Cuánto tiempo has perdido ya, pensando tan sólo en el tiempo. Y el tiempo te obliga a pensar que tú tiempo se termina, lentamente, cada día se desperdicia pensando en la vida, en el pensar que no puedes dejar de pensar en el tiempo y su relatividad.
La vida es relativa, el pensar en la finitud de ella lo es más. El tiempo es infinito, en cambio, tu vida es finita.
Y es que sólo somos seres relativos en la infinitud de la vida misma y pequeños milisegundos sin importancia en un mundo que gira alrededor del tiempo, en un tiempo que existe gracias a la vida y en una vida que depende estrechamente del mundo y su rotar que creemos eterno.
Pero no es así, no. El mundo se detendrá algún día y toda la vida humana acabará, el tiempo se detendrá tan sólo unos segundos y luego volverá a correr arrasando con lo que alguna vez fue una civilización “inteligente”. El mundo no morirá, se recuperará, volverá a ser lo que era o incluso mucho mejor y millones de nuevas especies surgirán, porque la vida es así, un ciclo que se repite una, otra y otra vez.
Pero el tiempo vivirá por siempre, mantendrá con vida al mundo y vivirá en el eternamente. Hasta que un día, un nuevo ser surgirá y se preguntará: ¿Estaré utilizando correctamente el tiempo? Y el ciclo volverá a reiniciarse.
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Editado: 08.05.2025