-¿Puedes oírlo? Es hermoso ¿no? - Dijo ella mientras levantaba su rostro con los ojos cerrados para recibir la brisa matutina.
-¿Que cosa? - pregunto el confundido.
Como despertando de un sueño abrió sus ojos y lo observo fijamente, como si estuviera penetrar en sus mas oscuros secretos, tratando de decidir si eran mentira o verdad.
-No puedes oírlo - respondió al fin, casi parecía desilusionada. Pero el no la conocía, así que no tenia forma de saberlo.
-¿Que es lo que no escucho? - insistió, no queriendo que ella dejara el tema.
-Si te relajas y abres los ojos siendo tú por solo un instante, podrás descubrir lo maravilloso y hermoso que es este mundo. Pero eso no sera posible mientras te sigas resguardando detrás de esa oscura muralla de odio que has formado.
Sin darle una ultima mirada salio del bosque dejándolo solo. Si ella hubiera volteado tan solo una vez, podría haber visto que en esos posos oscuros que poseía por ojos, apareció una pequeña grieta. Y tal vez si el no hubiera estado tan concentrado viéndola marchar habría escuchado la hermosa melodía de que Anne estaba disfrutando minutos antes.