La carta de Lady Dixon

Capitulo 6

Narra Marian Denso:

Tengo que respirar varias veces para poder mantener un poco de calma y no salirme de control, había sido muy tarde para cambiar de opinión y dar un paso atrás, porque ya no hay otra opción ya no hay más plan B. Era consciente de lo que había hecho un pequeño sacrificio para una nueva vida. Era consiente que nunca podre saber lo que es morir junto a la persona que amas, pero a la ves era consciente de que no me tendré que preocupar por mí, que todo lo que necesite siempre lo tendré.

El señor Battle había sido muy claro conmigo y me hiso saber todos los detalles hasta punto y coma.

“Señorita Denson, yo sé que a lo mejor usted espera algo como su hermana Mae o como todas las mujeres de esta sociedad, pero debe ver desde otro punto de vista, todo este pequeño pero gran esfuerzo va a conllevar una gran recompensa por toda su vida.”

El señor Battle me había comentado que su padre ya le estaba obligando que él le presente a su futura esposa para así poder reclamar su herencia, pero siempre y cuando nunca se pierda el linaje de su familia, un pequeño pero gran esfuerzo que tenía que hacer yo durante toda mi vida. Acostumbrarme a vivir con alguien que no sea igual que yo, acostumbrarme a comportarme como la mujer perfecta que cada hombre quiere cuando hay reuniones, acostúmbrame a ser madre y dar mi vida y mi cuerpo por mis hijos, todo eso a cambio de una vida con lujos, una vida tranquila y sin preocupaciones, una vida perfecta que cada madre sueña para sus hijas.

¿Pero en qué parte de la historia entro yo? Si no soy merecedora a nada, no puedo cumplir mis propios sueños porque a las mujeres de esta época solo están interesadas en darle herederos a su esposo. ¿Dónde queda mi anhelo por la música y el soñar que soy la mejor pianista de Inglaterra? Todo eso ya no tiene importancia porque cuando te casas das tu vida para poder vivir bien.

“Pero señor Battle, usted está seguro con lo que me está diciendo…”

“Si claro, por su puesto que si no me quiere tratar como su esposo cuando estemos solo nosotros dos no tengo problema, pero no olvide nunca señorita Denson lo importante que es dar a conocer a los demás lo mucho que nos amamos.” Era decir que sí o no saber cuando llegaría otro hombre a mi vida para que me pueda mantener. Era eso o trabajar como sirvienta.

“Trato hecho, ninguno de los dos esta obligado a portarse como esposos cuando estemos solos, pero usted me dará una habitación para mi sola en su casa y quiero un piano en esa habitación para poder tocar cuando yo quiera.”No me dijo nada, solo acento levemente con sus ojos como darle a conocer que estaba de acuerdo con lo que le acababa de decir.

 

Narra Mae Denson:

Escucho que un carruaje se está acercando a nuestra casa me acerco hacia la ventana para ver y me doy cuenta de que ya ha llegado el señor Battle a verle a su prometida.Me percato que ya empieza a tocar la puerta de entrada para dejarle pasar.

“Ya voy” Digo un poco alto haciendo notar que yo me encargaré de abrir la puerta. Voy caminando ligeramente hacia la entrada, dando pasos bien cortos para hacer que el recorrido se haga más largo. Deseando que en cada pisada el tiempo pasa lento.

“Buenas tardes, señor Battle” Le digo mientras hago una seña para que entre a nuestra casa, no me queda de otra que poner mi mejor cara que tengo porque a partir de hoy le veré por el resto de mi vida y yo que llegué a pensar que me había desecho de él pues estuve muy equivocada.

“Buenas tardes, señor Battle” Le dice mi madre. Vimos como desde las escaleras nuestras sirvientas le estaban ayudando a Marian con todo su equipaje. Baja muy contenta desde que le ve la cara del señor Battle, camina de prisa para darle un gran abrazo como saludo.

“Hija no…no crees que te llevas demasiado?” Le dice mi madre con preocupación al ver se está llevando todas sus cosas.

“No madre tranquila, todos los días vendré a visitarles” Le da un suave beso en la frente de mi madre.

Nos despedimos de ellos dos agitando nuestras manos de un lado al otro, deseando que ese momento sea eterno, pero solo vemos como cada vez más se empiezan alejar más y más.

“Vamos madre, entremos que ya mismo debe llegar nuestro padre a vernos para salir de viaje. Vamos madre debes estar espléndida el día de hoy” Le trataba de animar un poco ya que mi mamá no se movía de la puerta, se iba a poner a llorar hasta que se dio cuenta de ella, tomó una gran bocanada de aire se dio media vuelta y entro sin más a nuestra casa.

Mi madre siempre a sido una mujer muy esbelta y con una gran imagen, se cuida tan bien que es muy difícil el poder encontrar una arruga en su cara, mi madre nos sabíadecir, que las señoritas no lloramos porque nos evitamos que se nos arrugue nuestra cara que una siempre debe estar seria y con elegancia para que nuestra piel no pierda fuerza y se caiga.

“Por eso las mujeres de nuestra clases, no se enojan o se ponen a llorar porque la piel se arruga, por eso las mujeres de nuestra clase camina en línea recta y sacando pecho para tener siempre la mejor figura y evitar una gran espalda.”Me acuerdo de que mi madre nos solía decir eso cuando éramos pequeñas.

Las tres acabamos de hacer nuestra valija y nos quedamos en la sala de espera, mi madre estaba leyendo, Kate estaba tejiendo al igual que yo y todo estaba en profundo silencio, la casa parecía un cementerio ni siquiera en ese momento teníamos en ruido de ningún animal ni de mi hermana tocando el piano.




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