La carta de Lady Dixon

Capítulo 4

La casa de la familia Bush era muy elegante y grande, esta de menos decir que ellos forman parte de una clase social alta donde sus hijos buscan desesperadamente casarse con la primera mujer que ellos vean.

Creo que son seis hijos varones que el señor y la señora Bush tienen y no me cabe en mi cabeza como para ellos están fácil tener una vida lista sin preocupaciones, porque para ser sinceros quien no quisiera ser parte de esa familia si ellos tienen demasiados negocios por toda la ciudad.

Mi madre se baja primero del carruaje y después nosotras, entramos a la sala principal de la casa donde se estaba realizando el gran baile, había demasiadas personas de muchas partes. Hombres tratando de encarar lo que tienen mientras conversan, tratando de dar a conocer quien tiene más si el señor alto y flaco que esta al lado derecho agarrando su pecho cada vez que comente de su nueva inversión o el señor del lada izquierdo, ese señor bajo medio gordito con lentes redondos que alza su voz cada vez que quiere llegar hacer escuchado y envidiado por los demás.

Y después están las bellas y extravagantes mujeres con sus vestidos largos de color exóticos y costosos uno más caro que el otro, mientras más pedrería tiene cada vestido más quieren dar a conocer las mujeres que tienen un buen esposo que les mantienen que no tienen de que preocuparse, que nunca van a saber lo que es trabajar porque lo tienen todo y después está ese grupo de mujeres las que se creen críticas de la moda las que están a un costado de la pista de baile hablando de lo perfecto y horroroso que se puede vestir la gente.

“Vamos Mae que no me quiero perder la exposición de arte que esta en la habitación del costado” Podía notar como mi hermana se moría de la emoción por poder ver la exposición de arte.

“Está bien vamos Kate, no perdamos tiempo”

Nos encaminamos hasta la siguiente habitación donde están los cuadros y las figuras de cerámica, cada cuadro era totalmente diferente, podían tener el mismo cielo y sol pero cada uno significa mil cosas distintas para cada artista, puede ser posible que un artista se enfocó en resaltar más las nubes que es por ello por lo que te puedes dar cuenta como las nubes se mueven ligeramente del lado contrario de la corriente del viento o como el otro artista se enfoca más en el sol, en como es un día demasiado caluroso que puedes llegar a sentir la temperatura de esa obra de arte.

Porque todo es arte, esas pequeñas cosas que te hacen contemplar las cosas más diminutas es arte, esa sensación de estar en esa imagen, esa impresión de saber cómo es el sabor de esa fruta de aquel pintura a mi derecha o de imaginarte las posibles conversaciones que pueden tener esas cinco mujeres en medio de un puente en aquel retrato de mi izquierda, todo eso es arte, el arte de crear y poner a volar la mente de tus espectadores.

Mi hermana esta en un costado de la habitación admirando cada obra detalladamente, viendo las técnicas tan únicas de cada pintor.

Nos demoramos un buen rato en analizar y admirar cada obra que ni siquiera nos hemos percatado que ya han empezado a tocar los instrumentos, nos acercamos a la pista de baile para ver como entre los hombres y las mujeres se lanzan miradas diciendo desesperadamente que quieren bailar entre ellos, para poder tener una opción con quien casarse porque en realidad el único motivo que se hace todo esto creo que es solo para que la clase alta siga creciendo y nunca deje de existir, porque al final del día ¿Qué serian los pobres sin ellos? Que sería la gente que trabaja en sus mansiones por horas tratando de ganar algo gusto para sacar a su familia adelante.

Veo como Marian se encuentra entre su grupo de amigas, como cada una de ellas habla de una manera exagerada tratando de llamar la atención de algún hombre y definitivamente esa etapa en la que está Marian es donde más locas están sus hormonas y aun así mi madre y mi padre están de acuerdo de que consiga un novio.

Regreso haber hacia el marco de la puerta de entrada de la habitación y ahí esta él de nuevo, ese hombre más engreído y delicado que he conocido en mi vida, el señor Battle, le regreso a ver a mi hermana con una cara de susto rogando que el señor Battle no se dé cuanta de mi presencia y pase de mí.

Kate me toca el hombro como seña de tranquilidad y me enseña levemente con un movimiento de cabeza donde se encuentra el señor Battle, regreso a ver y me he quedado congelada, se me ha olvidado respirar, pestañear, se me a olvidado todo gracias a lo que acabo de ver.

Mi hermana Marian bailando contentamente con el señor Battle, pero que bastardo resulto, como puede ser posible que trate de engatusar a mi hermana menor y casarse con ella, como puede ser posible que mi hermana sea capaz de salir con alguien mucho mayor a ella.

“Pero eh, Kate tú eh…tú te has fijado en lo mismo que yo, que el señor…el señor…”

“Si hermana el señor Battle está bailando con nuestra hermana menor, pero al final del día mi hermana es la única que tomara una decisión, roguemos para que piense bien”

Me decía mientras miraba hacia arriba como queriendo pedir al cielo un milagro.

“Señorita me concede esta baile…” Me preguntaba un hombre medio apuesto mientras me hacía una corta reverencia con su cabeza.

“Lo siento señor, no falta mucho para que llegue mi marido” Le decía seriamente tratando de no reírme en su cara. Veo como se a quedado pálido de la vergüenza y cómo se marcha lentamente tratando de disimular que nada de eso ha pasado.




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