Versos de desesperanza

Cuando los días se tornan grises y las aves ya no cantan.

Cuando sueño con el cielo pero las fuerzas no alcanzan.

Cuando ya no gano nada y tengo que aguantar las ganas.

Cuando lucho intensamente por levantarme en la mañana.

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Sólo ahí es donde aprendo a pelear conmigo mismo,

a saltar nuevamente al otro lado del abismo,

a soltar ese pasado que me impide avanzar

y a no dejar que esos recuerdos me vuelvan a derrumbar.

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Pero la agonía es un ciclo que jamás termina,

se reinicia cada vez y lo convierte todo en ruinas.

Pero con el paso del tiempo te adaptas a esa vida,

así decides ignorarla y sobrevives otro día.

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Mi rostro vuelve a estar hierático,

abrumado por este pasado errático,

cansado ya de esta felicidad de a ratos.

Olvidando que es mi mente la que hundió este barco.

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En medio del caos siento a la muerte tan cerca,

les puedo asegurar que mi fin ya se acerca.

Y es que es una realidad que me cuesta aceptar,

temo eternamente a la muerte y lo que con ella vendrá.

Temo a lo que al final del camino pueda encontrar.

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Hoy me encuentro impaciente aguardando su llegada,

sigo con mi vida aunque ya no tenga nada.

Hace ya mucho tiempo que perdí mis alas,

arranqué una pluma cada vez que mi alma se desgarraba.

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Pero les ruego, no teman jamás por mí,

les aseguro que aún no decidiré partir.

Simplemente les relato lo que mi alma ha de sentir

y mientras mi corazón funcione intentaré seguir.