Respiró hondo, y decidió mantener el control en un momento así.
—Sólo quería darle... darle esto a tu mamá de parte de la mía por lo de anoche —le dijo y carraspéo. Ni siquiera sabía porque se sentía tan nervioso.
Allison estaba tan seria que parecía de mal humor.
—¿Qué es?
—Es una tarjeta de agradecimientos.
—¿Sólo eso?
—¿Esperabas un lamborghini? —dijo y alzó sus cejas—. Porque no tengo las condiciones, y de todas maneras no es para ti.
—¿Y qué sabes si a mi madre le agradará? —sonrió divertida—. ¿Eh?
—Porque tu mamá no es igual a ti —respondió—. ¿Podrías darle esto? Sólo vine a hacer lo que mi mamá me mandó.
La rizada suspiró, y tomó la tarjeta de mala manera.
—Luego... luego traeré el recipiente. Me lo he olvidado —dijo Alex—. Adiós.
Volteó para irse.
—No hace falta —dijo ella.
Alex detuvo sus pasos, y volteó a mirarla.
—¿Qué?
—Qué no hace falta —repitió—. Apuesto que lo necesita más yo.
Y a continuación, trató de ser lo más claro posible:
No necesito nada de ti —miró a sus ojos—. Puede ser que necesite cosas pero no, no de ti. Trataré de buscar una solución.
—¿Y qué harás? Tu casa se está cayendo y tú también.
Alex estaba haciendo un gran esfuerzo. En serio. Él quería gritarle muy fuerte. ¿Cómo puede ser posible que ella sea tan cruel?
—Sólo quiero terminar la preparatoria —le dijo en un tono muy molesto-. Sólo quiero eso. Y trataré de salvarme a mí mismo y a mí madre.
Allison pareció ofenderse, y la verdad es que Alex no tenía idea del por qué.
—Lo dices como si fuer-
—Es importante —dijo—. Tú no lo entenderías. Porque tú lo tienes todo, Allison.
—No me trates como si fuera una tonta. Sé las cosas de la vida.
—¡Wow! Sorpresa, Allison, eres una tonta. No las has vivido. Se nota, así que no tienes nada para decirme —dijo ahora más cerca de ella-. El dinero no es todo en la vida, ¿sabes?
—Lo sé.
—Eso también se nota —dijo y rió por la nariz negando con su cabeza. No había remedio para esa conversación—. Adiós. Saludos a tu mamá.
Hizo ademán para largarse pero la rizada, le dijo:
—Sé que eras tú.
—¿Qué?
—Tú... estabas en el parque la otra vez, ¿cierto?
Alex, sin dudar, asintió.
—¿Y qué viste?
—Nada importante.
—Es importante.
—Oh, es importante para ti. Bien gracias —dijo Alex—. Te vi con Matt, eso es todo.
—Mentiroso —le dijo Allison, y parecía comenzar a molestarse—. Viste más.
—Te he visto con Matt, y te has besado con él. ¿Eso querías oír?
—Abres la boc-
—No me interesa —le dijo Alex. Y era verdad—. No me importa, no me incumbe y vuelvo a repetir; no me interesa tu vida y menos la de tu amigo, el cual es un infeliz.
Allison pareció confundida, y algo aturdida también. Y asintió.
—Más te vale, Alex.
Sin voltearse, le dijo:
—No te pases de lista porque no les tengo miedo.
Sin embargo Allison no le dijo nada más, y sólo entró a su lujosa casa.
Supongo que ella estaba un poco desesperada si se llegasen a enterar de su relación con Matt. Y quizás... solo quizás, Alex se podía imaginar el por qué (los rumores corrían en la escuela) y era porque el padre de Matt, supuestamente, estaba enamorado de la madre de Allison y también estaba el negocio en el medio. Si el padre de Matt se llegara a enterar, no solo arruinaría su futura vida en el amor sino que sus negocios también. Habría conflicto en los futuros hermanastros.
Alex no se quería imaginar cómo.