Capítulo 8. Futuro.

-         Arlynne, ¿puedo pasar?

En cuanto escucho la voz de Archie me levanto de la cama para caminar hasta la puerta y permitirle pasar a la habitación.

-         Hola.

Saludo con una gran sonrisa que Archie interpreta como una mejora en mi salud.

-         Hola. Estaba preocupado por ti. ¿Cómo te encuentras?

-         Mucho mejor. Mañana estaré lista para ir a trabajar, descuida.

-         Si necesitas más tiempo para recuperarte, no habría problema.

Un sonido proveniente de la sala de estar interrumpe nuestra conversación y cuando busco con la mirada el origen del ruido, me encuentro a Kamron sosteniendo su celular en las manos, mientras observa atentamente en mi dirección.

Trato de apaciguar el recuerdo de nuestro beso, aunque me resulta imposible cuando no deja de observar a Archie como si quisiera golpearlo y a mí como si quisiera echarme tan pronto como sea posible.

-          Estoy bien.

Archie parece satisfecho con mi respuesta y se aleja hasta la cocina para, supongo, empezar a preparar la cena. En mi mente se repite una vez la promesa que le hice a Baraquiel. Soy consciente de que debo alejarme de Kamron y, sin embargo, me encuentro observándolo con atención, mientras se acomoda en el sofá.

Cierro mis ojos antes de dar un paso hacia enfrente, dispuesta a enfrentarme a Kamron y que toda esta situación llegué a su fin de una vez por todas. No puedo distraerme en este momento, por lo que, lo más sencillo será hablar con él y llegar a un acuerdo en el que no tendremos contacto físico de nuevo.

Me acomodo en el sofá junto al que se encuentra él y empiezo con la conversación.

-         Kamron…

No puedo decir otra palabra más, ya que Kamron levanta la mirada de su celular y me observa con ira.

-         ¿Kamron? Hasta hace dos días seguía siendo “Señor Kamron”

Suena molesto y hasta cierto punto lo entiendo. En su mente, imagina que Archie fue quien me mordió y no quiero aclarar ese asunto, puesto que esa es un excelente motivo para que Kamron se mantenga alejado de mí.

-         Kamron, escúchame, por favor.

-         ¿Por qué tendría que hacerlo?

-         Porque quiero mantener una relación cordial contigo y no puedo hacerlo si continúas besándome.

-         ¡¿Besándote?!

El grito llama la atención de Archie, quien asoma su cabeza desde la cocina para buscarnos con la mirada.

-         ¿Ocurre algo?

-         No, todo está bien.

Finjo una sonrisa y eso tranquiliza a Archie, quien continúa cocinando, ignorándonos por completo.

-         Hasta donde recuerdo, respondiste ese beso.

El recuerdo de esta mañana invade mi mente de nuevo y relamo mis labios sin notarlo, aunque Kamron parece notarlo y dirige su mirada hasta allí.

Trago saliva al percatarme que mi cuerpo reacciona a su mirada y por un instante tengo la necesidad de acercar mi rostro al suyo.

-         Sedujiste a mi hermano, pero no lograrás hacerlo conmigo.

Mi mirada regresa a mis ojos y puedo distinguir uno de los sentimientos más temidos en toda la historia humana. Ese sentimiento que fácilmente se ha convertido en odio en miles de ocasiones y ha llegado causar guerra y muerte… celos.

-         No seduje a tu hermano.

-         Has estado aquí tres días y conseguiste cegar a mi hermano.

Kamron levanta tres dedos de su mano para ilustrar su punto y en ese instante noto que sus nudillos tienen heridas que han cicatrizado hace bastante tiempo.

-         Kam… yo…

-         ¡No! Tú no tienes permitido llamarme así. Eres una extraña que se ha metido en la cama de Archie, pero ¿sabes qué? Destrózale el corazón y cuando te vayas, estaré aquí para él.

Kamron se aleja de mí y camina en dirección a la cocina.

-         Tomaré una ducha.

-         De acuerdo.

Kam regresa a verme por un instante y noto su mirada acusadora. Definitivamente, me odia en este momento, dándome una posibilidad de mantenernos alejados. Si tengo suerte, Baraquiel se encargará de enviar a alguien más, muy pronto y podré alejarme de Kamron antes de que esta situación empeore.

No dejo de tener la sensación de que he cometido un grave error, sin embargo, soy consciente de que Baraquiel tiene razón. No puedo dejarme llevar por mis sentimientos hacia un humano. El castigo de papá durará por el resto de la eternidad y sufriré la perdida de Kamron en algún momento del futuro. Miles de vidas dependen de mí y debo hacerme responsable.

La puerta del baño se cierra y Kamron desaparece de mi campo de visión. Escucho que Archie continúa cocinando, por lo que rápidamente me ofrezco a ayudar y de paso aprender un poco sobre las artes culinarias.