Que injusta es la vida, te presenta una persona y te incita a amarla, aún sabiendo que el amor es dañino y melancólico.
Si tan sólo supieras lo mucho que te adoro, me encantas; es doloroso el saber que la vida nos impone esta gran distancia, es triste el tener que mantener contacto apenas a través de una pantalla.
Juro que regalaría mi vida por unos segundos a tu lado, por poder calmarte en tus noches de insomnio y brindarte mi ayuda en tus momentos de desesperación, daría mi vida por llevarte a ese lugar que tanto adoras y despejarnos juntos, acariciar tus cabellos mientras me cuentas tus problemas y poder asegurarte que todo estará bien, porque yo estaría ahí para acompañarte en tu camino y para superar cada obstáculo junto a ti.
De verdad, daría todo por poder entregarte mi cariño, por verte reír, sentados en la rama de aquel árbol viendo juntos el atardecer.
Aún así, aquí estaré siempre, demostrando la grandeza oculta en el arte de amar, más allá de la distancia.
#1139 en Otros
#234 en Relatos cortos
#8 en No ficción
nostalgia, relatos cortos, amor accion mentiras secretos familia
Editado: 08.05.2025