La cara oculta de la Luna

La libertad y yo

Ha pasado tiempo desde aquella última vez, en que las alas de la libertad guiaban mis pasos, me entregaba su pluma, un pomo de tinta y me exigía escribir mi propio destino, despejar mis propios caminos, avanzar sobre mis propios obstáculos y decidir qué hacer ante mis propios desafíos. Ha pasado tiempo desde que la libertad era mi amada.

Hoy, las cosas han cambiado, mi libertad se esfumó lentamente en el aire junto al humo de mi cigarrillo. Hace tiempo ya no soy mi guía, ya no soy yo quien mueve cada pieza de éste ajedrez agónico, mis pies están sujetos a hilos, amarrados a los dedos de quién manipula mis pasos, mis días dependen de otros, mi agonía depende de los mismos; mi alegría, las sonrisas, simplemente, ya no dependen de mí.

Hoy, vivo amarrado a estas cadenas, esas que aprietan mi cuello ante cualquier movimiento, esas que permití que existieran, esas que, a pesar de mi lucha interna, no he conseguido romper.

Hoy, soy un esclavo de la libertad ajena, porque la mía decidió abandonarme; no tengo el valor para huir y buscarla, no tengo el valor de, a ella, entregarme.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.