La carrera del fin del mundo

Quien es Cooper

Las trece horas y treinta minutos, Cooper ha despertado de su coma de más de tres meses,
sus ojos se abren lentamente, la luz de la habitación se vuelve en contra de él como si deseara
cegarlo por completo, su vista se recupera y puede observar el lugar a su alrededor, las
sábanas blancas que lo cubren, las mangueras y otros aparatos conectados en su cuerpo,
Vladimir Cooper se despoja de todo estos cables y se decide en poner un pie sobre el suelo, su
cuerpo aún está en shock por el tiempo que estuvo postrado, con esfuerzo pudo apenas
caminar sosteniéndose de lo que podía para avanzar hacia una tableta de información, allí una
especie de cartilla hospitalaria con los datos de VAldimir Cooper le llamó la atención, cuando
vio la fecha corroboro lo que había leído en el diagnóstico, hematomas en el carneo de una
contusión en el lado occipital del cráneo, coma inducido...
La cabeza de Cooper dio vueltas una vez más, una sola pregunta le vino a la mente ¿donde
estaba ?
Su mente revoloteo un instante para hallar en sí mismo la respuesta, intentaba recordar lo
último que sucedió cuando él estaba despierto pero intentos fueron en vano, luego exploró el
lugar y descubrió junto a su cama una especie de guardarropa, esculco y lo único que
encontraban eran btas, se rascó la barba un momento e insistió en buscar y encontró, halló un
uniforme de flota, pantalones y camisa azul, se cambió de ropa y mientras lo hacía se percató
que en frente de la cama donde estuvo postrado meses había una ventana, soldada con
barrotes y con un letrero de advertencia que decía ñao abra fechado” no abrir clausurado.
Cooper se precipitó hcai la aquella ventana y a través de las rendijas que formaban entre cada
barrote pudo ver y lo que vio no le agrado, las imágenes llegaron a él como un baño de agua
fría, se aferró a los tubos metálicos y pensó, volvió a ver para asegurarse lo que observaban
sus ojos , la ciudad de Río devastada por la última vez que la mano del hombre intervino en el
planeta, barnizada con un manto naranja de arena, edificios, calles, incluso la ventana se
apreciaba guardar polvo.
Al científico se le aceleró el corazón ya ni siquiera pensaba con claridad, salió corriendo
después de ponerse el pantalón y el camisón, se puso la bata encima de todo, excepto
zapatos, salió descalzo por el pasillo de la nave, su despertar y huida se notificaba en la
cámara del capitán, captada por sensores y cámaras de seguridad. pero el capitán estaba
ausente en su consola de mando, este se encontraba unos pisos más abajo junto a Hudson y
Sousa charlando como si no tuvieran algo mejor que hacer.
Vladimir corría por los pasillos tambaleándose de vez en vez, su cuerpo aún no estaba para
esos tipos de cardios, se detuvo después de unos cuantos metros, se recargo en la pared y
agachó la cabeza, en ese instante se dio cuenta que había salido con los pies descubiertos, se

hablaba a sí mismo mientras seguía por el pasillo, tres meses, esos tontos no han salido del
planeta, las demás naves se fueron, no podían venir por nosotros no después del último
impulso.
Luego encontró lo que buscaba , el elevador, entró en él y colocó el número de piso que lo
llevaría al cuarto de mando. El elevador ascendía.
He tratado todo lo posible durante estos meses—dijo Hudson— pero no ha sido suficiente, los
ingenieros advirtieron que si el reactor era forzado manualmente podría causar una falla que lo
inhabilite y posiblemente una desestabilización en su núcleo.
—¿Entonces es todo? preguntó Sousa casi susurrando como sin ánimo de preguntar.
El nuevo capitán respondió —todo depende ahora si despierta Cooper—
En el elevador Cooper seguía hablando solo, tres meses, ¿en coma? ¡los códigos!, no podían
encender los motores sin los códigos, no puede ser. Esos tontos...
Cooper llegó al piso donde estaba la cabina de mando del capitán, apenas el elevador cesó su
rumbo, abrió las puertas y Vladimir Cooper salió desesperado hacia la el corredor, cuando
estuvo en la puerta que da acceso al control de la nave, esta no se abrió, pedía unos códigos o
reconocimiento facial por medio de un aparato colocado a un costado en la pared de la puerta.
El científico no fue reconocido por la máquina detectora, pero él sabía unos trucos bajo la
manga, los códigos de acceso a las puertas se conocía de memoria, dígito unos cuantos y por
fin pudo entrar. La puerta se deslizó por la pared, y Vladimir Cooper estando dentro de la
cabina de mando empezó a maniobrar un sin números de veces los botones y palancas, las
puertas se cerraron nuevamente y esta vez el aparato detector habia sido deshabilitado, de
modo que deseaba que nadie más entrara.
Vladmir Cooper había tomado control total de la nave y mediante unos cuantos botones
presionados hizo aparecer en el tablero de información una especie de ventana con petición de
códigos, las demás pantallas mostraban el estado de la nave, reparación en el casco al cien
por ciento, escotillas y ventanas a la superficie selladas, reactor estable, compuerta principal
abierta, lo último llamó la atención de Cooper, el científico se acercó al asiento de la ausente
Donoso, y acciono aceptar en una ventana emergente en el monitor de la antigua oficial, luego
con un par de botones más la puerta principal se cerró silenciosamente mientras Lily Lane y
Jhon Ekans discutían.
En el monitor principal aun pedia los códigos, aquellos los puso uno a uno, cuando finalizó, la
pantalla mostró el estado de los motores de la nave, tres meses de inactividad, Cooper los
encendió, y el monitor pasó a ser una cuenta regresiva, cinco minutos para el despegue, el
destino era el mismo, el planeta rojo, Marte.
Después de cerrarse las puertas silenciosamente, eso si las alarmas del despegue chillaron por
toda la nave, incluso fuera de esta, Lily Lane no pensó dos veces en apartarse lo más lejos
posible de la nave, pues fuera la alarma era muy directa, aparte del ruido agudo e insoportable
de sirenas y luces intermitentes, se oía un altoparlante con una frase grabada, que repetía sin
cesar, por favor aléjese de la nave, despegue en cinco minutos. Las alarmas dentro de la nave
también sonaban, Esteban Soler salio de la habitacion de Hudson junto a Sousa, el pasillo era




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