No mentía.
No mentía respecto a que había quedado toda la jodida noche pensando en cómo Allison lo había abrazado.
Tenía que de alguna manera quitar aquella noche de su cabeza porque no estaba siendo de todo favorable pensar en eso cada segundo.
Al final se durmió, tarde pero lo hizo.
Pasaron los días, hasta el lunes en la mañana cuando el castaño se despertó e hizo sus quehaceres como cada día entre semana para ir a la preparatoria. Se despidió de su mamá, le dijo que después hablarían bien del tema... y luego, se marchó.
No cruzó a Allison, ni a sus queridos amigos. Y pudo ir a la preparatoria en paz.
Sin embargo era extraño que Allison no le dijera absolutamente nada en la preparatoria, y pudo esquivar cada momento con Kayla y Matt, porque la verdad es que no quería escuchar sus comentarios respecto a él. Y a su casa.
La parte de querer pasar de desapercibido delante de Matt y Kayla, no fue la peor parte.
La peor parte fue cuando llegó a su casa, y desgraciadamente se encontró con Allison, Kayla y Matt cruzando por aquella calle.
Quiso entrar lo más rápido que pudo, pero se asombró tanto cuando escuchó un:
—Dime si no es un peso menos cuando lo hagan —dijo Kayla-. ¿No, Alex? Quiero decir, cuando te la quiten.
Automáticamente apretó sus puños.
Se lo dijo.
Allison les contó.
Volteó a mirarlos, y dijo:
—¿Qué? ¿Qué has dicho?
—Lo que oíste —dijo Matt, y señaló la casa de Alex—. Te la quitarán. ¿No es un peso menos?
Quiso gritar con todas sus fuerzas. Quiso gritarles. Especialmente a Allison, que estaba con sus ojos más abiertos de lo normal, y miraba a sus amigos algo... asombrada.
Lo primero que hizo Alex fue caminar hasta Allison que retrocedió en un instante, y el castaño le dijo:
—Les dijiste... ¡Les dijiste! —exclamó. Y ella se sobresaltó—. ¡¿Esto querías?! ¡¿Qué ellos se burlaran de mí, Allison?! ¡¿Eh?!
Ella lo miró a los ojos, y negó con la cabeza algo desconcertada.
—No fue...
—¡¿No fue qué?! ¿No fue tu intención? ¡Eres una mentirosa e hipócrita! —exclamó. Estaba sintiendo un ardor en sus ojos y una opresión en el pecho. Y le dijo, con mucho dolor—: Pedazo de basura.
Matt lo miró con el ceño fruncido, y tomó a Alex del cuello de la camisa para empujarlo lejos de la rizada.
—¿Quién te crees que eres? ¡¿Quién te crees para hablarle así?!
Alex lo empujó.
—¿Qué quién me creo? —exclamó—. ¿O quién tú te crees, Matt? —luego, miró a Allison—. Por lo menos no eres el único que estará feliz porque me quitarán la casa. ¿Crees qué es gracioso, Allison? ¿Crees que me gusta estar así? —Las lágrimas no salían aunque quería llorar. Estaba con mucha ira.
Kayla intervino, diciendo:
—Cálmate. No es para tanto...
—¡Tú cálmate! —le gritó—. Ustedes sí que son unos infelices sin vida.
Matt se acercó rápidamente a Alex para empujarlo, arrojarlo al suelo, y golpearle. Sin embargo cuando cerró el puño para darle un golpe en la mejilla a Alex...
Allison actuó.
Y empujó a Matt lejos de Alex.
—¡Hey! ¡Matt! ¡No!
—¿Qué? ¡¿Estás bromeando?! ¡Deja que lo golpee! —exclamó hacia Allison—. ¡Se lo merece!
Alex estaba en el suelo mirando tal escena, con sus ojos rojos y un poco hinchados.
Se sorprendió tanto cuando Allison le exclamó a Matt:
—¡No se lo merece! ¡Cierra la boca! ¡Basta!
Kayla miró a Alex, sin entender nada, y luego miró a su par de amigos.
—Chicos... se acabó —dijo ella—. Dejen de pelear.
—¿Lo estás defendiendo? ¿En serio, Alli? ¡Te la has pasado toda tu vida hablando mal de él! ¿Qué ha cambiado?
—¡Nada! ¡Sólo déjalo en paz esta vez! —le dijo Allison, y miró al castaño que estaba con su respiración agitada y con sus ojos completamente lagrimosos—. Déjalo...
El castaño todavía algo desconcertado, se levantó para secarse los ojos, y comenzó a caminar lejos de ellos, queriendo entrar a su casa.
—¿Qué te pasa, Alli? —escuchó decir a Matt—. ¿Te importa?
—No —giró Alex—. Claro que no le importa —miró a la rizada a los ojos—. Nada. Absolutamente nada le importó.
Y lo dijo, sin darse cuenta que se refería a lo de la noche anterior.
Y de repente quiso gritarle otra vez. Al parecer queria gritarle a todo el mundo, quería llorar tan fuerte y romperlo todo. Quería irse muy lejos.
Volteó en silencio, dejando a Allison y a sus amigos allí afuera, y él entró a su casa.
Sintiéndose peor que antes.