La carta de Lady Dixon

Capitulo 7

Habíamos llegado a casa hace media hora, el resto del viaje fue tranquilo para mí porque me quedé dormida. Me encontraba en mi habitación desempacando mi maleta, al fondo de mi maleta me encontré con la flor blanca que me había regalado Niel la noche anterior.

“Ten, puedes ver lo hermosa y perfecta que es la flor señorita Mae, tal cual es así usted, pura, transparente, y simplemente perfecta”

Me quedé sin palabras, sin saber que responderle, todo esto era nuevo, pero tenía una necesidad de poner una barrera dentro de mí para no caer más en sus halagos, necesitaba poner algo que detenga todo lo que estaba comenzando a sentir porque caso contrario sería muy tarde y repetiría el mismo patrón que todas las mujeres depender de alguien.

Cogí la flor que me dio y la puse en un costado de mi vestido para que no se caiga y ahora que la vuelvo a ver me había olvidado de ese momento cuando me lo dio.

Acabé de arreglar toda mi habitación y me fui a buscarle a Warren por toda la casa, no quiero que pase más días y no pueda publicar nada, había escrito demasiado estos últimos días y necesitaba compartirlo con las demás personas, necesitaba compartir la manera en la que me sentía cuando pensaba en el señor Neil la manera tan confundida en cómo estaba viendo mi vida en estos días, necesitaba compartir todo lo que pensaba acerca del amor y la sociedad, acerca de las mujeres y sus sueños.

Necesitaba de una cierta forma poder gritar y alzar la voz, de luchar y cambiar la vida de cada una de nosotras, que no tengamos pena de hacer cosas que se consideran de hombres, que podamos elegir cunado casarnos y a quién amar, que podamos vivir y trabajar en donde queramos.

Estaba frente a frente en la puerta de despacho de mi hermano, cruzando los dedos y rezando a todos los dioses para que se encuentre aquí.

Abro lentamente la puerta del despacho, asomo mi cabeza entre el espacio que había y ahí está mi hermano leyendo el periódico mientras fumaba su pipa, que haría sin él realmente, gracias a él me siento un poco libre.

“Perdón ¿puedo pasar?” Digo tratando de no desconcentrarle a mi hermano.

“Sí Mae pasa” Me dice todo contento.

“Ya sabes para que estoy aquí, necesito que me hagas el mismo favor de siempre, tengo varios escritos que los quiero sacar a la luz” Digo con ansias de que él me pueda seguir ayudando.

“Claro, dámelos y yo más tarde me encargare de irlos a dejar señor Dixon” Me dice molestándome le extiendo mis escritos de una forma rápida para que los pueda guardar lo más rápido posible y que nadie nos pueda ver.

“Por cierto hermana, tus escritos están siendo el ojo del huracán muchas personas están amando lo que escribes, como piensas y esa forma tan pura de transcribir todo, pero hay otras personas que lo están odiando y piensan que esos escritos no deberían porque ser publicados, ya que les molesta esa audacia con la que puedes protestar”

No sabía como sentirme, no sabía si ponerme feliz o triste por lo que piensan de mí, pero de lo que si estoy segura es que estoy haciendo pensar a la gente y que se cuestionen si todo esto es correcto, si es correcto vivir en una norma solo bajo de hombres.

Nosotras no nos podíamos dar el lujo de leer el periódico, mi padre desde que éramos pequeñas, siempre a mis hermanas y a mi nos ha enseñado que las mujeres no tienen ninguna necesidad de leer un periódico ya que solo los hombres pódian leerlo y entender de lo que se trataba, ya que ellos deben estar enterados de todo lo que pasa, pero las mujeres no tenemos ningún apuro de saber lo que pasa allá afuera porque nuestra vida está en casa, por eso nos llenaban de libros para poder entretenernos y siempre había un libro mejor que otro, siempre había ese libro que te provocaba devorarle en ese mismo día y poder saber en que acaba.

Con todo el dolor de mi alma yo no podía disfrutar de mis escritos y verlos plasmados en miles de periódicos, pero sabía que la gente que los lee puede sentir todo el amor que pongo en ellos, eso era lo que me confortaba.

“Por cierto hermana, aquí esta todo tu pago. El director está muy contento con el señor Dixon y me dijo que le haga saber que quiere más propuestas, para poder sacar entre las primeras planas del periódico” Me decía contento y podía notar como tenía una mirada cargada de orgullo hacia mí.

Yo sin pensarlo dos veces me abalancé hacia mi hermano y le abrasé, el recibió mi abraso de buena forma y me abrasó de vuelta, era gratificante saborear el apoyo de tu familia, saber que de cierta forma te apoyaba y estaba contento de tus pequeños logros. Me extendió el sobre donde esta mi pago de todos estos meses y yo ágilmente lo guarde entre mi vestido.

La única cosa positiva de poder usar estos vestidos es que yo podía esconder cualquier cosa entre mi vestido y nadie se enteraría.

Salí del despacho de mi hermano toda contenta por la buena noticia que me dio y me fui hacia mi habitación para poder esconder el sobre del pago entre mí ropa, aún no se exactamente lo que voy a hacer con mi dinero, pero lo tendré guardado hasta que algo se me ocurra, puede sonar absurdo, pero al tener esta cantidad en mis manos me siento la mujer más poderosa del mundo, me siento capas de poder hacer todo lo que quisiera, siento como si me colocaron alas para poder ser libre.

Deseaba con todo mi ser, que el director pueda publicar los escritos que le di a mi hermano ya que uno de ellos tiene un valor muy importante para mí.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.