La carta que no envie

La fiesta sigue..

Cuando Santiago me dijo eso no entendí, pero tampoco le pregunte dijo eso, la fiesta seguía, después de presentarle a mis padres quíen era mi novio, ellos se fueron para dejarnos disfrutar la fiesta pero al mismo tiempo me decían que nos portaamos bien y que no querían quejas al día siguiente, teniamos una mesa llena de jarras con bebidas que mi papá dejos preparadas sin tanto alcohol para que no nos emborracharamos y pudieramos disfrutar de la fiesta, ya pasada las 3 de la mañana todos estaban dormidos, yo aprovechaba para empezar a limpiar pues no quería dejar todo al día siguiente,  mientras estaba limpiando sentí que alguíen me tomo del brazo pense que era Esteban y voltie con una sonrisa en mi rostro, pero al dar vuelta me lleve la sorpresa de que era Santiago, en eso el  sonrío y dijo.

        __Te debo un regalo de cumpleaños y creo que ya es momento de dartelo

    __Santiago, me sorprendiste!, pero esta bien que es lo que me tienes que dar

--Cuando yo dije eso el simplemente me dio una sonrisa de esa como la primera vez que nos conocimos, esa de la cual me enamore, me tomo de la cintura y puso mi cabello detras de mi oreja, me tomo de la barbilla y levanto mi rostro, sin soltar mi cara simplemente se incllino y me beso, en ese momento sabía que estaba mal, pero tampoco me negue, simplmente lo dije y yo tambien lo correspondi, no se cuanto tiempo pasamos besandonos, pero si sabía que era el beso mas largo que me an dado, simplemente no quería que ese momento acaba, después de besarme solo me dijo:

    __Buenas noches, espero te gusten mis dos regalos y los guardes con mucho amor..

  --Cuando dijo eso recorde que no había abierto el regalo que el me había dado, termine de limpiar todo y subi a mi recamara cerre la puerta con seguro no quería que nadie se diera cuenta, por nadie lo decía por Esteban, tome la bolsa y lo abri, wow, mis ojos se inundaron de lagrimas al abrirlo, tal vez era algo sin importancia para otro pero para mi fue como regresar en el tiempo y esar sentada junto a el disfrutando de la vista, eran unos aretes y un collar, el collar tenia en medio un dije de un pequeño atrapasueños con unas pequeñas hoojas colgando de el, los aretes eran unas pequeñas hojas, cuando los probe sentia que esas pequeñas hojas danzaban sobre mis orejas, suspire y sin mas atesore ese regalo en mi corazón, era como si el en aquel entonces adivinara lo que estaba pensando, tal vez pensamos lo mismo, para los dos ver las hojas mover con el  viento era un espectacúlo mágico,  me sentía en las nubes  solo con imaginar que lo que tenia en aquel entonces no era un amor no correspondido, tal vez los dos nos sentiamos igual, no fue un amor unilateral, era un mor correspondido en silencio.                                                                   




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