las cosas, pero también me empezó a gustar el estudiar y leer por ti. Siendo sincera, no tenía las ganas de poder estudiar, pero en una de esas, apareciste con una mochila en la cual traías unos libros y me decías cada una de tus curiosidades que tenías, al igual que las historias que veías en esas revistas que salían en el periódico eran tan entretenidas cuando había alguien que te hacía compañía y las hacía ver tan divertida. Sólo recuerdo que una de esas revistas era de un león llamado “Leo” o uno donde estaba un perrito que era de Bancafe, también, si no me equivoco, uno de todos esos se llamaba Chicos.
Que era lo que hacía tan divertido el leer esas revistas, tal vez eran los dibujos que tenía, que hacía que fuera más fácil de leer para unos niños, además de que a veces traía alguna receta del cual, tras pedir permiso a mis papas para poder hacerlo, por supuesto que casi no me dejaban, pero en una que otra ocasión fue que lograba convencerlos y ver como eso se volvía real y el sabor era mucho más rico que cualquier otra cosa.
Pero en este momento, en que al fin pude encontrarte nuevamente, después de que tanto tiempo había pasado desde la última vez que pude hablar contigo, sólo recuerdo que en aquella casa donde me encontré en ese entonces terminé descubriendo que habías estado enviando cartas una y otra vez mientras esperabas mi respuesta, la cual nunca llegó.
Fuiste el único que aún me recordaba, pero al haber pasado ya tanto tiempo, creo que será un poco difícil de poder reconocernos de inmediato, por lo menos hasta que hablemos… en el momento en que escuche tu voz, en ese preciso momento… en que pueda tener una conversación contigo, sé… que podré reconocerte nuevamente. Mientras tanto, espero que no termines yéndote otra vez de aquí.