La Cárcel no es El Marginal I

Capitulo 1 ¿ Porque “la Cárcel no es el Marginal?

Cuando pensamos en la cárcel, lo primero que se nos viene a la mente es violencia, caos y crimen. Nos han enseñado a verla como un agujero oscuro donde terminan los peores de la sociedad, para castigo de quienes no pudieron - o no quisieron - seguir las reglas. Las peliculas y las series refuerzan esta imagen con personajes violentos, jerarquías de poder,
guerras de banda y una brutalidad constante. Pero, ¿ que tan real es todo esto? ¿ Es la cárcel realmente ese infierno que nos venden?
No escribo este libro para justificar ni para condenar a nadie, sino para contar la verdad. No quiero embellecer la prisión ni romantizar la vida tras la reja, pero tampoco quiero caer en el morbo de quienes ven en la cárcel un espectáculo. porque la prisión no es solo lo que muestran las cámaras, ni es el monstruo que muchos imaginan desde afuera. Es un lugar donde conviven miles de historias, algunas mas duras que otras, pero todas atravesadas por mismo destino: el encierro.
He conocido personas que entraron a la cárcel siendo una cosa y salieron siendo otra completamente distintas. Algunos encontraron una segunda oportunidad en medio del encierro; y otros se hundieron mas en la desesperanza, el resentimiento hasta incluso, la muerte. He visto a hombres llorar en silencio porque extrañan a sus hijos, y a otros soportarse tanto el dolor que parecían estar hechos de piedras. La cárcel no solo es para castigo: es una maquina de transformar a quien entra en ella, y no siempre para bien.

La Cárcel que nos venden VS. la cárcel real.
El problema de como la sociedad piensa y como la cárcel es, no solo es culpa de la ficción.
Los noticieros y los medios de comunicación también tienen su parte. Cada vez que se habla de un motín, de una fuga o de un preso peligroso la imágenes del caos nunca faltan, como si dentro de los muros todo fuera una guerra interminable. Pero lo que no cuentan es lo que pasa entre esos momentos de crisis, ni la verdad de porque se llega a esa instancia.
Ni tampoco se dice quienes están detrás de esos caos
La mayor parte del tiempo, la vida en la cárcel es monótona. Se repiten los mismo horarios,
las mismas cara, los mismos espacios. La comida es mala (solo se mejora cuándo hay visita de un juez o una recorrida de derechos humanos), el tiempo pasa lento , y las oportunidades de hacer algo útil son pocas. ¿La violencia existe?, claro que existe, pero no es un festival sangriento como se cree. Es mas bien una sombra constante, un riesgo latente que depende de muchos factores: quien eres, con quien te relacionas, que lugar ocupas en la estructura interna del penal.
Porque si, la cárcel tiene sus propias reglas. Y muchas veces esas reglas no las impone el sistema penitenciario, sino, los propios internos. Afuera, la ley la dicta un juez, adentro, hay otro tipo de respeto. Aprender a moverse en ese mundo es la diferencia entre sobrevivir o
ser aplastado.
¿ Quien realmente terminó en la cárcel?
Otra gran mentira que nos han vendido es que la cárcel está llena de delincuentes peligrosos, de monstruos sin alma. Pero la verdad es que el sistema penitenciario tiene un problema de fondo: la mayoría de quienes terminan tras las rejas provienen de los mismos sectores de siempre: los mas vulnerables.
Pobreza, falta de oportunidades, entornos violentos desde la infancia, pibes reclutados por narcos, chicos que son separados de sus familias... no son excusas, pero son factores que pesan mas de lo que la gente cree. La cárcel no siempre atrapa a los mas peligrosos, sino a los mas desprotegidos. Quien tiene plata y conexiones rara vez pisa una celda, por mas grande que haya sido su crimen. En cambio, el que creció sin muchas opciones, el que cometió un error sin tener a nadie que lo respalde, es el que mas fácil cae y al que mas
difícil la tiene para salir.




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