Al día siguiente se despidieron unos tíos y primos ya se iban a su casa y mis padres y yo éramos los únicos que quedaban en la casa con la abuela, como eran vacaciones mis padres decidieron quedarse más tiempo en realidad yo no quería ya estar en ese lugar pues la simple idea de saber que en cualquier momento me volvería a encontrar el fantasma de mi tía me mantenía sumamente aterrada.
Ese día por la noche no podía dormir así que decidí ir con la abuela para ver si ella alguna vez llego a notar alguna aparición, llegue hasta su cuarto y le toque la puerta en seguida abrió y sonrió.
Le conté lo que había sucedido desde el primer día en que llegamos y ella respondió que por lo mismo ella ya nos había advertido que no era seguro que anduviéramos solas por la casa y mucho menos en la madrugada yo algo nerviosa le dije que me contara él porque no era seguro y ella se mantuvo en completo silencio.
Al día siguiente mi prima regreso a la casa de la abuela, y me pregunto que si ya no había mirado a aquella mujer y en seguida le conté lo que había pasado el día que salí de madrugada sola, ella no me creyó, dijo que quizás por la obscuridad y el sueño imagine cosas, como ella no me creía llegamos a la conclusión de que esa noche iríamos al lugar el cual era el cuarto de la tía, ella me miro y pude notar en su mirada que se encontraba algo nerviosa, sin más pensarlo acepto dar un paseo en madrugada por la casa de la abuela.
Al caer la noche, salimos de nuestras habitaciones, nuestros padres se encontraban profundamente dormidos así que no notaron que mi prima y yo habíamos salido de noche, tomamos un par de linternas y caminamos.
Editado: 12.03.2019