Hace un tiempo tuve la dicha de volver a encontrarte. Ojalá supieras cuando desearía besarte, aferrarme a tu cintura o tan sólo abrazarte. Sin embargo, no he podido hacer más que tan sólo observarte, desde aquel rincón, oculto en alguna parte.
Ojalá pudiera contarte aquello que mi corazón siente, esas ganas de comerme al mundo y ser diferente. Aunque a veces siento que los nervios me traicionan, cada vez que te tengo enfrente.
Desde que nos cruzamos aquel día y con simpatía saludaste, no he logrado de mi mente alejarte, permaneces allí cada noche y en cualquier parte.
Ayer volviste y nos fundimos en un abrazo, acariciaste mis cabellos y me refugié en tus brazos.
Juro que daría mi vida porque fueras real. Hoy me iré a dormir temprano con la esperanza de volverte a encontrar. Y si lo hago, prometo que esta vez no volveré a despertar.
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Editado: 08.05.2025