Existe una creencia en masa, de que las experiencias se definen por la edad de un ser, de que aún hay tantas cosas por hacer, antes de alcanzar cierta edad y perecer.
Pero esto es algo que refuto fuertemente, pues a mí corta edad he visto tantas cosas diferentes, he vivido tantos hechos elocuentes, me he visto sumergido en agonía intermitente y he sentido este vacío engrandecerse.
He visto a unos padres desvivirse para que el alimento alcance, los he visto en el trabajo sumergidos en un trance. He visto a una familia jamás abrazarse.
Pero es ahora que los entiendo al fin. La vida cruel te arranca todo tu sentir y te obliga a dejar de vivir, y conformarte simplemente con sobrevivir, luchando cada día en un intento por subsistir.
He visto a unos padres golpeados por la vida, golpear a sus hijos hasta ver sangrar esas heridas. He visto la sangre escurrir de mis antebrazos a través de cada línea, trazadas en un intento por liberar el alma de esas ruinas.
He visto a seres de luz convertirse a la oscuridad, me he visto cansado ya de pelear, harto ya de un solo peldaño subir y tres peldaños bajar. Me he visto arropado por el miedo a la libertad y me he enamorado ya de mi eterna soledad.
He visto a personas abandonar sus cuerpos, he visto almas salir del cuerpo inerte de unos muertos y he visto la mía partir infinidad de veces de este puerto.
He visto mis sueños derrumbarse, a algunos amores pasados casarse y a cientos de personas de mí olvidarse.
Me he visto a mi mismo convertirme en mis padres, desvivirme cada día y dividiéndome en mil partes. Intentando sobrevivir y dejando los sentimientos aparte.
Y así es como he vivido, como he sufrido y como hoy existo. Pero éstas son tan sólo algunas de las cosas que he visto.
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Editado: 17.06.2025