La Caperucita era blanca [terminada]

Al rojo vivo

Vez tras vez y semana tras semana los cuerpos sin vida seguían siendo encontrados en diversos puntos del bosque, desde la pradera hasta la pequeña colina.

Ningún lugar estaba a salvó del misterioso asesino, a un corto tiempo los habitantes comenzaron a temer por su seguridad especialmente los lobos, ya que todos los asesinatos tenían que ver con los de esta especie, haciendo al bosque un lugar tan inseguro para ellos.

Algunos tomando medidas de seguridad comenzaron a marcharse del bosque dejando atrás sus vidas y gran parte de sus recuerdos ya que muchos habían estado viviendo en completa paz y armonía durante años y ahora les tocaba decir adiós a su antiguo hogar...

...Hasta que el error de uno de los suyos hizo de este lugar casi tan horrible como el mismísimo infierno con un asesino ansioso por sentir el palpitante rojo que emana de sus presas vertiendose en sus manos, ansioso de escuchar las súplicas de piedad que cualquiera de ustedes podría acertar sin equivocarse a qué estás palabras envueltas en llanto serían música para los oídos del misterioso asesino quien posteriormente aumentaria la  agonía a un punto mortal para la presa de la manera más inhumana posible.

Sus extrañas manías por desgarrar tejidos y dejar como si nada el cuerpo sin vida aún con el ligero calor que había tenido antes de la muerte se despedía lentamente al pasar de los minutos y junto con el una oleada de temor que deslumbraba por cada rincón del bosque. Después de que su obra maestra de muerte estaba terminada dejaba los cuerpos descaradamente abandonados a la orilla del camino, eso era su más significativo sello personal.

Luego sin que nadie lo supiera iba a la orilla del lago a consumar las huellas del pecado así mismo consumando el éxtasis de emociones que le invadian después de concretar una vida para saciar su venganza.

Pero vez tras vez la caperuza seguía tornándose en juego a la escala de colores partiendo de un rosa pálido a un rosa pastel y así sucesivamente hasta llegar al punto más máximo dónde ya la caperuza era de un rojo carmín, tan intenso, propio de sus atroces actos, dándole así un nuevo nombre.

Un nombre que aún no era conocido pero en cuanto lo fuera este resonaria por cada rincón del bosque causando pesadillas y escalofríos a cualquiera que llegaste a escucharlo, inclusive el viento llevaría aquel nombre impregnado ante el aroma de sangre fresca brotando del cuerpo sin vida de algún nuevo incauto, hasta el aullido de lobo llevaría consigo este nombre que si bien no daría tanto temor siendo nombrado por alguien que no conoce la verdad tras este, sería un nombre como ningún otro y este llamado sería “caperucita roja”

Una nueva cara del terror para la raza de lobos que ahora formarían una resistencia para prevalecer en los terrenos del bosque que se negaban a abandonar o al menos no sin antes dar una lucha por el.

Sin embargo a la chica su motivación nunca fueron las tierras y mucho menos el poder... Sus ambiciones fueron una venganza de un sentimiento que no entendió hasta ese momento. Un momento que marco a todos para siempre.

Pero hasta que todos conozcan su nuevo nombre, la pequeña asesina seguirá mostrando ante la sociedad su bondad y dulzura haciendo así de su parafilia algo oculto e insospechado

 



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En el texto hay: vengaza, muerte asesinato

Editado: 15.05.2020

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