La Carta Olvidada (Parte 1)

Feliz de por fin estar instalada en su nueva casa, Ana decidió subir al ático de esta, era un ático muy viejo, se notaba por los crujidos que hacían las vigas de madera cada vez que se daba un paso, además del olor a humedad y antigüedad del que el aire estaba cargado. La casa, construida a finales del siglo XIX, había sido una oferta en el mercado inmobiliario y Ana, que era una joven escritora en busca de inspiración, no pudo resistirse a los encantos de la casa.

Al subir al ático se encontró rodeada por cajas a montones repletas de polvo, se acercó a examinar una pila de libros y objetos antiguos, mientras lo revisaba se dio cuenta de que en una esquina alejada y oscura del ático había una pequeña caja de madera, esta caja parecía no haber sido tocada en décadas, estaba cubierta de telarañas y polvo. Víctima de la curiosidad, Ana, se arrodilló en frente de la caja y decidió abrirla, dentro de la caja encontró una carta amarillenta atada con una cinta de seda, curiosa desató la cinta y desplegó el papel, la carta estaba escrita con una caligrafía antigua pero elegante, la carta comenzaba con una fecha “12 de Julio de 1901”. Ana comenzó a leer, cada línea despertaba su interés más y más.

“12 de julio de 1901

Querido lector,

Si estás leyendo esto, has descubierto el secreto que he estado ocultando durante tantos años. Este lugar, esta casa, guarda más historias de las que puedas imaginar, y no todas son felices. Me llamo Isabel, y si los acontecimientos se han desarrollado como temía, ya no estoy entre los vivos.

En esta casa, en la noche del 15 de octubre de 1899, fui brutalmente asesinada. Mi asesino, cuyo nombre nunca fue revelado, dejó pistas que nunca fueron descubiertas por las autoridades. Mi espíritu ha estado atrapado aquí desde entonces, incapaz de descansar en paz debido a los misterios que rodean mi muerte.

No todo lo que ves es real, y no todo lo que es real puede ser visto. Esta casa tiene una voluntad propia, y su historia aún no ha terminado. A lo largo de los años, he intentado comunicarme con los habitantes que han venido después de mí, para que me ayuden a liberarse y a las otras almas atrapadas en esta casa, pero pocos han entendido mis mensajes y han terminado con el mismo destino que yo.

Te advierto, quienquiera que seas, que tengas cuidado. He observado cosas extrañas en esta casa: sombras que se mueven por su cuenta, susurros en la oscuridad, y una presencia que no es ni amable ni humana. Si te has encontrado con esta carta, es probable que también te enfrentes a estos fenómenos.

En cuanto bajes a la sala de la casa vas a escuchar golpes en la puerta de la cocina, no te asustes, pero ten cuidado con cada paso que das dentro de esta casa, después el agua hirviendo se va a desparramar de la tetera, escucharás voces, susurros llamando tu nombre, no les hagas caso, sigue tu dia con normalidad a pesar de las cosas que veas o escuches, esta tarde, un vecino llegara a tu puerta preguntando por la razón por la cual te mudaste, se amable, te pedirá entrar, no lo dejes, pon alguna excusa, pero no lo dejes entrar, verás siluetas en los rincones más oscuros de la casa, sentirás que te están observando, verás cosas que se mueven solas, cosas que se caen de sus repisas, sombras paseando por la casa.

Otra cosa que debes saber es que a medianoche, tres golpes en la puerta principal van a anunciar la llegada de una entidad que busca reclamar más almas para su colección. No abras, pase lo que pase. Aquellos que lo han hecho, nunca han sido vistos de nuevo.

He intentado encontrar una manera de romper este ciclo y liberar mi alma y las otras atrapadas aquí. Quizás tú, puedas descubrir lo que yo no pude. Busca en los rincones oscuros, en los lugares olvidados. Hay pistas escondidas que podrían revelar la verdad y poner fin a esta maldición. Recuerda que mientras estés en esta travesía vas a recibir ayuda de estas almas, no te asustes, solo quieren ser liberadas, pero también te encontrarás con cosas que serán muy difíciles de entender.

Si decides aceptar este desafío, hazlo con valentía y precaución. Mi destino y el de estas almas atrapadas está ahora en tus manos.

Con esperanza,

Isabel”

Al terminar de leer la carta Ana sintió un escalofrío que le recorría la espalda, pensó que debido a que la carta era muy vieja no debería hacerle caso, pero algo dentro de ella sentía que al abrir esa carta había despertado algo dentro de esa casa, mientras bajaba por las escaleras para dirigirse a la sala comenzó a sentir una sensación de que alguien la estaba observando, decidió hacer caso omiso y puso un poco de agua en una tetera a calentar y se fue a sentar a la sala, en cuanto se sentó observó la hora en su celular las 11:40, era un poco tarde y mientras pensaba en que iba a preparar par la hora de la comida escuchó unos golpes provenientes de la cocina, específicamente de la puerta, en cuanto volteo vio, lo que creyó ser, una persona, pero parecia mas una sombra, que no quería ser vista, decidió prender la televisión y unos segundos después escuchó la tetera, al ir a la cocina se dio cuenta de que había dejado el agua mucho tiempo y se estaba desparramando así que apago la estufa y dejó la tetera un rato a que se enfriara.

Después de eso, regreso a la sala de estar, dos cosas, dos cosas que la carta había dicho que pasarían en cuando bajara, en el mismo orden - Esto no puede ser real- se repetía a sí misma - sólo estoy imaginando cosas, el leer la carta me asustó y solo es mi imaginación lo que está pasando- despues de eso siguió con sus actividades normales, regreso a la cocina para prepararse un té relajante, sirvió un poco de agua en una taza y colocar un sobrecito de té, cuando alzó la mirada pareció que alguien había estado frente a ella unos segundos antes de desaparecer. Abrumada por lo que acababa de pasar regresó a la sala con su taza en la mano y se concentró en el programa de televisión que estaba, y tal como decía la carta siguió con sus actividades normales. Una hora después decidió explorar más la casa, la carta decía que se ocultaban pistas sobre la muerte de esa tal Isabel, aunque también considero que fuera una broma de algún adolescente de la calle, pero un asi, ya habían pasado dos cosas que decía la carta, además de que también había visto de reojo algo que parecían sombras por la casa.