La caja de los secretos

"Esta presente."

Acabo dándome la razón a lo que sospechaba, si tenía mucha influencia la cajita en su cambio de comportamiento, respondí asintiendo, lo único positivo es que ya tenía la cajita en mi posesión. Llegamos y disimule una caminata rápida hasta mi cuarto, quería encerarme lo más rápido posible, no tenía escapatoria si ella intentaba algo, no podía hacerle daño a mi madre, me senté en mi cama iba a sacar la caja del bolsillo de la chaqueta pero escucho unos pasos, así que me contuve a sacarla, mi madre toca la puerta.

-Samuel ¿Puedo entrar?.

-Si – respondo mirando fijamente la puerta.

Entra y estaba con su bolso típico , se acerca y me da un beso.

-Llegare mañana en la tarde, me llamas si necesitas algo, te amo- solo asentí esperando que se fuera.

Me sorprendí de que se fuera tan rápido , camine hasta la computadora y vi la hora era 7:35 pm, pensaba que iba comer conmigo , pero creo que asi sería mejor, no soportaba esa manera de cómo estaba siendo mi madre, me siento de nuevo en mi cama, busco el bolsillo de mi chaqueta, no encuentro la caja, me quito la chaqueta con mucha rabia así que la suelto en mi cama y nada, no estaba la cajita.

–¡AHH!- exclamo en voz alta.

Me acuesto boca arriba en la cama, ya me estaba volviéndome loco, pero un pensamiento llego a mi cabeza, recordando que mi madre se acercó a darme un beso, en ese momento podía haberme sacado la cajita pero, ¿Cómo pudo hacerlo sin yo notarlo?. Bajo corriendo a la cocina para ver si todavía estaba, pero nada ya se había ido, decidido dejar eso en el olvido, me propuse a comer algo, tenía que dormir mi cuerpo lo necesitaba, mi cerebro de alguna forma no estaba apto para formular interrogantes ilógicas, ya estaba cansado de tantas situaciones raras. Abro la nevera, agarro jamon y queso, me preparo unos sándwiches, me siento en el mueble y enciendo la televisión,mientras comía pensando en cuanto extrañaba a mi padre, en que alguna vez me trajo una seguridad muy completa, sin nadie a quien contarle y que me creyera, solo podía enfrentar solo este problema.

Terminé de comer y subi por las escaleras y una pequeña pero no cesada intuición me decía que entrara en la habitación de mi madre, decidí seguir con aquella sensación así que abri la puerta, entre y estaba todo normal, pero si había movido alguna cosas, no veía mucho porque tenía la luz estaba apagada, encendí la luz y mi cuerpo volvió a estremerse de una manera insofacta al notar el mismo sello de la casa de la niña Antonela en el piso del cuarto de mi madre.
Camino lentamente, notando detalladamente la especie de sello maldito, no sé por que mi madre haría eso, pero sabía que era bajo la influencia de la cajita, busque en sus bolsos la cajita, sin éxito busque también en su gabinete, saque todas sus cosas, pero no había nada fuera de lo normal, me estaba frustrando y mi miedo comenzaba a juntarse con la ansiedad, estaba a punto de irme y sentí que alguien me estaba mirando, volteó hacia la puerta y no veo a nadie, pero de la nada la puerta se cierra como si la hubieran lanzada con mucha furia, corrí directamente hacia la puerta, ahora con más razón no quería permanecer mas en esa habitación, movía con toda mi fuerza la manija pero no podía hacer que saliera, mi mente esta completamente neutral, le pegaba patadas para ver si se aflojaba, mientras hacia eso sentí un escalofrio muy extraño, pero no quería voltear, hasta que un grito retumbo el cuarto, era la misma voz de Robert, sin retomar mi mirada hacia el cuarto, solo miraba la puerta sin saber que hacer, hasta solte un grito de eufória. 

–DEJAMEEE SALIR- con eso sentí que venían algunas lagrimas, pero antes de que ocurriera sujete la manilla con toda mi fuerza y la jale, para mi favor se abrió asi pude zafarme de eso que me atormentada en la habitación.

Me dirigí con prisa a mi cuarto ,al entrar puse el seguro en la manilla, para así creer que nadie me lastimaría, me tiro al suelo tratando de calmar mi ansiedad, mi corazón estaba a punto de explotar, sudaba frio pensaba que iba a estar todo bien, aun sabiendo que no sabía cómo iba a solucionar este problema, estaba acostado detrás de la puerta y volteé hacia la computadora, eran las 9:23 pm, ya era un poco tarde, estaba haciendo respiraciones profundas para así no sentirme agitado, pude lograr calmarme en lo físico, pero mi mente estaba sin respuesta. Me pare y me dirigi hacia mi cama, pero antes quería limpiarme la cara así que fui al baño, mientras lavaba mi cara, el agua me llevaba a unos recuerdo que creo que nunca los viví, estaba con Jerry en la práctica de futbol o con Daniel en su casa jugando Xbox 360, termine de lavarme la cara y volví a verificar si tenía la cruz inversa en mi labio y seguía intacta así como mi total disfunción emocional, mi cara estaba demasiada cansada. Salí del baño aún más deprimido, me acosté en mi cama prácticamente rezando que agarra sueño rápido, me quede mirando el techo hasta que me quede hundido a mi cansancio y me dormí. 

Soñaba que estaba en la casa de mis abuelos por parte de mi madre, era muy tranquilo estar en ese lugar ya que ellos tenían un gran porche lleno de vegetación y se podía trasmitir ese aire puro y fresco, aunque dentro de la casa mis padres discutían mucho, yo solo salía de ese malestar ayudando a mi abuelo a regar sus plantas, luego comencé a recordar porque no iba más a ese lugar, mis abuelos no toleraban que mi papá discutiera mucho con mi madre, nunca había una armonía completa cuando iba, recordaba que la última vez que los visite, mis padres estaban a un punto crítico de su relación, se notaba desde lejos su estado de deficiencia, mi madre se veía muy afligida, mi abuelo tenía un temperamento muy delicado y no soporto que mi madre se sintiera así por mi padre, mi abuelo le prohibió a mi papá entrar a su casa y mi madre se molestó mucho con el y mas nunca he sabido de ellos. El amor toxico bloquea la burbuja de la verdad, aun cuando la tengas a centímetros, sentía una molestia en pecho al despertar, estaba agitado, fui al baño y me limpie la cara, estaba sudaba pero no era por sentir calor sino porque había estado llorando inconscientemente, me relaje un poco porque ya había amanecido y todavía estaba vivo, todo en mi cuarto estaba normal, no me habían poseído , me paro y al salir del baño escucho un sonido de una llaves caer, retomo la mirada debajo de la cama y efectivamente estaba la llave de la cajita y todo lo que me había durado la paz era tan solo unos minutos, me agacho a recogerla pensando en cómo aparecieron en mi cama, ¿Qué habré hecho durmiendo?.



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En el texto hay: amistad, terror y suspenso, ansiedad

Editado: 04.01.2020

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