- ¿Qué fue lo que pasó?, ¿bebieron mucho alcohol, consumieron alguna droga? –pregunta el padre de July alterado, los vecinos más cercanos habían escuchado los gritos y les habían marcado. Al llegar, los chicos temblaban, la casa era un desastre y July no reaccionaba.
- No tío, sólo refresco y botana pero, Agatha trajo una –mira a la chica, se abrazaba con miedo, todos la habían visto estamparse contra la pared mientras intentaba ahuyentar a lo que sea que arrastrará a July–, trajo una ouija y, llamamos a la abuela –dice bajo, apenado.
- No debieron hacer eso –la madre de Elías hablo por primera vez en toda la noche–, mi madre ayudaba a mucha gente, muchas de ellas con malas intenciones, no juzgo a mi madre, hacía lo que podía para sacarnos adelante pero, esa casa siempre se sintió extraña, aún más cuando Elena se fue, madre se lleno de coraje y jamás la perdono, murió sintiendo que la abandonaste –dice ella apenada, no había comentado nada tras su llegada.
- ¿Me estás diciendo que mi madre ataco a July? –dice Elena negando, eso era imposible.
- La luz se fue junto contigo –una extraña voz los hizo saltar, July tenía los ojos abiertos aunque parecía ver a la nada–, pero trajiste más luz, una luz especial para hacerme compañía –July sonríe, una sonrisa que causaba escalofríos con sólo verla. Sus ojos se cierran dejando a todos pasmados.
Dentro de ella, July gritaba por ayuda, la oscuridad la consumía sin piedad alguna.
Editado: 05.11.2021